Pablo nos lleva hasta los asientos delanteros donde enciende el auto y nos marchamos, arrasando con los autos que intentan bloquear nuestro camino. Mientras él conduce, yo tengo el control que tanto me enseñó como usar estos meses. — Necesito que lances las balas que están en la parte trasera del vehículo. Debemos movernos rápido antes de que nos acorralen. — ¿Cómo que nos acorralen? — pregunto confundida. — Tenemos varios vehículos extraños frente a nosotros — dice Pablo y yo levanto la mirada del control remoto, para notar que frente a nosotros hay unos autos que se han detenido. De uno de estos, un hombre con su ropa impecable, sale y nos sonríe. Sabía quién era. Porque aunque tenía el mismo rostro de Charles, me miraba con tanto odio que no podía ser mi hermano. Aunque Charles no

