El Dragón Negro
Riku entró a la oficina de su compañero con una expresión extraña y Aoto lo observó con curiosidad.
- ¿Y bien? - le preguntó.
- Tenías razón. No puedo leer sus pensamientos. - le dijo, sentándose en una silla frente a su escritorio - Es un escudo de guía. No lo entiendo. Es un esper.
- Los esper psíquicos y algunos Guías tenemos habilidades mentales. No es extraño que se parezcan.
- Los escudos de esper son habilidades específicas para controlar la mente del Norm o el guía sin que nos regrese, como lo que hace Zack. Los escudos de Guía son para impedir que canalicemos sus emociones cuando nos guían o, en tu caso, protegerme cuando tengo crisis. Es lo mismo que hizo el maestro...
-¿Tú también vas a llamarlo, maestro? Los esper que lo han conocido lo llaman así...- acotó Aoto.
- No sé como explicarlo, pero los espers podemos percibir su aura, aunque no esté usando sus habilidades. Es cómo un faro que nos llama para que lo sigamos. Es muy extraño...
- ¡Vaya que te impresionó, Riku! ¿Es tan bueno? Voy a ponerme celoso. - bromeó.
- No es eso, eres mi compañero... - se defendió - Pero te aseguro que no soy el único esper que lo siente, no se necesita ser psíquico. Zack y su hermano lo admiran y lo siguen sin dudar.
- Si consideramos que las habilidades de los esper se basan en sus funciones biológicas e impulsos, tiene lógica lo que dices. Es como si vibrara y su vibración los atrae.
- ¿No pasa lo mismo con los guías? - le preguntó - Por sus habilidades psico empáticas.
Aoto miró un bonsai en una mesa cercana al que le llegaba el sol de la tarde.
- Para los guías, está más ligado a la lealtad y a la credibilidad... - le dijo pensativo - Los principios que nos rigen están grabados a fuego en nuestro ADN por lo que, aunque respetamos la jerarquía de los círculos y de las habilidades, un verdadero guía sólo seguirá a alguien que actúe bajo esos principios.
- ¿Anthea?
- No la conozco lo suficiente. - reconoció Aoto - Yo ya estaba en este Domo cuando la hija de Ian Allen entró a la Cúpula. He escuchado lo que dicen de ella, pero sabes que necesito verlo por mi mismo. Tampoco puedes leerla...
- No, los G2 y ella, en especial, son silencios perfectos.
- Si el esper es un escudo puede servirnos para atraer al dragón n***o a la conferencia. La amenaza está activa.
- ¡¿Por qué no les dices que recibimos una amenaza para ellos?!
- ¿Qué vas a decirles? ¿Qué el Dragón n***o envió una carta de amenaza? Starlight y la G3 Allen tienen que haber enfrentado cientos de amenazas.
- ¿Entonces por qué no podemos avisarles? - preguntó, confundido.
- Porque están en nuestra tierra ¿Vas a decirles que no somos capaces de cuidarlos?
- Tú y tu maldito orgullo, Aoto. Pedir ayuda no es malo. Tratas de solucionar todo solo como si fueses el único capaz en el mundo. Ellos sabrán que hacer si les avisamos. Tu mismo lo has dicho, pueden haberlos amenazado antes.
- Si el esper SS es tan poderoso como dices, podemos usarlo de carnada para atrapar al Dragón n***o. Tendremos el reconocimiento de la Cúpula y el consejo.
- El consejo no tiene poder ahora. La Directora Davies y la G3 lideran la comunidad. - le dijo Riku frustrado.
Habían tenido esta conversación varias veces antes y no llegaban a ninguna solución o acuerdo.
- Si el esper es atrapado por el grupo del Dragón será una pérdida asumida.
- ¿Y vas a explicarle a la G3 y a su bebé que su padre murió porque no quisiste mostrar debilidad?
- ¿De qué estás hablando? - le preguntó, aturdido.
- La G3 está embarazada... - le dijo - Lo escuché de los Grant.
- Eso es algo inesperado... - murmuró Aoto - Pero un guía puede sobrevivir si muere su compañero... - dijo, confiado haciendo estremecer a Ruki.
Si decía eso, era por que también pensaba en él como un recurso desechable.
A sus 34 años, Riku aún tenía fe en que su compañero de SICOM y luego compañero de vida cambiara su visión cerrada y sesgada sobre los metahumanos. Estaba consciente de que no lo mostraba frente a la gente en el domo ni en el exterior, pero en privado lo había escuchado cientos de veces al hablar de los esper como propiedad de los guías con los que se vinculaban, no cómo iguales.
En privado, el guía compartía muchas de las creencias que Cassis expresaba y Aoto lo admiraba como líder ya que compartían la misma visión. En varias ocasiones, Cassis y su esper Zack estuvieron de visita debido a la amistad entre los guías por lo que Riku había compartido mucho tiempo con Grant.
De todos esos años de interacción, hoy había sido la primera vez en la que había podido leer sus pensamientos y en especial cuando lo reconoció como su amigo.
Eso lo conmovió.
Riku, hijo de un pequeño comerciante de las regiones más humildes de la Nación del Dragón, tuvo su despertar como esper a los once años, un año antes que la mayoría de los metahumanos. Sus padres, granjeros, no supieron como manejar los cambios que se produjeron después: como el cambio en el color de su cabello y ojos (de castaño y marrón a plateado casi blanco) lo que lo hacía ver como un dragón blanco en versión humana el que era símbolo de calamidad y desgracia para la gente.
Además, sus habilidades de poder escuchar los pensamientos de los demás, sólo lo hacía parecer más extraño ya que, como niño, contestaba a esos diálogos internos con total naturalidad por lo que la gente comenzó a evitarlo hasta que fue aislado por los habitantes de su pueblo.
Cuando los guías y esper de la unidad de seguridad del Domo de la ciudad Koi llegaron a su aldea, alertados por el informe que el hospital levantó de su crisis, la actitud de sus coterráneos cambió del cielo a la tierra.
Por mucho que estuvieran en un sector aislado de la nación, todos sabían que tener a un meta humano en la familia cambiaría sus condiciones de vida debido a la serie de beneficios que la comunidad Norm y la Cúpula les entregaba al llevarse al niño con ellos y sacarlo de sus ciudades o pueblos.
Cuando su madre se despidió de él con lágrimas en los ojos, a diferencia de su padre quien le entregó los papeles a los guías casi corriendo para que se cursara la asignación de por vida para la familia de un meta humano, lo supo..
Siempre había pensado que fue su padre quien pidió que avisaran al domo por su condición. Aunque fuera un analfabeto, era codicioso y le gustaba el dinero, el que usaba para beber y apostar.
Lo bueno, es que su padre murió un año después en una pelea de ebrios y al ser informado en la Cúpula por la muerte de su padre y, considerando que era el único varón de la familia, dio las indicaciones para que su madre y hermana fueran trasladadas a la capital del Dragón a unos departamentos asignados a las familias de metahumanos y que se asignara una escuela para Mei.
Su hermana, en el presente, era una mujer médico de 28 años casada con un médico de la Nación de la Libertad quien era considerado una eminencia en el campo de la medicina de emergencia. Tanto ella como su madre se habían mudado a la Nación de su esposo por lo que casi no se veían.
Además, Aoto, quien había cortado los lazos con su familia de origen, se negó a interactuar con la familia de Riku cuando fueron vinculados y el esper tampoco insistió.
A pesar de llevar 15 años juntos, no sabía mucho de su compañero, excepto que tenía un hermano en la comunidad Norm y que se alegraba que sus padres hubiesen muerto antes de su mayoría de edad.
Ahora que lo meditaba, la interacción se hacía cada vez más lejana. No era como si hubiese sido intensa al principio con una compatibilidad del 40%, pero era suficiente para Riku quien había crecido rodeado de violencia por parte de la figura masculina de su padre. Aoto no lo golpeaba y, aunque estuviera enojado y lo trataba con respeto. Podía vivir cómodo y en paz.
Tenía la vida tranquila de un estanque y eso le gustaba.
- ¡Riku! - llamó el guía cuando lo vio ensimismado en sus pensamientos - ¡Hey!
- ¡Lo siento! - exclamó el esper aturdido - Me distraje un momento ¿Qué decías?
- Mantente cerca del equipo de Allen y de su esper... Participarán en varias actividades en la conferencia y tenemos que saber su agenda.
- Sólo se nos ha informado su agenda pública asociada al programa de la conferencia. El resto de su horario lo manejan sus escoltas.
- Habla con Zack. - ordenó - El debe tener la información o mejor con su hermano. Será más fácil de leer para ti.
- Voy a buscarlos en 90 minutos. - le dijo, levantándose y caminando a la salida sin dejar que viera el cambio en su expresión.
- Riku... - llamó el guía - Puedo sentir que estás enojado... - advirtió - Trata de calmarte y ver las cosas desde mi punto de vista.
- Eso hago, Aoto. - le dijo tenso - Eso hago siempre...
- Buen chico... - le dijo satisfecho como si hubiese felicitado a una mascota que hizo bien un truco y no a su compañero.
Cuando cerró la puerta tras él, el esper suspiró. A veces se sentía ahogado por la presión de su guía y el no tener privacidad con sus propios pensamientos o emociones.
Caminó hacia su unidad familiar para descansar un poco y tranquilizarse cuando una frase que había escuchado durante la conversación de los hermanos lo detuvo.
"No le fui infiel a mi guía ya que no teníamos vínculo, ni estábamos casados"
Las palabras del esper resonaron una y otra vez en su mente. No tenían vínculo entre él y Cassis ¿Cómo era posible? Zack se mantuvo siempre con su guía y cuando los visitaban se quedaban en una unidad familiar. Tenía el implante al ser un esper fénix. Bastardo, siempre pensó que estaban vinculados por sentimientos después del SICOM y del entrenamiento, tal como él lo estaba con Aoto.
Mierda.
Tal vez lo que sentía por Aoto no era amor, si no comodidad al disfrutar en su estanque...
- Mierda, mierda mierda...- masculló caminando hacia la salida.