Alice Smith. Bastaron dos toques en la puerta de al lado para que Félix abriera y me mirara con una expresión que no pude descifrar. El pecoso suspiro pero termino por envolverme en un cálido abrazo, apoye mi cabeza contra su pecho e inconscientemente hice un puchero aguantando las lágrimas que querían salir de mis ojos. — Sam estaba tan preocupado por ti, no vuelvas a hacer algo así. — Medio regaño sin perder esa nota de voz dulce que lo caracterizaba. — Lo siento, no era mi intención preocupar a nadie, no sé lo que estaba pensando. — Hable en un hilo de voz. — Esta bien, ahora estamos bien. — Murmuro haciendo círculos en mi espalda — Entra anda, no creo que Sam tarde mucho. Me limite a asentir y me adentre al apartamento, me senté en el sofá y restregué mi rostro con

