La victoria sobre la Manada de Hierro había sido más fácil de lo esperado. La batalla había sido intensa, pero una vez que Darius fue expuesto como el traidor, la moral de la manada enemiga se desplomó rápidamente. Sin embargo, en lugar de sentirse aliviado, Kael y Sky estaban preocupados. Kael miraba al horizonte con una expresión pensativa. —Algo no encaja —murmuró, su voz cargada de incertidumbre—. La Manada de Hierro debería haber luchado con más tenacidad. Sky, cuyos sentidos estaban agudizados por las visiones inquietantes, asintió lentamente. Sus ojos seguían las sombras que se alargaban y se retorcían por el bosque. —Es como si... como si hubieran querido que ganáramos —dijo, su voz temblando ligeramente. Esa noche, mientras el campamento se acomodaba para descansar, Sky fue d

