Entonces, ahí estaba yo, portando una espada Star Wars de la otra dimensión, con un perro, un viejo de color verde y un Saiyajin. Lo único que tenía que hacer era salvar a Campanita y regresar la paz al país de las maravillas para que así el conejo de pascua me conviertiera en sirena y pudiera ir a mi piña en el fondo del mar donde vivía con un manatí y BatGay (falsa y homosexual versión de Batman). ¿Cómo lo haría? La única forma era romper el caliz de fuego con mi sable y cantar con Troy Bolton la hermosa melodía de la canción principal de Toy Story, para después cabalgar en mi unicornio, raptar a Rapunzel y entregarla al capitán Garfio a cambio de Campanita, la campana parlante.
-Dylan, despierta.
Más que dormida parecía drogada.
Fue una noche difícil, al menos para mí que tuve que hacer prácticamente de niñera. Nos dio la una de la madrugada en el bar y me vi obligada a sacar a los chicos de ahí en el momento en que vi que Ash pasaba a tercera base con la Pepsi, Mike se empezaba a comer la planta de plástico, Calum le coqueteaba al barman y Luke trataba de que aceptara que me fuera a un motel con él.
Esos chicos borrachos eran peores que Mortimer haciendo el twerk. Es decir, cuando fui a acostar a los chicos para que durmieran, Mike me dijo que era un superhéroe, Calum me dijo que Mortimer era travesti, Luke seguía con lo de tener sexo conmigo y Ashton... Ashton me agarró el trasero cuatro veces, pero al final de cuentas él siempre había sido un pervertido violador.
Así que básicamente ahora lo único que quería hacer era dormir.
-Tenemos pastel.
Tal vez también comer.
-Voy- dije con el ojo izquierdo todavía cerrado. Me levanté de la cama y me dirigí a la salida del cuarto tambaleándome. Antes de que pudiera salir... me golpeé en la cabeza.
¿Esa pared siempre estuvo ahí?
-Será mejor que te des una ducha- suspiró Luke, ayudándome a salir de la habitación y encaminándome hasta el baño. Lo volteé a ver, con ojos de cachorro medio triste y medio zombie, tampoco es que me viera muy bien en las mañanas. Sonrió pareciendo querer aguantar la risa-. Tranquila, gaviota, el pastel seguirá ahí esperando por ti- dijo antes de darse media vuelta y dejarme sola al final del pasillo.
¿Acababa de llamarme gaviota?
Cerré la puerta del baño y me despojé de mi ropa. No me quería siquiera ver al espejo por el terror que me podría dar. Es decir, era sólo imaginar, ¿qué tan bien me podía ver luego de haber vomitado más de diez veces el día anterior, haber ido a un bar, haber sido la niñera de cuatro chicos locos y borrachos, y haber despertado del lado malo de la cama? Yo se los diré: no muy bien.
En escala de uno al diez, yo era un Chucky.
Abrí la llave de la ducha y dejé que el agua cristalina recorriera mi cuerpo suavemente como una seda tibia sobre mi piel...
De acuerdo, no. ¿Ustedes qué creen? Estaba prácticamente dormida, por supuesto que el agua me salió helada al principio (Dios, ¿qué me creían? ¿Rayita?), estaba a punto de coger hipotermia por ser tan idiota y el grito que di había sonado a algo más como que estaba siendo asesinada por un psicópata en lugar de darme una ducha.
Corté el agua para no congelarme más de lo que ya estaba y escuché a los chicos hablando en la sala de estar.
-¿Dylan acaba de tener un orgasmo?
-Creo.
-Sonaba más a estar siendo violada por un Teletubbie.
-¿Y acaso un Teletubbie no le puede dar buen sexo?
-Sushi.
Normalmente me habrían entrado ganas de golpearlos con una sartén pero en ese instante sólo quería golpearme a mí misma.
Terminé de darme una ducha de diez minutos luego de mi dura y larga batalla de regular la temperatura del agua, y salí de detrás de la cortina, buscando mi toalla para poder secarme. No me agradaba mucho la idea de que los chicos me vieran en tan sólo una toalla, pero me había dejado la ropa en la habitación y no había otro camino.
Mi rostro se volvió serio al pensar en eso.
La toalla también estaba en mi habitación.
-¿Acaba de tener otro orgasmo?
-Creo.
-NO ES UN PUTO ORGASMO- chillé alterada.
-Te dije que estaba siendo violada por un Teletubbie.
-Sushi.
Ugh. Volteé sobre mis talones y revisé mi pijama con precaución. Una persona normal no guardaría su celular en la ropa con la que duerme, una persona normal no dormiría con su celular pegado a su cuerpo, pero una persona normal tampoco viviría en un departamento con un pervertido, un algodón de azúcar, una diva, un asiático y una cabra, así que tenía que guardar mi querido ladrillo muy bien para que al menos Mike no tuviera otro episodio acerca de que nos invadían los extraterrestres.
Además mi teléfono tampoco estaba tan mal...
Sólo... digamos que tenía más años que la viejita psicópata que perseguía a Mike.
Y eso ya era decir algo como unos dos mil años antes de Cristo.
Para: Diva
Necesito tu ayuda.
No solía mandarme mensajes con nadie, menos con Luke (se podría decir. Pero la situación lo ameritaba, amenos que cruzar el pasillo fuera una mejor idea... Y no sabía por qué pero cada vez que pensaba en eso, me imaginaba a Ashton con su cara pervertida y el momento en que me puso los jeans la otra vez mientras estaba acostada al lado de Luke.
Suspiré. Tantas esperanzas en que fuera un trío tiradas a la basura.
De: Diva
¡Yo te salvo del Teletubbie, espera por mí!
¿Qué? Un momento, no.
-¡Dylan!- exclamó Luke, entrando al cuarto baño sin golpear.
Lo volteé a ver (recordemos que estaba desnuda). Sus ojos azules me recorrieron de pies a cabeza en menos de un segundo y antes de que pudiera gritar con pánico como en alguna película de terror, salió rápidamente dando un paso hacia atrás y cerró la puerta.
-Joder- suspiré llevando una mano a mi pecho.
-Santa mierda- le oí decir desde afuera.
Sentí mi rostro arder de la vergüenza y cinco segundos después oí los pasos de los chicos acercándose, por lo que decidí cerrar con pestillo. Bufé. De acuerdo, lo admitía, debía haberlo hecho mucho antes, pero también había que admitir que no era muy inteligente y además, vamos, ¿desde cuándo pensaba de una manera lógica?
-¿Qué pasa?- preguntó Luke con un tono cualquiera. Me apoyé en la puerta para escuchar la conversación mejor.
-Te fuiste corriendo de la sala de estar luego de decirnos que había un violador en el baño- contestó Michael.
-Teletubbie.
-Es lo mismo.
-¿Qué haces sentado en el suelo, de todas formas? Anda, levántate de ahí- le dijo Ash, escuchándose un segundo después un pequeño golpe en el piso y la risa ahogada del chico de los hoyuelos-. Oh por Megan Fox, se te paró.
Y no lo entendí, porque sentí que había sonado fuera de contexto y si era una broma no la entendí tampoco, en absoluto. Hasta que después de unos veinte minutos de escuchar a los chicos, por fin comprendí la canción.
-¡Se le paró! ¡Se le paró!- cantaron todos a coro. Obvio, excepto Luke.
-Tienes el pene totalmente parado. Pervertido- rió Ash, haciéndome arquear una ceja con entretención por el hecho de que justo lo llamara así el más pervertido del departamento.
Pervertido, masculino. Todos sabemos que yo era una psicópata s****l, no es necesario destacarlo.
-¿Pueden callarse? Ugh, necesito salir- gruñó el rubio antes de oír sus pasos irse lejos de ahí y escuchar a los chicos reírse a carcajadas un rato.
Golpeé la puerta, intentando llamar su atención.
-¿Dylan?- preguntó Mike de repente.
Sonreí volviendo a golpear.
-La misma.
-¿Qué haces ahí adentro todavía?- cuestionó.
-Um, estoy algo desnuda por decirlo así- respondí incómoda. Escuché a los chicos soltar un suspiro de comprensión junto a un "ah" como señal de que lo habían entendido.
-Por eso se le paró a Luke- puntualizó Ashton.
-¿Y por eso se te paró a ti también?- contraatacó divertido Calum. Escuché a Ashton resoplar.
-Tú cállate.
-Como sea, chicos, alguien, cualquiera, necesito mi toalla y creo que la dejé en mi habitación- mascullé, haciendo una mueca.
Oí a Mortimer haciendo sus sonidos de cabra luego de que yo terminara de hablar.
-Oh, sí, acerca de eso, Dyl, parece que hay alguien a quien verdaderamente le gusta tu toalla- respondió incómodo Ashton.
-Mortimer- suspiré-. Dime que no lo hizo.
-Oh, ¿qué? No, Mortimer, no, pero a mí sí me gusta tu toalla, es tan suave.
-Pásame eso, idiota- exclamé entreabriendo la puerta sin dejar que me miraran y quitándole la toalla de las manos a Ashton-. ¡BANG! Tómalo, hoyuelos.
-¿Sabías que bang también significa tener sexo?
¿Por qué todo con estos chicos era equivalente a sexo?
-Como sea- respondí saliendo del baño con la toalla enredada a mi cuerpo y el pijama en mis manos-. Debo salir ahora, así que los veré en la tarde.
-¿Adónde vas?- cuestionó Ashton antes de que entrara a mi pieza para vestirme. Lo volteé a ver, con una sonrisa en el rostro, y eché mi cabello hacia atrás.
-A ver a mi mamá.