Capítulo 2

1910 Palabras
QUINN —¡Hola! —dije alegremente. Brandon sonrió cuando me acerqué a él. —Hola —dijo con tranquilidad —¿Ya entraste? —Uh, sí —dije —. Solo por un segundo. —Genial —dijo —. Supongo que vamos. Dejó su bolsa junto a mi silla y luego se quitó la camiseta para tirarla al lado. Aparté la mirada mientras caminábamos hacia la parte poco profunda de la piscina. —Gracias por venir hoy. Todos los demás se rajaron —dije mientras entrábamos al agua. —¿Nadie más viene? —preguntó. Sacudí la cabeza. —Oh —dijo en voz baja. Nos adentramos lentamente en el agua, y me dirigí al lugar donde había encontrado a Kent y Tyler hace unos minutos. Afortunadamente, Michael había desaparecido. No quería hacer esto más incómodo. Brandon me siguió en el agua, y nos detuvimos cuando llegamos a la pared del fondo. —Entonces, uh, ¿qué has estado haciendo?—pregunté. Se encogió de hombros. —Trabajando en el coche de mi abuelo —dijo. —Genial —dije. “¿Por qué soy tan torpe?” pensé. “Porque Brandon es un perdedor,” me provocó Sapphire en mi cabeza. Puse los ojos en blanco. “¿Por qué es un perdedor?” discutí con ella. “No tiene nada a su favor. Terminará sin hacer nada con su vida. Tú puedes hacerlo mucho mejor,” razonó ella. —Tierra llamando a Quinn —dijo Brandon, sacándome de mi discusión con mi lobo. —Oh, lo siento —dije. —Está bien —dijo. Se apoyó contra la pared de la piscina, descansando fácilmente sus brazos a lo largo del borde. —Entonces —comenzó, pero fue interrumpido por alguien gritando. —¡Bomba va! Segundos después, nos golpeó una ola de agua cuando alguien saltó al agua justo encima de nuestras cabezas. —¡No está bien! —gritó Brandon. Me limpié el agua de la cara con frustración por segunda vez. Cuando parpadeé, Michael estaba frente a mí con una sonrisa arrogante. El agua goteaba por su pecho tonificado. —Lo siento por eso, Quinn —se rió. “¿Lo conoces?” me preguntó Brandon. “No, bueno, algo así….” respondí. —Parece que encontraste un amigo —Sonrió Michael. Le lancé una mirada molesta. —Sí, así que puedes irte —le dije. —¡Vaya, eso no es divertido! —se quejó. —¿Cuál es el daño en hacer nuevos amigos? —No necesito nuevos amigos —dije, cada vez más molesta. Brandon me miró extrañado. —Está bien —dijo Michael —. Pero me hieres, Quinn. La sonrisa superior nunca abandonó su rostro, pero se dio la vuelta para dejarnos. Mis hombros se relajaron un poco. Brandon lo observó irse antes de decir algo. —¿De verdad conoces a ese tipo? —preguntó. —Quiero decir, un poco —le dije —. Acabo de conocerlo. Nuestros hermanos son amigos, y se encontraron. —Deberías mantenerte alejada de él dijo Brandon con una mirada irritada. —¿Por qué? —le pregunté. Claro, Michael era lo suficientemente seguro y atractivo como para hacer una combinación peligrosa, pero se sentía extraño viniendo de Brandon. Se paró frente a mí, encerrándome entre sus brazos. Lo miré un poco con los ojos abiertos. —Eres demasiado buena persona para andar con un tipo así —dijo, su voz más baja. —¿Q-qué quieres decir? —tartamudeé accidentalmente. —Eres demasiado buena y blanda. Un tipo así toma a chicas como tú, las mastica y las escupe. Es solo un idiota que le gusta usar su poder para romper a otras personas —dijo Brandon. —¿Cómo lo sabes? ¿Qué poder? ¿Lo conoces? —pregunté. Sus brazos se tensaron mientras agarraba la pared a ambos lados de mí. —No importa. Solo mantente alejada de él —dijo. Estuve callada por un momento mientras sostenía mi mirada. Finalmente, miré hacia abajo. —Eso suena como algo que un novio le dice a su novia —murmuré. Se encogió de hombros, alejándose de mí. —Tal vez —dijo. —Entonces, uh, ¿qué quieres hacer?—pregunté, tratando de que las cosas volvieran a la normalidad. —Honestamente —dijo, mirando alrededor —. Creo que me voy a ir. Pensé que vendría más gente. Esto está un poco aburrido. —Oh —dije —. Lo siento. Sí, deberías irte. Me sentí decepcionada. Con un gesto, Brandon se dio la vuelta y salió del agua de nuevo. Me quedé allí viéndolo alejarse, sintiéndome como una perdedora. —Eso fue rápido —dijo alguien detrás de mí. Me di la vuelta para ver a Michael sentado en el borde de la piscina. Rápidamente enmascaré mi decepción. —Tenía otras cosas que hacer —mentí. —Estás mintiendo —dijo Michael, con una sonrisa volviendo a su rostro —.Tu ritmo cardíaco se aceleró. —No tengo que decirte nada —dije. Me volví para buscar la escalera más cercana. Sería mucho más rápido que caminar de regreso fuera de la piscina, y quería escapar para sumirme en mi miseria a solas. —No tienes que ser así —dijo Michael —. Solo estaba jugando. No quise hacer que se fuera —Eso me sonó a mentira. —No le hiciste hacer nada —dije por encima del hombro. Empecé a alejarme lentamente hacia la escalera. El agua salpicó detrás de mí, y Michael me agarró del brazo. —Hey —dijo, tirando de mí hacia atrás —. Lo siento; eso no fue agradable. Estaba aburrido y solo jugando. —No importa —dije, frunciendo el ceño. Estaba triste porque Brandon decidió irse, pero eso no era exactamente culpa de Michael, y no era justo desquitarme con él. —No estés triste; no vale la pena pensarlo —dijo. —Solo voy a esperar a mi hermano —dije, soltando mi mano. Michael me soltó y observó mientras me alejaba. Podía sentir su mirada sobre mí todo el camino de regreso a la silla. Me dejé caer en la silla y saqué mi libro de la bolsa. Intenté leer de nuevo, pero estaba demasiado frustrada con todo el día. Miré las palabras frente a mí, pero quince minutos después, me di cuenta de que solo había estado leyendo el mismo párrafo una y otra vez y aún no sabía qué decía. Dejé caer mi libro en mi regazo, molesta. Escaneé el área de la piscina buscando a mi hermano; ya habíamos estado aquí suficiente tiempo. Quería irme a casa. Cuando finalmente lo encontré, él y Tyler estaban saltando en la parte honda. Me levanté y caminé alrededor de la piscina, llamándolo. —¡Hey, Kent, vámonos! —dije. Él se reunió conmigo en el borde de la piscina. —¿Por qué? —preguntó. —Porque quiero irme, así que nos vamos —dije. —Tu hermana es un fastidio —dijo Tyler, acercándose a él. —Estoy hablando en serio. Nos vamos —dije. —Podemos irnos cuando entres aquí y me atrapes —se rió Kent. —No voy a entrar para atraparte —le dije —¡Despídete y vámonos! —¡No! —gritó. Se empujó de la pared y nadó lejos de mí. Tyler se rió y lo siguió. Alcé las manos al aire con frustración. Esto no podía estar pasando. Regresé a la silla y me dejé caer. Cerré los ojos, recostando la cabeza. Mi hermanito era un mocoso. —Si quieres que salgan de la piscina para que puedas irte, puedo lograrlo fácilmente —dijo Michael. Abrí los ojos para verlo mirándome. —Dudo que puedas hacer que escuchen así —le dije. Michael sonrió. —¿Te gustaría apostar? Solo me reí de él. —No, en serio. Te apuesto a que puedo. —Está bien, demuéstralo. Crucé los brazos sobre mi pecho, y sus ojos se desviaron hacia abajo por un segundo. —¿Qué obtengo si gano? —preguntó. —¿Qué quieres? —respondí. —Tu número de teléfono —dijo, su sonrisa creciendo más. Puse los ojos en blanco. No había manera de que mi hermano fuera a escuchar. —Está bien, haces que mi hermano salga de la piscina y se vaya conmigo, y puedes tener mi número de teléfono —dije —¿Qué obtengo si fallas? —Te dejaré en paz —se encogió de hombros. —Trato —dije rápidamente. Me guiñó un ojo antes de girarse y caminar hacia la parte honda donde nuestros hermanos menores jugaban en el agua. Llamó a Tyler al borde de la piscina y se inclinó, susurrándole algo al oído. MICHAEL —Nos vamos —le dije a mi hermano —. Y antes de que digas algo, le diré a mamá sobre el porno de vampiros debajo de tu colchón si no le dices a tu amigo que es hora de irse. —Eres un monstruo maldito —dijo Tyler. —Pruébame —sonreí. Mi hermano menor era el favorito de nuestros padres, pero eso solo me enseñó cómo salirme con la mía. Tyler me miró con el ceño fruncido, sabiendo que había ganado esta vez. —Además, eres demasiado joven para todo eso. ¿Cómo se sentiría tu pequeño amigo al respecto? —Mis ojos miraron al hermano pequeño de Quinn por un segundo antes de volver al mío. —Está bien, nos vamos —gruñó Tyler. Se dio la vuelta y tuvo una conversación en voz baja con el hermano pequeño de Quinn. Esperé hasta que se dirigieron a la escalera más cercana para salir antes de regresar caminando hacia Quinn. Ella estaba sentada con la boca abierta. "Tenemos algo para llenar eso," comentó Eros. Contuve la risa que amenazaba con escapar. "Se vería genial de rodillas haciendo esa cara," respondí. —¿Cómo... —Gané —dije con alegría. Tyler y el hermano menor de Quinn se acercaron a nosotros. —Vamos —murmuró Tyler. —Los veré al frente —dije —. Quinn tiene algo para mí. La miré de nuevo, y estaba sonrojada. No podía decir si era por frustración o timidez, pero era lindo. —Agarra tus cosas, Kent —le dijo a su hermano menor —. Deberíamos irnos. Él recogió su bolsa. —Iré a esperar al frente con Tyler —dijo. Ambos se alejaron, dejando a Quinn y a mí solos. —Entonces —dije, balanceándome sobre los talones —. Sobre tu número. Se levantó y metió un libro en una mochila. Se dio la vuelta mientras se ponía una camiseta grande. Se colgó la bolsa al hombro antes de girarse hacia mí, extendiendo la mano con expectativa. —Teléfono —dijo. Saqué mi teléfono del bolsillo y se lo pasé. Estuvimos en silencio un minuto mientras ella ponía su número en él. Me lo devolvió, murmurando. —Gracias. Era desafiante un momento y educada al siguiente. Todas sus emociones estaban escritas ahí mismo en su rostro a pesar de su intento de ocultarlas. Se apresuró hacia la salida. Abrí mi teléfono y verifiqué lo que había puesto. Para mi sorpresa, era un número de teléfono real. Sonreí mientras metía mi teléfono en el bolsillo y fui a recoger mis cosas. "Ya te tengo, Quinn," pensé. "Sí, la tenemos," coincidió Eros.
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