La habitación quedó en completo silencio, cuando Jessica formuló la pregunta. —Tal vez sería mejor que salgamos y esperemos afuera a que ustedes hablen tranquilas —sugirió Ryan. —¿Está tu primo al tanto de todo lo que ocurrido? —indagó Jessica a su amiga. —Sí, Jess. Él lo sabe. Fue quién te trajo al hospital. Por fracciones de segundos recordó el momento antes de desmayarse, era cierto. Había caído prácticamente a sus pies. —Te has tardado mucho en contestarme, Arlene. Así que le preguntaré a él. No tiene necesidad de mentirme. Su mirada se cruzó con la Ryan. —¿Tengo que hacerla de nuevo? ¿Sabes por qué me operaron? Ryan respiró profundo, por primera vez en mucho tiempo estaba sin palabras. —Yo solo sé lo que ha dicho el médico —su voz fue calmada. —¿Y qué fue lo que dijo?

