Capítulo 11: Cicatrices

3753 Palabras
≻──────────── ⋆ ᜊ ⋆ ───────────≺ —Al no definirme como lobo, yo nunca fui partícipe de la manada y viví encerrado en casa desde los 13 años. Las personas cercanas a mis padres sabían de mí, pero era una vergüenza para ellos así que hicieron como si no existiera—comenzó a contar atrayendo toda la atención de su compañero. Jayden siempre ha sido una persona libre y autodidacta a la que, de hecho, le gustan los estudios, así que cuando sus padres lo sacaron de la escuela, se escabulló durante la noche para tomar los apuntes de sus hermanos menores y escapar al bosque, eso hasta que sus padre se dieron cuenta que él los tomaba y lo golpearon. Esto hizo que dejara de estudiar por un tiempo, pero sus escapadas nocturnas no cesaron, Jayden quería llamar a su lobo, así que corría todas las noches para intentar definirse… algo que durante mucho tiempo no sucedió. No fue todo malo en sus días de juventud sin embargo. A sus 15 años, en una de esas escapadas, conoció a Zayan, el chico es una año mayor que él así que siempre lo trató como a un hermano menor y Jayden también le tomó aprecio. El hombre fue quien le enseñó lo poco que sabe sobre los de su especie y sobre el mundo sobrenatural, su lobo ya se había presentado así que todas las noches, Zayan lo tomaban en su espalda y corría junto a él. Dos años después, en medio del bosque, tanto Zayan como Jayden se metieron en problemas y pusieron su vida en riesgo. —Eso hizo que mi lobo se presentara—admitió—: fue la primera vez que sentí que mi vida tenía sentido y que todo estaría bien… pero me equivoqué—en el momento en que quiso mostrarles a otros que su lobo se presentó, le fue imposible cambiar a voluntad así que nadie le creyó, solo él y Zayan supieron la verdad durante años—. Para la semana del plenilunio el alfa siempre pide que las familias se hagan cargo de todo, cada parentela debe enviar a una persona para ayudar a organizar la velada, obviamente mis padres no enviarían a mis hermanos así que, al igual que cada año, fui seleccionado para ir. Evidentemente por la mente de sus padres, y mucho menos por la suya, nunca pasó que esa noche Anker hiciera su aparición. El plenilunio en la luna tocó el punto más alto del cielo, todas las emociones de Jayden se vieron perturbadas y Anker terminó apareciendo delante de todos. Sin saberlo Jayden ganó mucha atención esa noche, su lobo fue demasiado atractivo para muchas personas, no solo por su belleza, sino también por el hecho de que su tamaño y su aura lo marcaron como un lobo puro, algo que en muy pocas ocasiones sucede. Su familia se sintió orgullosa de él por primera vez y ya no tuvo que permanecer encerrado en casa, sus padres le permitieron salir y convivir con el resto de la manada, pero eso no le importó demasiado. Al tercer día fueron llamados a la mansión del alfa, tanto Jayden como su familia creyeron que era para pedirle explicaciones, pero nada de eso ocurrió. Fue raro para él porque aun no tenía control de sus emociones con respecto a Anker dado que aun no completaban su fusión y Jayden no pudo someterlo, pero ese día fue diferente, él se sintió diferente, y al conocer al alfa lo comprendió. —Cuando nos encontramos con Caelum fue extraño y creí que lo que sentía era porque estaba frente a un alfa, su olor me hizo querer someterme, era una necesidad increíble de ser aceptado por él—teniendo miedo por lo que dirá a continuación, Jayden permaneció en silencio por unos segundos reconociendo que la reacción del alfa no será buena—. Pero mi confusión no duró mucho porque al segundo siguiente estaba siendo reclamado por él como su compañero. Kailer se colocó de pie instantáneamente —¿Qué demonios estás diciendo? —Jayden se encogió en su lugar y no hizo ningún movimiento sin desear alterar más al alfa—. Jayden, mírame—demandó acercándose a él—, ¿qué significa eso? —Por eso era imposible que fueras mi compañero. —¿Acaso estás escuchando lo que dices? Aunque la voz del alfa sonó molesta, Jayden no tiene miedo, sabe que Kailer no le hará daño. —Su olor, mi sentimientos y los impulsos de mi cuerpo, Kailer, todo lo reclamaban como mi compañero y él hizo lo mismo conmigo. —¡Ese hombre no es tu compañero! —gritó. —¿Cómo querías que lo supiera? —preguntó frustrado mientras el dolor se refleja en sus ojos—, ¿cómo querías que supiera que estaba equivocado? Anker lo reclamó como su compañero, su olor, mi corazón, todas mis emociones me hicieron creerlo y él también me hizo creerlo. “Yo decidí creerle” se reclamó. Kailer se sintió inútil en ese momento, sabe que Jayden no tiene la culpa de nada, pero es imposible no sentirse irritado hasta tal punto y está haciendo un gran esfuerzo por controlar a Eryx. Alejándose de Jayden caminó hacia la encimera y cerró sus ojos con fuerzas e inició a canalizar sus emociones. —Lo siento—dijo tras pasar un rato—, no debí reaccionar así, es solo que… —caminó hacia Jayden y tomó su mano—. No te culpo, ¿de acuerdo? —lo vió asentir y pudo estar más tranquilo—. Te escucharé, —Yo… —Jayden no está seguro de continuar, si el alfa reaccionó de esa forma solo con eso, no quiere pensar en lo que hará después de conocer el resto de la historia. —No puedo prometer no reaccionar a lo que me cuentas—dijo al notar su vacilación—, pero puedo asegurarte que jamás te haré daño o te culparé de nada. —Sí. —¿Qué sucedió después de eso? —Me sentí feliz en ese momento, ¿sabes?, era la primera vez que sentía que por fin todo iba a estar bien y así fue durante el primer año. El ser la pareja del alfa te da muchos beneficios, antes Jayden era un don nadie, pero luego fue recibiendo apoyo en muchas cosas, las personas lo querían y sus padres se sintieron orgullosos de él. Por primera vez en su vida, sus hermanos le prestaron atención y lo reconocieron como tal. Por otro lado, está Caelum, el alfa era todo lo que el deseó: atento, amoroso, dedicado, siempre procuró cuidarlo y hacerle sentir amado. Jayden sintió que nada en el mundo podría ir mal mientras estuviese con él. Callando por largos minutos, se quedó pensativo. Sabe que lo que dirá a continuación es peligroso, pero está decidido a contarle toda la verdad a Kailer y esta, es su más grande verdad. —Nuestro vinculo fue creciendo día con día y una noche, cuando mi celo se presentó, me entregué a él, fue mi primera vez estando con alguien, pero Caelum fue un caballero y cuidó de mí haciéndome sentir amado. El alfa gruñó advirtiéndole que tuviese cuidado con sus palabras, pero él no se detuvo, necesita que Kailer sepa lo sucio que esta, Jayden siente que solo así Kailer podrá decidir si realmente desea o no estar con él. —Después de esa primera vez hubo muchas otras, siempre terminaba lastimado, pero creí que era algo normal. “No estoy acostumbrado y solo es cuestión de hacerlo”, me repetía siempre, pero nunca sucedió. Eso no me afectó ni puse mi atención en ello porque, después de tener intimidad, Caelum me cuidaba y se quedaba conmigo toda la noche. —Detente—pidió el alfa—, no puedo escucharlo más—sus ojos están tan brillantes que Jayden supuso que Eryx tomó el control de las cosas. Kailer no ve las relaciones sexuales como un tabú, no es de esas personas que ve el valor de los demás dependiendo de con cuantas personas tuvo sexo, sin embargo, de eso a escuchar a su compañero contar como durmió sexualmente con otro, hay un trazo muy largo y no está preparado para eso. —Lo prometiste—susurró no deseando alterarlo. —¿Por qué es tan relevante que me cuentes esto? —Porque esto forma parte de mí, me marcó por el resto de mi vida y es justo que lo sepas. El alfa caminó hacia él y tomó su mano—. No me importa tu pasado, si te pedí que me contaras sobre ti es porque no podía entender, pero ahora nada de eso importa. —Sí lo hace—dijo—, sí tiene importancia, por favor, permíteme terminar, si no lo haces, nunca podré decirlo y será demasiado tarde después. Luego de tomar algunas respiraciones, el alfa asintió, nunca se trató de él si no de los sentimientos de Jayden, ahora lo entiende mejor, su compañero necesita hablar en voz alta de lo que le ocurrió para poder sanar y él nunca le quitará eso. —De acuerdo. —Nunca vi las señales o quizás sí lo hice, pero decidí ignorarlo porque ese era el concepto del amor que yo tenía y el que me hicieron creer que era bueno. Sus padres siempre le dijeron que era normal entre parejas y que el dolor es algo natural después de tener relaciones, pero que el amor que Caelum siente por él es más grande, así que Jayden lo aceptó y, aun cuando nunca se sintió cómodo con ello, no hizo nada para cambiarlo. Al decimoquinto mes de estar juntos, las cosas comenzaron a cambiar un poco. Caelum lo sacó de la habitación e incluso de la mansión, pero eso no fue importante, Caelum le dio una explicación y para Jayden fue más que sufriente dado que, ante sus ojos, el alfa siempre tuvo la razón y si él lo dice, es porque es así. A Jayden se le prohibieron la salidas y volvió a ser un prisionero en su propia casa, sin embargo, el alfa nunca dejó de frecuentarlo y su familia iba a verlo de vez en cuando. Eso fue hasta dos meses después cuando las visitas de su familia cesaron y las del alfa poco a poco fueron disminuyendo hasta el punto que solo iba a él por las noches para tener relaciones y al día siguiente, al despertar, ya se había ido. Eso lastimó a Jayden y le reclamó al alfa. —Dijo que los problemas con los invasores se habían agravado y que no tenía mucho tiempo libre—la sonrisa en sus labios era irónica, siente lastima de sí mismo—. Entonces, cuando le pregunté por qué no podía salir o recibir vista, me dio la misma escusa, y le creí. Jayden estuvo viviendo así por más de cuatro meses hasta que no pudo soportarlo más y volvió a reclamarle a Caelum, pero las cosas no salieron tan bien como al principio y el alfa tomó su reclamo como ofensa. —Esa fue la primera vez que me golpeó—Jayden limpió sus lágrimas—, y como toda víctima, fui culpado por su abuso, incluso mis padres vinieron unos pocos días después para decirme que debía complacer mejor a mi compañero. Kailer se siente impotente ante esta situación, nunca creyó que su compañero pasó por todo eso. —¿Sí entiendes que no fue tu culpa?, ¿verdad? —En ese momento no lo entendí así y seguí permitiendo que pasara—dijo—. “Él no quiere hacerte daño, Caelum te ama, pero es un alfa y no sabe controlar sus emociones, por eso no debes desobedecerlo y hacer que se sienta complacido” —recitó las palabra de sus padre. Jayden fue abusado de manera física, verbal y emocional, pero no fue algo que pudiera notar, todos le dijeron que así era ser amado y él lo aceptó de esa manera. Hubo momentos en que, debido a los golpes, Jayden perdió la conciencia para luego despertar en un charco de sangre, sin embargo, el hombre lo consuela minutos después y le hace el amor haciéndole ver cuanto Caelum lo amaba. A pasar del tiempo, Jayden comenzó a sentirse asqueado con la situación, presentando una incomodidad en su pecho que le hizo sentir nauseas, pero nunca le puso un alto a las cosas y siguió soportándolo. —Tienes que ser bueno, Jayden, me decían; no hables si él no te lo pide, no te levantes si él no lo hizo primero, no puedes comer si él no te lo ha ordenado, ten sexo con él todas las veces que él lo dese, no importa lo violento que se, solo debes complacerlo, así todo mejorará, si te golpea es porque te ama y te está ensañando a respetarlo—habló sin parar, repitiendo cada palabra que se decía para poder sobrellevar las cosas—, todas esas palabras fueron inútiles, porque nuca logré complacerlo, él me dio amor, pero yo no super cómo complacerlo y eso ocasionó los insultos y los golpes. Yo me lo merecía, era mi maldita culpa por ser un inútil, por eso nunca merecí llevar su marca, por eso nunca fui reconocido como su luna. Los recuerdos se volvieron parte de él e iniciaron a atormentarlo, Jayden creyó poder sobrellevar las cosas sin derrumbarse, pero se equivocó. La comida que antes ingirió se alojó en su garganta amenazando por salir, el aire a su alrededor se volvió cada vez más difícil de inhalar y su conciencia de a poco se fue oscureciendo. Las voces llenaron su cabeza, trayendo a él todos esos malos recuerdos. Queriendo detenerlos, comenzó a golpear su cabeza sin medir realmente su fuerza, los golpes fueron tan duros que Kailer pudo escucharlos y se asustó, así que caminó hacia él para intentar calmarlo, pero Jayden no se lo permitió. —Aléjate de mí. —Jayden, soy yo. —Solo no me toques, ¿de acuerdo? —Está bien, pero ya no te hagas Jayden se burló—. Esto no puede lastimarme, Kailer, esto no se compara en nada con lo que viví—. Sintiéndose impotente, miró a su compañero en silencio sin poder hacer nada para ayudarlo—. Estaré bien—sin embargo, los golpes lo lograron marear un poco y no se siente tan bien—. No quiero que me toques ahora—Jayden siente las manos de Caelum sobre él y si Kailer lo toca no sabe cómo reaccionaría, y no quiere molestar a Kailer con eso. —No lo haré, pero aquí estoy para ti. —Lo sé. —Te traeré un poco de agua—Kailer fue a la cocina a buscar el vaso con agua y al regresar se lo entregó a Jayden, esto le dio tiempo al beta para calmarse y volver a sus sentidos. Kailer no es Caelum y debe comenzar a aceptarlo, con el alfa junto a él, nunca tendrá que volver a sufrir así que puedo estar tranquilo y al cabo de unos minutos, Jayden volvió a retomar su conversación. —Fui golpeado y abusado durante largos meses, más de lo que puedo recordar, sin embargo, nunca lo detuve; él era mi compañero y mi destino era con él, aunque eso significara vivir un infierno—continuó—. Su olor comenzó a ser desagradable, tanto así, que cada que estaba cerca de él tenía arcadas, pero tuve que controlarme porque la primera vez fue normal, la segunda y tercera vez él lo tomó como una ofensa y me golpeó hasta no poder más, él quería tener sexo conmigo y era mi obligación complacerlo—tembló al recordar. Para ese momento, Jayden comenzó a negarse a tener sexo, pero era tomado a la fuerza, Caelum se volvió tan violento que no le interesó las suplicas y los gritos de dolor de Jayden, simplemente le importó sesear sus ganas hasta el final. Hubo momentos en los que Jayden quedó tan lastimado, que la sangre se llegó a escurrir por sus muslos, pero ni eso lo detuvo o lo hizo quedarse a cuidarlo, a la mañana siguiente desaparecía y volvía durante la noche a saciar sus ganas, lastimándolo nuevamente. Eso se volvió tan recurrente que Jayden dejó de preocuparse por curarse o negarse así que lo dejó ser. “Lo único que hace es amarme, ¿cómo me atrevo a pedirle que se detenga?” se repitió una y otra vez —El amor es doloroso, Kailer, pero eso lo entendí demasiado tarde—en sus ojos ya no hay nada, ni siquiera un poco de tristeza—. El ser amado me llevó a romperme, él amor de Caelum me quitó todo y me destruyó por completo. Kailer se tensó, la mirada vacía de su compañero lo aterrorizó. —¿Qué…? —Tenía un poco más de dos meses cuando descubrí mi embarazado—confesó. Jayden se sintió tan ilusionado en ese momento todo lo que vivió antes pasó a ser un mal sueño, tendrá un bebé con la persona que ama y eso naturalmente los uniría. Caelum volvería a ser el mismo que cuando se conocieron y su relación podrá regresar a ser la de antes, no habrá más golpes, más insultos y más dolor. Que estúpido fue al creer eso. Para ese tiempo, Caelum no fue a verlo por varios meses y, por más que intentó ir a él o localizarlo, no lo consiguió, el alfa dio órdenes precisas de no dejarlo salir de casa, así que con ilusión Jayden mandó a darle la notica y esperó durante días que el hombre apareciera, pero eso no sucedió. La única persona que vino a visitarlo fue Zayan, el hombre encontró como colarse a la casa y pudieron verse después de largo meses, su amigo se lo advirtió, le dijo que huyera o si no sería demasiado tarde, pero Jayden no quiso escucharlo y lo corrió pidiéndole que nuca más volviera a visitarlo. ¿Cómo era posible que le estuviese pidiendo alejarse de su compañero cuando están por tener un bebé? —No recibí los cuidados necesarios o la nutrición adecuada, pero yo me aseguré de comer bien y mantenerme sano para no hacerle daño al niño—aclaró deseando demostrar que sí quería al bebé—. Para cuando Caelum volvió tenía siete meses de embarazo y mi vientre estaba abultado—inconscientemente llevó su mano a su estómago, pero allí ya no hay nada ni lo habrá nunca. Ilusionado corrió para abrazar al alfa, pero en el momento en que este lo vio lo golpeó en el rostro. Jayden se quedó impresionado sin saber que hacer o por qué el alfa reaccionó de esa forma, sin embargo, no tuvo que esperar mucho para comprenderlo. Caelum lo insultó y golpeó continuamente mientras le hacía preguntas hirientes insinuando que el niño que Jayden tenía en su vientre lo concibió con otra persona. Jayden fue golpeado hasta desmayarse, en todo ese tiempo intentó proteger al bebé rodeando su vientre con sus manos y suplicándole que se detuviera, pero el alfa no entendía de razones y nunca se detuvo. Pasaron tres días antes de que Jayden lograra volver en sí, para entonces, ya en una cama, sin fuerzas y con todo su cuerpo dolorido. —Me sentí tan vació en ese momento que supe que mi bebé ya no estaba—sollozó—, quise ponerme de pie, pero la partera no me lo permitió. Lloré, grité y supliqué que me devolvieran a mi hijo, que necesitaba verlo, aunque fuese una vez, pero la mujer me dijo que Caelum había enviado a cremar su cuerpo y a tirar sus cenizas—los sollozos de Jayden se volvieron más grande al igual que su llanto—era tan pequeño, pero le arrebataron la vida de esa forma tan cruel y todo fue mi culpa por no saber protegerlo. Kailer tomó a Jayden entre sus brazos y no lo soltó por más que el hombre se lo pidió, sabe que su compañero lo necesita y él le dará todo el apoyo que pueda. En realidad, es difícil para él comprender todo lo que Jayden le ha dicho, pero puede sentir el dolor del hombre y solo desea reconfortarlo. —No pude ver su cara por primera vez, Kailer, ni siquiera pude sentir su olor o sostenerlo entre mis brazos—lloró—, cada que lo sueño solo veo un rostro borroso porque no está en mi recuerdo, ¿cómo puedo vivir con eso? —pero por más que lo intentó, nunca fue posible terminar con su vida. Después de perder a su bebé Jayden se sumió en un mundo oscuro y en más de una ocasión quiso quitarse la vida, pero matar a un hombre lobo no es fácil y menos si no tienes los implementos necesarios. Transcurrieron más de dos semanas antes de que Jayden encontrara algo para cortar sus venas, pero despertó horas después y no hubo rastro de las marcas que dejó en sus muñecas, esa fue la primera vez que descubrió el don de Anker. —Allí fue cuando decidí escapar—se separó de Kailer—, Caelum llevaba días sin ir a la casa, la partera se había ido y los guardias no prestaban mucha atención, sabía que no podía ir con mis padres y, a la única persona que realmente le importé, terminé echándolo de mi vida, así que estaba solo, de nuevo. —¿Cuántos años tenías? —Él día en que me enteré de mi embarazo había cumplido mis 19 años—por eso odia tanto ese día, porque le recuerda lo que nunca tendrá—. Vagué por dos años de ciudad en ciudad intentando escapar de Caelum, dejé mi rastro por mucho lugares y luego me encargué de desaparecer por completo. Jayden, en ese proceso, pasó hambre, comió de la basura cuando no logró cazar nada y durmió en las calles sin tener un lugar fijo donde ir. Eso fue hasta que consiguió trabajo y después de ahorrar un poco, volvió a moverse de ciudad. Así estuvo durante mucho tiempo hasta que llegó a Yaren y decidió hacer de esta ciudad su hogar, pero jamás descansó tranquilo y jamás se sintió en calma. ≻─────────── ⋆ ᜊ ⋆ ────────────≺
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