El primer encuentro

1353 Palabras
Me levanté cuando el sol apenas salía, todos en la villa de mi padre apuraban sus labores, mi madre había salido a hacer compras para el gran día, quería que llevara unos zapatos nuevos y el mejor maquillaje y peinado, así que fué en busca de la persona indicada para hacer el trabajo. -Te ayudaré a vestirte ahora -la sonrisa de Nilu no era genuina -Será la última vez -dijo preocupada, su mirada era triste y sus manos temblaban -Por mi culpa ni siquiera podrás venir conmigo al castillo -Está bien, sólo deseo que tu nueva dama de compañía haga el trabajo tan bien como lo he hecho yo. Le será muy difícil complacerte -intentó bromear, pero el brillo de sus ojos me indicaba la tristeza profunda que sentía -Debí escucharte y no salir de nuevo del reino, eso me costó tu compañía en el castillo -dije lamentando mi error -Ahora no tendré a mi confidente y amiga a mi lado en los momentos más difíciles -Lo harás bien, eres fuerte y segura Sonreí sin ganas, intentaba demostrar que esto no iba a afectarme, pero era inútil, ella me conocía mejor que nadie. -Lady Padma de Hasu, su padre el duque de Hasu y su esposa están aquí -anunció el hombre que cuidaba con recelo las puertas del castillo Caminé por el sendero de grava suelta con mis padres delante de mí hasta llegar al jardín principal del castillo en que se celebraría el almuerzo de bienvenida para el príncipe. Tomé mi lugar en la mesa y mis padres tomaron el suyo en el otro extremo, cerca del rey y la reina, a mi lado había un asiento vacío que pronto sería ocupado por la persona que todos esperábamos, algunos con más emoción que otros. El brillo en los ojos de la reina me anunciaba que se sentía ansiosa de ver a su hijo, sonreía como jamás la había visto hacerlo y el rey solo parecía inquieto y nervioso. Mis padres no parecían felices con la reunión y yo, bueno, yo deseaba no estar en este lugar, con este hermoso vestido rodeada de tanta gente que no conocía. El canciller estaba cerca, parado en un extremo del jardín con cara de pocos amigos, su trabajo era estar al lado del rey en los asuntos importantes y aunque odiaba este momento intentaba poner su mejor cara. Un hombre bajo y regordete apareció frente a todos ¿Ese hombre era el príncipe? Parecía más viejo de lo que pensaba, caminaba con dificultad y parecía nervioso. di un suspiro de alivio cuando no escuché que lo nombraran al llegar, se acercó al rey, quien con una mirada molesta se disculpó con todos en nombre de su hijo. Al parecer el príncipe no se iba a presentar a tomar el almuerzo como se había previsto, el rey estaba realmente molesto, cuando terminamos el desayuno despidió a mis padres y ordenó a la ama de llaves que me llevara a mi nueva habitación dentro del castillo. El plan original era que mis padres vivieran conmigo hasta el día de mi matrimonio con el príncipe, pero mi desobediencia había causado que el plan cambiara, ahora no tendría a nadie de mi lado dentro de mi nuevo hogar y las visitas de mis padres serían controladas por el rey. Me senté frente al espejo del tocador observando detenidamente mi reflejo, era una mujer hermosa, digna de un príncipe, y ahora solo podía pensar que él me había dejado plantada. Era humillante, pero por otro lado me sentía aliviada, si eso quería decir que el príncipe huía de su destino, no tenía que atarme a ser su esposa. Me levanté del taburete frente al tocador para observar detenidamente mi nueva habitación, era el doble de grande que la habitación en casa de mis padres, todo era elegante, fino y lujoso. Había toda una habitación llena de finos vestidos, calzado, accesorios y demás, todo de mi talla. Las cosas estaban perfectamente acomodadas en toda la habitación, hasta el cuarto de baño era completamente lujoso y cómodo. Me acerqué a las cortinas que cubrían las ventanas para abrirlas de par en par, y me sorprendí al ver una ventana mirador, tenía un espacio perfecto para admirar los jardines del castillo en un acolchado y cómodo espacio. Sin pensarlo me senté en el sitio para observar, la vista era espléndida, los jardines desde ese lugar lucían espectaculares y hermosos. Subí las piernas para abrazarlas y descansar mi mejilla sobre mis rodillas y abandoné mis zapatillas en el suelo. Una de las ventajas de este vestido era que hacía mis rodillas cómodas para descansar sobre ellas. Me descubrí mirando el cielo despejado y azul, desde la altura de esta habitación casi parecía que podía tocarlo, pero de nuevo me sorprendí pensando en él. -Así que tu eres la mujerzuela de la que todos hablan -era una voz que creía conocer Pero no me giré al escuchar el insulto con el que se había dirigido a mí, seguí mi camino por el paseo de las sakuras, observando cómo había florecido y estaban hermosas este año. -No sé lo que ha escuchado sobre mí, pero seguramente no ha hablado con las personas correctas -Eres mi prometida, debería estar preocupado por tu reputación -Entonces supongo que tu eres aquel hombre irrespetuoso que deja plantada a su prometida en el día más importante -¿De qué habla? aún no es día de la boda, y no estoy seguro de que ese día llegue Seguía hablando a mis espaldas, había decidido ignorarlo después de sus faltas de respeto del día, aunque ese último comentario había llamado por completo mi atención -Sólo decido venir a decirle que no pienso casarme con una mujer con tan mala reputación como usted -Y yo sólo debo decirle que su decisión es un sabia, señor. Yo tampoco deseo contraer nupcias con un hombre que no tiene palabra y no conoce lo que es el respeto -¡Cómo se atreve a hablar así de mí! -¿Cómo se atreve usted a hablarme a mí de esa manera? No por ser un príncipe tiene derecho de hablar y decir lo que quiere de las personas. Además por respeto debió presentarse en el almuerzo, mis padres y sus padres lo esperaban. Debo decir que su madre era la más ilusionada en ese lugar -Mi madre entiende mis motivos -Quizá lo entiende, pero no por eso debió ausentarse. Tampoco me gusta estar en esta situación con un hombre como usted -le dije de mala gana -jamás he querido ser una princesa y vivir recluida en un sitio como este, pero me presente aún en contra de mi voluntad por respeto a mis padres y al acuerdo con el rey -Me tiene sin cuidado lo que una mujer como usted piense de mí -Bueno pensamos igual, a mi me tiene sin cuidado lo que un hombre como usted tenga que decirme. Ahora debería arreglar el asunto como más le plazca y dejarme pasear en paz en este lugar que es la parte más interesante del castillo -No creo después de este encuentro volvamos a vernos, a menos que no logre mi cometido y mi padre me obligue a casarme con usted -Le deseo mucha suerte entonces, soy la más interesada en deshacer este trato Dejé de escuchar voz, lo que me decía que él se había ido. Debí girarme para verlo, ¿no es cierto? pero no me interesó conocer el rostro de una persona tan irrespetuosa como él, habló mal de mí sin siquiera conocerme, se dejó llevar por los chismes que seguramente la hija del canciller había esparcido por el pueblo y me había dejado plantada, no sólo a mí, a mis padres y también a sus padres. Pero ahora había una ligera esperanza de que mi destino cambiara, el desinterés del príncipe por mí me daba un ventaja, ahora podía recobrar mi felicidad, concentrarme en que el príncipe continuara odiándome y para eso tenía que descubrir las cosas que más le desagradaban y convertirme en esa persona que odiara con todo su ser.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR