Damián
Observo a mí luna totalmente enojada, sus cejas fruncidas y sus pupilas completamente dilatadas.
-¡¿Me has secuestrado verdad, acaso también me asesinaras así como lo hiciste con mi hijo y espo-la abofetea, mi luna sin duda alza su mano y lanza un golpe con la palma abierta en su cara.
Plaf.
-¡Escúchame bien Liliana!-la sujeta del cabello -Tienes el atrevimiento de hacerme perder el tiempo, viniendo hasta mi departamento, vuelvo y repito con el afán de mostrarme unos videos los cuales no hay, te duermes por unos minutos, no te acuerdas de nada y ahora me estás calumniando, tratando de acusarme.-luce histérica.
-¡¿Con que mentalidad crees que yo mate a mi propio hermano?!-sisea con enojo, su cuerpo erguido, su pequeña cintura, todo es exitante.
-¡¿Eres una maldita perra!?-escupe en su cara.
Las luces empezaron a parpadear y mi sangre empezó a hervir del coraje, una simple humana trata con desprecio a mi luna.
Ella le devuelve con la misma acción.
Por lo cual mi curiosidad por ella aumentó.
Sin duda ella será mia.
A los pocos segundos mi luna sale del departamento sin una pizca de curiosidad por lo que había pasado, como si no le importará nada.
Entre las sombras la seguí, ella se encontraba en su auto manejando a una velocidad considerable, de un momento a otro giro de volante cambiando totalmente de ruta, ahora a una alta velocidad, intrigado espere su movimiento.
Su auto salió disparado del puente, con una velocidad llegué a donde su auto salió prácticamente volando por los aires.
-Tanto te importan esos humanos al punto de querer matarte- susurre mientras miraba el río turbulento.
Es sencillamente Magnífico.
Gire sobre mis talones y con los brazos extendidos deje caer mi cuerpo, sin perder más tiempo nade hasta el auto, abri la puerta y vi el rostro de mi luna que lusia casi sin vida.
~†~†~†~†~†~†~†~†~†~†~†~
Verónica
- Lo siento hermanita tengo que irme- Mateo besa mi frente para luego dar vuelta sin mirar atrás.
-!Mateo no me dejes sola por favor¡-trato de perseguirlo pero mi cuerpo no se mueve.
-¡Mateo por favor!-vuelvo a gritar, mientras mis lágrimas se deslizan por mi rostro.
-¡MATEO!-grito con angustia.
Abro mis ojos exaltada, trato de calmar mi respiración mientras miro a todos lados desorientada.
Observo todo a mi alrededor me percató de una mirada intensa en una esquina de la habitación. Un tipo alto de cabello n***o y buen rostro varonil, luce solamente unos pantalones húmedos y el torso desnudo.
-Hola pequeña demente-pronuncia con la voz ronca, mi cuerpo se eriza por completo.
Lo miro molesta.
Recuerdo el agua entrando en mis pulmones tan dolorosamente, tanto que ahora mismo mi cuerpo se estremece del recuerdo.
-¿Donde estamos?-pregunto un poco curiosa.
-En mi casa-responde de lo mas normal.
Ladeo mi cabeza.
-Supongo que me ayudaste-susurro-Gracias, pero lo más ideal era de llevarme a un hospital.
-Claro lo que tu digas.
Lo ignoro por completo.
Veo que no traigo la misma ropa.
-Tu me has cambiado de ropa- inquiero mirándolo a los ojos.
Le romperé la cara si se atrevió a tocarme.
~†~†~†~†~†~†~†~†~†~†~†~
Damián
Desde una esquina de la habitación puedo notar como mi luna murmura cosas mientras reposa sobre mi cama.
Si, viaje hasta mi ciudad hasta mi manada hasta mi hogar, ahora reposa sobre mi cama, el sedante ya dejó de hacer efecto calculo que en unos minutos despertará.
-¡MATEO!-grita exaltada.
Mi sangre hierve del enojo, me acerco a ella lo más calmado posible empiezo a entablar una conversación con ella.
Donde estamos-pregunta curiosa.
-En mi casa-respondo de lo mas sereno
Ladea su cabeza confundida
-Supongo que me ayudaste-susurra-Gracias, pero lo más ideal era de llevarme a un hospital.
-Claro lo que tu digas-me limito a decir mientras observó su rostro.
Imaginar que está mujer horas atrás intentó matarse y ahora luce de lo mas tranquila.
-Tu me has cambiado de ropa- inquiere mirándome a los ojos.
-Me hubiera gustado, pero tranquila no lo hice-miento descaradamente.
No iba a permitir que nadie tocará su cuerpo a excepción de mía.
Giro sobre mis talones y salgo de la habitación poniendo el seguro, camino hacia la sala donde se encuentra mi nana quien me mira con cariño.
-Mi pequeño Damián-esboza una sonrisa.
Ella desde una edad temprana ha sido salvada de la maldición al encontrar su amor verdadero y tonterías.
-Hola nana-respondo mirando mi desayuno.
-Por cierto la chica que trajiste-inquiere dudosa.
-Si, es mi mate y luna de la manada-respondo mientras llevo un trozo de carne a mi boca.
Jugoso
-Entiendo, entonces la boda con la hija de Will se cancela.
Dejo con fuerza los cubiertos sobre la mesa.
-Puedo comer-siseo-Y la boda no se cancela, basta de preguntas.
-Lo siento mi niño.-su expresión luce decaída, respiró con fuerza.
Me levanto de la mesa estresado, sin duda el motivo que haya encontrado a mi mate no tiene que ser razón para cancelar la boda con Cristina hija de Will alfa de la manada Cold night más que una boda es un contrato de solo un maldito año con muchos beneficios mutuos.
A la distancia escucho gritos, insultos y golpes de mi luna.
~†~†~†~†~†~†~†~†~†~†~†~
Verónica
-Tu me has cambiado de ropa- inquiero mirándolo a los ojos.
Le romperé la cara si se atrevió a tocarme.
Me hubiera gustado, pero tranquila no lo hice-responde con descaro.
Gira sobre sus talones y sale de la habitación.
-Oye, dónde rayos vas-escucho como le pone seguro a la habitación.
Intentó levantarme de la cama pero no tengo idea desde cuándo mi cuerpo es tan pesado de mover que caigo en el intento. Eso me ha cansado y dolido a la vez.
Mi cuerpo está débil, como puedo llegó hasta la puerta intento abrirla y es imposible está con seguro.
-Maldicion-doy un golpe a la puerta.
-Esto tiene que ser un puto juego -grito frustrada mientras golpeo la fuerza.