El amor no es una posesión

3087 Palabras
≻────────────────────── ⋆ ⋆ ──────────────────────≺ Jayden colocó el letrero de "cerrado" en la clínica y se dirigió directamente a su consultorio. El reloj marcaba ya las seis de la tarde, y la jornada resultó bastante apacible. Contratar a esos tres jóvenes facilitó enormemente las cosas; los ingresos de la clínica, especialmente con el área de estética canina, experimentaron un notable aumento. Izan y Avel, en comparación con Rune, resultaban notoriamente reservados. Rune, por otro lado, destacaba como una persona prolija en palabras. A pesar de las diferencias, la dinámica con ellos era positiva, y Jayden sentía que la decisión de contratarlos había sido acertada. No obstante, aún no había conversado con Kailer acerca de la presencia de estos nuevos miembros, y esa incertidumbre le inquietaba. ¿Cómo reaccionaría Kailer? Contratar a tres cambiaforma sin previa consulta generaba un temor latente. Llevaban más de tres semanas trabajando juntos sin que Kailer se enterara. Jayden temía que esta revelación pudiera ser malinterpretada, pero lo hecho, hecho estaba, y cambiarlo resultaba imposible. —Jay. —Pasa —pidió—. ¿Qué sucede? —¿Cómo estás? Jayden exhaló. Desde la mañana se ha guardado esta conversación con Theo y sabe que no podrá retrasarla. Después de desaparecer tres días completos, era normal que Theo estuviera preocupado por él. Aunque logró hablar un poco con el chico por teléfono, no lo tranquilizó del todo, y Jayden es consciente de eso. Esta mañana, cuando se vieron, lo primero que hizo fue correr hacia él para abrazarlo y comprobar que estaba en perfecto estado. Sin embargo, después de comprobarlo, lo golpeó por preocuparlo. Jayden se sintió a gusto al saber que alguien se preocupaba tanto por él. Realmente está agradecido por eso. —No lo sé —fue sincero y le contó todo lo que vivió estos últimos días. —Dios mío —susurró sin creerse todo—. Lo sabía, sabía que alguien como él no podía ser tu compañero. Sabía que algo estaba mal. —En el fondo de su corazón, Jayden también lo sintió así, pero fue demasiado tonto para aceptarlo—. Dime, ¿qué piensas hacer? —Kailer dijo que esperaría por mí, pero… —Pero estás dudando —afirmó. Jayden negó. —Nunca he estado tan seguro de algo en mi vida. Es solo que, ¿no es demasiado egoísta de mi parte? —No lo es, Jay. Solo quieres ser feliz. Eso no te hace egoísta; te hace humano. Jayden se preguntó hasta dónde podría una persona con el alma rota aferrarse a alguien sin que ambos acabaran sumidos en la miseria. —Él también tiene sus propios problemas, no puedo pretender llegar a su vida y convertirme en una carga. ¿Y si Caelum aparece? —En el momento en que aceptes ser su compañero, sus problemas serán los tuyos y viceversa; entre compañeros no existe algo como lo tuyo y lo suyo, ustedes son un todo. Si algún día él llega a aparecer, ahora no tendrás que afrontarlo solo, tendrás a Kailer a tu lado para protegerte. Jayden ser burló de sí mismo. —¿Qué puedo darle yo? Kailer me ofrece el mundo y yo solo puedo brindarle un corazón en pedazos. Él no necesita nada de mí; no tengo nada para ofrecerle. Aún recuerda las palabras de Kailer; son como un eco doloroso en su corazón. "Quizás habría sido lo mejor", había afirmado el alfa ese día, haciendo que el corazón de Jayden se detuviera, pensando en las cientos de posibilidades. ¿Qué hubiera sucedido si Kailer hubiese muerto ese día? ¿Qué sería de él ahora? ¿Todavía estaría con Caelum o quizás estaría muerto? ¿Existiría una vida sin Kailer? No lo sabe, pero el solo hecho de pensarlo le hizo querer vomitar. Sin embargo, no pudo dejar salir sus pensamientos ese día y solo pudo susurrar que entonces la muerte de su tío y sus superiores hubiese sido en vano, guardando en su corazón todas las palabras que deseaba decir para después cambiar el tema y preguntar si Kailer tenía en mente algún sospechoso. Está seguro de que, aunque Kailer le hubiese dicho que el hecho de que mencionara a su tía como sospechosa era algo brillante, lo más probable es que ya lo hubiese pensado antes y solo lo dijo para hacerle sentir bien. —Cariño, por lo que puedo ver, lo único que ese hombre quiere de ti ahora mismo es tu felicidad—, Theo sonrió un poco—¿Qué puedes darle? Tu amor, eso será suficiente. —No puedo darle algo que no tengo. —Jayden, el amor no es una posesión que puedas tener o no, es un sentimiento que se cultiva y nutre a través de acciones y conexiones genuinas. No es una mercancía que se adquiere, sino un regalo que se comparte. A veces, el amor se encuentra en los pequeños gestos diarios, en la empatía y la comprensión mutua. Así que, aunque sientas que no tienes mucho que ofrecer ahora, recuerda que el amor se construye paso a paso, y cada esfuerzo cuenta. No subestimes el poder de tus acciones y la capacidad de tu corazón para crecer y aprender a amar de maneras que ni siquiera imaginabas. Estoy seguro que Kailer puede ayudarte con ello. ≻────────────────────── ⋆ ⋆ ──────────────────────≺ Kailer hojeó con intensidad los documentos que sostenía en sus manos, prestando atención a cada palabra que salía de la boca de Chad. —Allí está toda la información que me pediste—mencionó Chad—. No fue difícil conseguir información sobre ese hombre, lo difícil fue descubrir cual de esa información era cierta. —¿Por qué nunca había escuchado hablar de su manada? —¿Te suena Umbra? —Kailer asintió. El mito de la Manada Umbra ha crecido con el tiempo, convirtiéndose en una leyenda susurrada entre los hombres lobos. La reputación de los Umbra como entidades de la oscuridad ha alcanzado proporciones míticas, infundiendo terror en aquellos que osan desafiar su supremacía. Estos seres se remontan a la antigüedad donde el linaje de los hombres lobos aun no se había definido como tal, muchas sectas unieron fuerzas creando pactos de sangre y nuevos linajes, sin embargo, se terminaron traicionando una a las otras. —Una parte de la línea de sangre de Erza proviene de esta antigua r**a de hombres lobo con habilidades sobrenaturales mejoradas. Se dice que él tomó el liderazgo de la Manada después de un conflicto sangriento con el líder anterior, un alfa poderoso que desafiaba su visión. Él es una persona sin escrúpulos y no le importa poner a su manada en peligro con tal de obtener lo que desea. —¿Qué quieres decir con habilidades espaciales mejoradas? —Erza puede absorber las habilidades sobrenaturales de otros hombres lobos, implica un enfrentamiento directo con el objetivo—explicó. En el momento en que in inflige una herida significativa, puede canalizar su energía oscura para arrebatar las habilidades de su oponente. Los dones robados se integran en su ser, haciéndolo más fuerte, más rápido y más astuto con cada víctima. Sin embargo, al no ser él una línea de sangre directa, sus habilidades no son tan efectivas y lo debilita en el momento de robar los dones de otros. —Por lo que escuché, al parecer a estado buscando una forma de hacerse de los dones de los demás sin ser debilitado. Estás palabras hicieron eco en la cabeza de Kailer y recordó aquella conversación que tuvo con su compañero. “Anker absorbió la mayor parte de tus heridas”. Lo que no pude comprender es por qué si necesitaba de Jayden lo trató de esa forma. Eso no le importa, Kailer nunca le permitiría volver a poner un solo dedo en su compañero, aunque eso costara su propia vida. —¿Qué tan verídica es esta información? —Jamás te entregaría algo que no fuese confirmado antes. Kailer era consiente, pero esto iba más allá de él porque si todo lo que Chad le había dicho es cierto, las cosas son más complicadas de lo que cree y aun más por el hecho de que si realmente Ezra necesita de Jayden para que su poder funcione, jamás dejará a su compañero en paz. —Lo quiero muerto—afirmó. —¿Por qué es tan importante? —Lastimó a mi compañero y eso nunca se lo voy a perdonar—. Jayden le confió demasiado y él no faltaría a su confianza, sin embargo, los chicos merecían saber en qué se estaban metiendo—. Dile al resto que esta noche los espero en mi despacho. —Sí, líder. Después de que Chad se marchó, Kailer volvió a abrir el documento y leyó en letras cursivas “Caelum”. Recordó haber escuchado a su compañero murmurar ese nombre en sueños, su cuerpo temblando por el miedo. Ahora sabía que era el nombre del lobo de ese hombre. Kailer apretó los dientes. No le importaba cuán poderoso o aterrador fuera; planeaba acabar con él con sus propias manos. Jayden tendría la cabeza de ese hombre a sus pies. Más tarde, en la clínica, Kailer cumplió su promesa de recoger a Jayden. No fue sorpresa, ya que le envió un mensaje preguntándole si podía hacerlo, y unos minutos más tarde, recibió una respuesta afirmativa del hombre. —Buenas tardes—saludó cortésmente asintiendo hacia Theo. —Jayden está preparando algunas cosas en su consultorio, nada importante. Puedes pasar—señaló—. Me despides de él—tomó sus cosas preparado para marcharse. Algo que le agradaba demasiado a Kailer de Theo era el hecho de que podía notar cómo cuidaba de su compañero. No era la primera vez que observaba que el chico esperaba a que llegara para irse o a que Jayden estuviera a salvo antes de comprobar su propia seguridad. En realidad, para el alfa, eso era algo extraño porque normalmente los humanos no demostraban tanta valentía como lo hacía Theo. Aun recordaba la primera vez que lo vio. Estaba temblando de miedo, aterrorizado por lo que había sucedido, sin embargo, nunca dejó de preguntar por Jayden. Incluso dejó a un lado su seguridad para tratar de comprobar cómo estaba su mejor amigo. No fue la única vez; también estuvo aquella vez en la manada. No importó cuán enojado estuviera Kailer, la valentía de Theo fue inmensa y se mantuvo firme en sus creencias y en la palabra que le había dado a Jayden. En la vida no siempre se encuentran personas como esas, y está agradecido de que su compañero las pudiera encontrar. —Gracias—dijo sorprendiendo a Theo. —¿Por qué? —Por estar siempre para mi compañero. —Yo haría todo por él—afirmó. Esto causó un poco de incomodidad en Kailer; la declaración de Theo resonó de una manera que lo hizo reflexionar sobre su relación, pero lo ignoró y, en cambio, dijo: —Jayden aún no se acostumbra a la manada. Sería de mucha ayuda que pudieras ir a visitarlo. —Theo lo observó por alguno segundos y luego asintió. —Sólo sugiéreselo, él hará el resto. —Mmm—tarareó desviando la mirada al sentir los pasos de su compañero. En el momento en que sus ojos se toparon con los de su compañero, su corazón latió y no pudo evitar sonreír. Él nunca dejará de elogiar la belleza de Jayden; no solo es por el hecho de que está enamorado de él o porque es su compañero, sino porque Jayden era realmente hermoso. Era una lástima que él mismo no lo pudiera notar. —Hola—saludó un poco tímido viendo a su mejor amigo alejarse en su auto. —¿Todo listo? —Jayden asintió—. Bien, vamos. —Sabes que no tienes que venir todo el tiempo por mí, ¿verdad? Yo puedo ir solo a casa. —Kailer no se enojó y simplemente tomó su mano para luego besarla. —Lo sé —murmuró—, pero quiero hacerlo. —Jayden fue tímido al respecto y no dijo nada; solo se quedó sintiendo el calor de la mano de Kailer envolviendo la suya. —Kailer —llamó—, ¿podemos hablar? —¿Qué ocurre? —preguntó Kailer sin apartar la vista del camino—. Puedes decirme lo que quieras; no importa lo malo que sea, lo solucionaremos juntos. —Contraté a tres personas hace días —confesó Jayden contándole todo al respecto —. Son shifters; aunque uno de ellos parecía no estar consciente de eso. —Es un poco extraño… —No fue algo planeado por mí—se apresuró a decir—; los contraté sin avisarte porque fue algo improvisado. Nunca quise faltar a tu autoridad. Te lo estoy diciendo ahora porque no quiero causar malentendidos y deseo que investigues si tienen algo que ver con la manada de tu primo. —Jayden, no eres mi prisionero ni mi esclavo. No tengo poder sobre ti. Eres libre de tomar tus propias decisiones, sin sentir miedo o presión por lo que yo pueda pensar. Sin embargo, me alegra que pienses en mí y me cuentes estas cosas —lo tranquilizó—. Por lo demás, no te preocupes, lo averiguaré por ti. —Gracias. —Te lo dije antes, si tienes dudas sobre algo, pregúntame y lo resolveremos juntos. Ya no estarás solo nunca más. No tienes que cargar con todo; compártelo conmigo. Soy feliz aligerando tus cargas. Jayden suspiró al contemplar su mano entrelazada con la de Kailer, preguntándose cuándo se acostumbraría a este gesto. Aunque en su corazón sabe que Kailer es una buena persona y no se parece a Caelum, el miedo sigue arraigado en sus huesos, persistente e inquietante. Se ha esforzado por dejar atrás la sombra del pasado, pero le es difícil y eso lo atormenta, ya que anhela ser la persona adecuada para Kailer, alguien capaz de hacerlo feliz. Sin embargo, es consciente de que aún le queda un largo camino por recorrer. Decidido a cambiar, Jayden se promete a sí mismo trabajar en su propia sanación. Quiere ser capaz de ofrecer a Kailer el mismo amor que el hombre le ofrece. Aunque el camino por delante es incierto, siente una chispa de esperanza en su interior, alimentada por la presencia constante y comprensiva de Kailer. Puede ver la promesa de un futuro más brillante, y Jayden está dispuesto a enfrentar lo que sea necesario para alcanzarlo. —Prometo tener eso en cuenta—murmuró sin dejar de ver sus manos entrelazadas. No tardaron mucho en llegar a la manada y, después de cenar juntos, tomaron caminos diferentes. Jayden, sintiéndose agotado, decidió retirarse a su habitación, mientras que Kailer se encaminó a su despacho. Horas más tarde, se reunió con Chad, Sehan y Minsaik. —¿Qué es tan importante que tuviste que llamarnos a esta hora? —preguntó Minsaik, algo molesto—. Estaba con una hermosa chica y tuve que dejarla. —Estoy seguro de que podrás conseguir a alguien más tarde. —¿Qué tienes? —Hay dos asuntos importantes que deseo hablar con ustedes; el primero de ellos es sobre Calen. —¿Ha aparecido de nuevo? —No es así… estuve hablando con mi compañero de esto, y creo que él tiene razón. Sé que ya investigamos, pero debe de haber algo que no vimos. Los únicos que tenían el poder para hacerlo y desaparecer todas las pruebas eran Calen y Aris. —¿Estás de broma? ¿Le contaste a ese chico sobre Calen? —Por supuesto que sí—gruñó un poco al notar el desprecio en las palabras de su hermano—; él es mi compañero, tiene todo el derecho de saber lo que está pasando. —¿Tu compañero? —se burló—, ni siquiera te ha aceptado como tal. El único motivo por el que está aquí es para salvar su trasero. No puedo creer que le hayas contado todo. —Cuida tu boca—los ojos de Eryx se reflejaron en los suyos. —No estoy diciendo nada que sea mentira—no se sintió ni un poco amenazado por su hermano menor. —No tienes una maldita idea—apretó los dientes—no tienes derecho a hablar así porque no tienes una maldita idea de todo lo que ha tenido que pasar. El pasado de Jayden es demasiado complicado, por eso es como es. No tienes derecho a despreciarlo de esa forma. —Todos tenemos un pasado oscuro, Kailer. Despierta, él no te ve como su compañero y nunca lo hará. El único motivo por el que aún sigue aquí es por lo que sucedió en la clínica y porque sabe que lo protegerás y no obligarás a nosotros a hacerlo. —Cierra la maldita boca, Minsaik. ¿Te atreves a hablar sobre reconocimiento cuando vienes por unos simples días y te largas por años? Al menos él tiene una excusa válida. ¿Cuál es la tuya? —Vete a la mierda, Kailer. Pero cuando él se largue de tu lado, no vengas a mí a buscar consuelo—mencionó antes de salir del despacho. —No tengo tiempo para esas mierdas—gruñó. Ciertamente no es la primera vez que ambos pelean, pero esta vez se sintió diferente—. Mierda. —Kailer…—intervino Sehan. —Lo sé. Kailer, más que nadie, sabe lo que vivió Minsaik; él estuvo allí con el hombre, pero no pudo evitar la confrontación. En realidad, era algo que siempre le había pesado. Entiende por qué su hermano lo dejó la primera vez, pero después de que ambas manadas se separaron, Minsaik volvió a irse dejándolo completamente solo. Nunca le reclamó y nunca lo hará, pero es algo que llevará en su corazón por siempre. —Hablaré con él más tarde—es su hermano, después de todo. —Bien. —Sé que es difícil para ustedes entender el comportamiento de Jayden, pero les pido que le tengan paciencia y comprensión. Él no está acostumbrado a convivir con las personas, así que le es difícil. Intenten integrarlo ustedes. —Nuestro deber es contigo. Si tú confías en él, nosotros también. —En cuanto a Ezra —mencionó, dirigiendo la mirada hacia Chad—, no es necesario que lo busques; estoy seguro de que aparecerá ante nosotros. Y cuando lo haga, lo lamentará. ≻────────────────────── ⋆ ⋆ ──────────────────────≺
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