Sofía
Salimos de casa de mis padres con el corazón más ligero.
Sabía que mis padres iban a aceptar nuestra relación, más que nada, porque yo era feliz y porque sabían que Mikhail me amaba tanto como para contarles la verdad.
Tal vez lo que no esperaba era verlo convivir con mi familia con tanta confianza, como si Mikhail hubiera pertenecido siempre a nuestra familia.
Mi padre estaba encantado con él y mi madre estaba feliz de que llevara a un chico por primera vez a casa, además de que mi hermano bromeaba con él como si tuviera mucha confianza en Mikhail.
Durante el camino al departamento, íbamos riendo por los chistes de Leonel y hablando de lo deliciosa que había estado la comida de mi madre.
Mikhail me miraba como si fuera su mundo entero y es que ahora él había encontrado una fam
