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La Curiosidad Enamoró a la Diosa

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arranged marriage
drama
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diosa de la luna
mitología
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Descripción

Alida es una aprendiz de diosa, ella no da ni una sola, es un poco torpe, suele estropear las tareas que sus maestros le ponen, es apasionada, curiosa pero sobre todo distraída, ella se encuentra en entrenamiento por lo que, acude al liceo donde estudian los que desean convertirse en dioses, ninfas, sirenas y todo tipo de criaturas mitológicas de todos los lugares, es por ello, que un día de entrenamiento se encuentra con unos mortales enamorados, lo cual, la hace pensar en el amor y en lo que conlleva estar enamorado, ella nunca lo ha sentido, a decir, verdad, ella nunca se había enterado que aquello existía.

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Capítulo 1
Levantó su delicada mano hacia el cielo y un círculo de poder se formó de color azul turquesa sobre su palma, respiró hondo, estaba de pie con los ojos cerrados dejando solo ver sus largas y negras pestañas, trató de aumentarlo, concentrar su energía en un círculo un poco más grande, un brillo blanco comenzó a rodearla y la luminosa esfera flotó pero en un segundo pasó a convertirse a una de color rojo, se escuchó un trueno y salió disparado ese poder rebotando en una de las ramas de un Chole, cubrió su cabeza con sus manos tratando de proteger su largo cabello de color azul cielo bañado en plata, se tiró al piso cuando vio que había rebotado sobre una piedra justo enfrente y se dirigía hacia donde ella estaba, chocó contra el tronco y salió dispersa en muchos fragmentos que se fueron volando como estrellas fugaces hacia un lago que se encontraba cerca y escucho un grito. Abrió uno de sus ojos, eran de color morado, apretó los labios y mordió su pulgar, algo había salido mal, se levantó de la tierra flotando y de puntillas se acercó a donde escuchó las quejas de un mortal que había sido víctima de su ensayo para controlar su poder, camina con sigilo como si sus pasos se pudieran escuchar, llegó hasta un arbusto y se escondió atrás de sus ramas. — ¿Alexander, estás bien? — vio a una chica que se acercó a donde estaba un muchacho tirado —Sí— se sobó la cabeza. —¡WOWW! — ella suspiró —Me protegiste para que no me pasara nada— le tomó la mano. —Por ti...— sostuvo su rostro por la barbilla para que lo viera a los ojos —Hago lo que sea, cruzaría océanos, pelearía con quimeras y dragones. —¿Por qué harías eso? — le sonrió y desvió su mirada al piso. —¡Porque estoy enamorado de ti! Alida llevó sus manos a la boca y desde su escondite comenzó acercarse para escuchar a detalle lo que decían, siempre ha sido curiosa y le gusta hacer preguntas de lo que no conoce y esas palabras la habían intrigado al desconocer su significado. —¿Estas enamorado de mí? — preguntó la chica mientras se veía un sonrojo —¿Cómo lo sabes? —Lo sé porque...— hizo una pausa y le sonrió —Mi mundo se paraliza cada vez que me acaricias, el tiempo deja de existir a tu lado, mis manos, mis pies, mi estómago, mi cuerpo me hormiguean cada vez que estas cerca, me vuelvo torpe y sólo pienso en estar cerca de ti— se aproximó a ella y atrajo su cara —Quiero besarte y que descubras lo que esconde mi alma, que mis labios y caricias sean la demostración de lo que siento por ti, porque las palabras no alcanzan a expresar todas estas emociones que me provocas. La pareja se veía sonrojada y con la mirada la diosa imito sus movimientos como si fuera a ella a la estuvieran besando, movió la cabeza de la misma forma y mordió sus labios que no eran acompañados por los de alguien, se detuvieron y se rieron mientras el muchacho jugaba con el cabello de aquella mujer. —Creo que también estoy enamorada de ti— miró al piso, pero atrajo su mirada haciendo que sus ojos se cruzaran. —Pero me da miedo— la espía que estaba escondida sacudió su cabeza confundida, mordió su pulgar y se aproximó un poco más. —A mi lado jamás lo tendrás amada mía, te quiero proteger, cuidar de ti, te quiero abrazar, rodearte de mis caricias para que no vuelvas a sentir temor alguno— la abrazó. —¿Siempre lo harías? —Te lo juro por la eternidad, eres mi tesoro más valioso, me costó demasiado trabajo encontrarte, no todos descubren quién es su mitad con la que se complementan— entrelazó sus dedos con los de ella. —¿Estarías dispuesto a dar todo por mí? —Doy todo, hago todo, pasaré cualquier prueba que el mundo me quiera poner, haré lo que me pidan los dioses si con eso demuestro lo mucho que te amo, porque sé que somos almas gemelas que están destinadas a estar juntas. —Prométemelo por la eternidad.- Suspiró la chica —Hasta el fin de los tiempos— la tomó en sus brazos y la besó hasta que la recostó sobre el pasto y recorrió con sus labios la piel de ella en lo que se escuchaban un suspiro, se separaron —No hay mujer más bella que tú. —Se lo has de decir a todas. —Sólo tengo ojos para ti. —Pruébalo— jugó con su cabello enredándolo en su dedo. —A ti te veo con amor, por eso te conozco a la perfección sé que te gusta cantar mientras vas por el agua y que tu nariz se arruga un poco cuando ríes demasiado, cuando te molestas aprietas los labios y cuando estas nerviosa juegas con tu cabello, nadie te conoce mejor que yo porque mis ojos sólo están sobre ti, te quiero a ti y sólo a ti, te quiero robar para que seas mía y de nadie más para poder despertar a tu lado, que seas mi mujer y que ningún hombre pueda tenerte. —También lo quiero— le sonrió. —Quiero acariciar cada rincón de tu ser y que formemos una sola alma, quiero que los Dioses sientan envidia de nuestro amor. Alida apretó los labios su rostro se veía rojo y entrecerró los ojos —¡Pues ya siento envidia! — se tapó la boca y se movió rápido cuando vio que había llamado su atención. —¿Escuchaste algo? — el muchacho comenzó acercarse. La diosa flotó y comenzó alejarse, fue hasta las copas de los Cholees más altos, caminaba sobre el aire como si subiera una escalera invisible, su cabeza le daba vueltas y la pregunta ¿qué es enamorarse? Era la que más resonaba en sus pensamientos, siguió hasta las nubes y llegó a un verde prado, sus pies descalzos tocaron el suave césped y siguió su camino hasta una reja dorada, abrió la puerta con una llave que traía en el cuello. —¡Hola! — la saludaron las flores —¿Que es enamorarse? — se detuvo y tomó su barbilla —¿Los besos son suaves? — nadie le respondió, siguió su caminar. —¡Alida! — le gritaron, pero ella no volteo hasta que la tomaron por el hombro —¿Si me escuchas? —Chole, perdón estaba distraída. Le sonrió una chica con la piel verde pistache, su cabello era castaño oscuro era una ninfa bastante alta y más cuando estaba cerca de la diosa que no lo era —¿Ahora qué pregunta atormenta tu cabeza? — soltó una risa por que conocía la gran curiosidad que posee su mejor amiga. —Bueno, es que...— volteó alrededor para saber que nadie la escuchaba —Estaba en la tierra en donde los mortales viven, en uno de sus bosques practicando los ejercicios que me dejó Zeus— apretó sus labios y dió un desplante con los pies haciendo una rabieta. —¿Aún no puedes hacerlo? Negó con la cabeza —Lo intenté, pero...— agachó su mirada —Empiezo a creer que Lucas tiene razón, soy una torpe, soy la diosa de la distracción, eso sólo provoca muerte y perdición quizá debo de irme a su grupo, Calista será mi nueva mejor amiga así causaríamos desgracias a los mortales. Chole soltó una carcajada —No seas tan exagerada, sólo necesitas practicar un poquito. —Casi daño a dos humanos con mi poder, bueno a uno por que ese muchacho protegió a... — hizo una pausa —No sé, es que...— mordió su pulgar y movió sus ojos en todas direcciones —La llamó su amada y le dijo...— volteó alrededor, se acercó a ella a manera de susurro como un secreto y al oído pronuncio las palabras que había escuchado —Estoy enamorado de ti. —Eso hacen los mortales— volteó a verla y vió que los ojos de su amiga estaban abiertos sorprendidos y se veían más grandes con sus largas pestañas —Es algo común. Dio un desplante con el pie y se cruzó de brazos —¡Que se creen! ¿Qué es eso de enamorarse? ¿Por qué creen que los dioses sentimos envidia de... De... De... ¿De “esa” cosa? —¿Esa es tu nueva duda? Yo no lo sé, las ninfas no nos preocupamos por eso, lo peor es que ahora no la sacarás de tu cabeza hasta que lo hayas comprendido. —Es que hubieras visto— se detuvo, quería explicarle todo lo que vió —Le dijo que mataría quimeras y dragones para estar a su lado ¿por qué alguien enamorado haría eso? —Para proteger lo que lo tiene enamorado, eso debe de ser, pregúntale a Aidé es la más lista de nuestras amigas. —Es que fue extraño, le habló...— abrió la boca intentando buscar las palabras para describirlo, mordió su pulgar antes de soltarlo para continuar —No sé, como bonito, quiero que alguien me hable así y se tocaban mientras le hablaba de esa forma, acercaban sus cuerpos, rozaban piel con piel y sus bocas se entrelazaban en lo que llamaron "Un beso" me encantaría saber que se siente eso, ser besada. Su amiga apretó sus labios para no reírse, pero siempre encontraba divertidas sus preguntas y su deseo por conocer y sentir como los mortales —Quizá cuando te nombren diosa te dejen buscar un humano para hacerlo, muchos dioses se han relacionado con ellos, pero no podrás estar frente a uno hasta que te den tu título y tu nombre sea pronunciado por los seres de la tierra, conoces las reglas para los sacratus, no nos dejan que nos vean los mortales. —Sacratus que palabra más fea para los aprendices de dioses, Tenea debió buscar otro título, al menos a nuestros mentores los nombraron didaskalos. —De todas las protestas la vida es hermosa, deja de hacer preguntas sólo disfruta y vamos al liceo se supone que vine a buscarte por que tu guía Dorian te ha buscado y sabes que es un dios que sólo te busca cuando es el momento indicado. —Será mejor que vaya. Emprendieron rumbo a un edificio que no tenía muros, tenía pilares y lo rodeaba un hermoso lago, con flores y vegetación alrededor, las nubes circulaban alrededor de ellos y a nadie parecía molestarle, pasaron por un pequeño puente que conectaba esa isla en donde se encontraba el liceo, atrás de este se podía ver imponente y enorme el Olimpo y si se aproximaban a la reja que lo rodeaba podían ver a todos los dioses nombrados y pronunciados. Cualquier sacratus tiene prohibido entrar hasta que obtenga su rango, la mayoría de los que se preparaban les gustaba acercarse para soñar en compartir el lugar con dioses poderosos como Zeus o su esposa Hera dioses griegos pero no eran los únicos también estaba Odín y su esposa Frigg deidades nórdicas o egipcios como Ra o la diosa Maat, Quetzalcóatl dios azteca también formaba parte del selecto grupo juntó con Júpiter mejor conocido como Jove, Herecura diosa celta es otra integrante y esos son algunos de los de los didaskalos dedicados a formar nuevos miembros para mantener la paz en cada uno de los universos, porque una tierra sin ningún dios es un lugar condenado al fin, a la destrucción convirtiéndose en tierras olvidadas, perdidas, destinadas a la ruina y a la perdición. En la isla del liceo caminaron hacia una de las orillas Alida debía encontrarse con Dorian su didaskalo personal, cada estudiante tenía el propio a pesar de que aprendían de todos los demás, pero este era un guía propio que orienta al sacratus para descubrir qué tipo de poder posee, de algunos era fácil como Chole que se convertirá en una ninfa de los bosques, pero el caso de la chica de ojos morados no era el mismo, era la única de los miembros que desconocía su habilidad especial. —Llegas justo a tiempo— Dorian miró el reloj de oro que traía siempre en su mano derecha, tenía un largo cabello quebrado de color n***o que llegaba a su hombro y de su espalda resaltaban dos alas, el dios del momento adecuado y de lo oportuno la saludo. —Estaba practicando— agachó su mirada. —¿No te salió bien? — ella negó con la cabeza —Descuida, todo llega en el instante correcto, ten paciencia, la ventaja que tienes buenas amigas que te apoyan— le sonrió a Chole. —También debo practicar. —No vayas lejos, presiento que pronto todos seremos llamados— el dios le guiñó un ojo mientras veían que se iba. —¿Para qué nos llaman? — preguntó curiosa mientras jugaba con su largo cabello azul. —No lo sé. —¿Y por qué estás seguro? —Porque se justo donde debo de estar— se sentó en una banca y contemplo el lago —¿Nuevas dudas? —Quizá. —No tienes que decirme, lo harás... Después, yo sé que lo harás, ¿qué fue lo que te salió mal? —Bueno— jugó con sus pies —Tenía todo controlado eleve mi energía como dijo Zeus, seguí los consejos de Odín para respirar, pero fracasé justo como predijo Lucas— se sentó en el pasto —Creo que tienen razón, soy un fracaso ¿por qué no puedo hacerlo bien? — volteó a verlo y él sólo se limitó a sonreírle —Ya sé, no digas más "No es el tiempo". Asintió con la cabeza mientras ella se cruzaba de brazos y le daba la espalda —Mantén tu concentración, siempre te distraes. —¿Perdón que dijiste? — se sonrojó y lo miró antes de acomodar su largo cabello —Es que todos se están moviendo, parecen que van a un lugar ¿a dónde van? ¿Te dijeron algo? — se puso de pie y se paró de puntitas con su mano tapó el brillo del sol para ver más lejos —Deberíamos ir— iba a dar un paso. —¡Alida! — le hablo fuerte y tomó su reloj —Quédate aquí. —¿Por qué? — apretó sus labios e hizo un puchero —Sólo quiero saber qué pasa. —No estas lista— siguió contemplando el reloj —Ahora sí, ve para allá ve hasta el frente que te vea Zeus quizá si estas presenten y te ve intentándolo probablemente no te ponga un castigo por esta última falla. Le sonrió —Gracias, prometo no decepcionarte, de verdad lo intento con todas mis ganas. Se puso de pie y camino hacia el otro lado —¿Tú crees? — le habló sin voltear a verla y siguió su andar La diosa se quedó en silencio, ¿por qué le pregunto eso último? Pensaría que no da su máximo esfuerzo, volteo a donde estaban sus compañeros y corrió para no perderse lo que ocurría. Pasó por el puente y recorrió las verdes praderas, llegando a las puertas que daban al Olimpo, Zeus estaba ahí parado en la entrada mientras hablaba con Ra y Jove parecían discutir un asunto importante, todos los sacratus estaban ahí parados y platicando a manera de susurros lo que pasaba "Es un mortal" escucho la voz de voz de una chica "¿Le darán una oportunidad?" Alcanzó a oír otro comentario "Es imposible" y conforme se acercaban esas pláticas se hacían más vivaces "¡Que atrevimiento!" Se situó a lado de Delia hija de uno de los titanes con cabello n***o amarrado en una trenza. —¿Que ocurre? —¿No lo sabes Alida? — ella negó con la cabeza —Un mortal llegó cerca del Olimpo y estuvo gritando al cielo los nombres de todos los dioses, les rogó durante todo ese tiempo que se le diera oportunidad de convertirse en un sacratus. —¿Cómo pasó eso? ¿No estarán pensando en dársela? —Todos los dioses están reunidos y discuten eso, al parecer el mortal se ha negado a dormir para que Zeus le brinde una oportunidad, le trataron de poner condiciones, que llegara a Olimpia sin probar bocado pensando que con eso perdería el interés, pero lo ha logrado, pero no están satisfechos creen que no es suficiente y otros piensan que sí, eso es lo que discuten— señalo a las deidades. Thor con el estruendo de su martillo hizo callar a todos los presentes dejando el lugar en absoluto silencio, Jove con un movimiento de sus manos hizo aparecer nubes densas que cubrieron a todos los que se encontraban ahí se vio la luz de un rayo y el estallido de un trueno, todos cerraron los ojos por el cegador destello y algunos se cubrieron con sus manos, abrieron poco a poco los ojos y se dieron cuenta que se encontraban en el santuario de Zeus en Olimpia en una especie de estadio construido de piedra y roca. —¿Querías una audiencia conmigo? — le habló la divinidad a un joven que se encontraba en la arena. —Si, le agradezco que me dé... —Nadie te ha brindado nada— interrumpió Ra con un tono firme y seguro, el dios del sol con cabeza de halcón y cuerpo de humano —Estos son los sacratus— señalo las gradas donde estaban sentados llamando su atención —¿Tú crees tener la capacidad para convertirte en uno de ellos? —Todos deberían de tener la oportunidad de probarse— una serpiente emplumada de color verde y rojo se levantó desafiando las palabras del dios egipcio sus ojos brillaban como dos rubíes rojos en llamas —Muchos nacieron mortales, pero demostraron ser creadores cuando se les probaba. —Apoyo a Quetzalcóatl, los celtas lo acogerán de ser necesario— se paró frente al chico Herecura una mujer bella de cabello dorados, sus ojos demostraban tenacidad. —Es una falta de respeto que se quiera comparar con nosotros— Thor lo señalo con su martillo, lo sostenía con una mano, de grandes músculos de cabello castaño oscuro largo que le llegaba hasta el hombro Todos los dioses comenzaron a discutir al mismo tiempo —Al menos no mintieron cuando dijeron que era guapo, me empieza a gustar— lo susurró Delia. —¿Guapo? ¿Por qué es guapo? ¿Por qué te gusta? — mordió su pulgar Alida Ella tapó su boca para contener su risa —Míralo— lo señalo —Es alto tiene el cabello n***o tiene el porte de un verdadero héroe como Odiseo o Aquiles, delgado pero fornido debe tener lindos ojos ¿cómo no te vas a enamorar de un hombre así? — deslizo sus manos por su cuerpo ardiendo en deseo. —¿Enamorar? — susurro ella —¿Una mujer se enamora de hombres así? —Cualquier mujer lo haría y más si fuera lista. —¡Silencio! — hablo Zeus y su voz retumbo como un trueno dejando en completa calma todo, paso sus grandes manos por su cabello rizado blanco, miro con sus ojos azules al mortal que lo había convocado —Tu nombre. —Soy Mateo Verser. —¿Por qué quieres ser un sacratus? —Vengo de un lugar muy lejano— se dirigió el joven a todos los presentes —De las tierras olvidadas— se hizo un murmullo por todo el lugar —Nuestro rey hizo a un lado a todos los dioses. —Los mortales creen que no nos necesitan— bufo Thor —Era nuestro rey, confiamos en él por eso los olvidamos y los ignoramos, después de hacer esto y no conforme con que el reino sucumbía a la perdición ese mismo soberano partió un día abandonando sus tierras por culpa del veneno de una mujer, lo corrompió y lo hizo claudicar a todos los deseos carnales. —Las mujeres podemos ser muy malas— le mandó un beso Afrodita mientras acomodaba su rizada y rubia cabellera. —Lo sé— apretó los labios —Ya no tenemos rey, no tenemos ningún dios en poco tiempo se convertirá en cenizas ese lugar y será un vago recuerdo de algo que existió, por eso estoy aquí, frente a ustedes mi tierra necesita una deidad algo que recupere su fe, me eligieron su héroe de entré todos los miembros y emprendí este largo viaje para ser digno de probarme ante ustedes— se arrodilló frente a ellos y desvaino su espada, la sostuvo en alto con su mano derecha —Quiero que me den la oportunidad de demostrar mi capacidad, déjenme ser el salvador de mi pueblo. —No eres más que un mortal ¿Qué harías frente a las pruebas reales? ¿Qué poder usarías? No contemplas todo el panorama, ser uno de nosotros no sólo se trata de sentarse y atormentar humanos, se trata de usar tus poderes y tus capacidades, responde ¿Qué harías? Maat la joven diosa egipcia de la justicia tomó por el hombro a Ra —Los humanos tienen un poder increíble, hay que equilibrar las cosas, tú quieres saber si tiene la capacidad, él se quiere probar podemos hacer las dos— camino hasta donde estaba Zeus recogió su cabello n***o lo dejo atrás de su oreja, tenía en su cabeza una pluma y en su mano derecha sostenía un ankh la cruz egipcia de la vida —Propongo que se le haga una prueba, si logra pasarla y demostrar que tiene potencial para ser un sacratus se le otorgará ese honor. —Es un mortal. —Silencio Thor, termina por favor. —Gracias Zeus— volteo a ver la arena —Mateo si no pasas la prueba no sólo no te convertirás en un dios, perderás la vida y tu alma estará condenada a vagar por la oscuridad atormentado hasta el fin de los tiempos, esa es mi propuesta. —Es justa ¿los que estén de acuerdo? — Zeus volteo a donde estaban sus homónimos y vio que todos tenían levantadas las manos excepto por Quetzalcóatl que se limitó a levantar su cola —Mateo Verser, mortal que estas frente a nosotros te preguntaré ¿quieres tomar la prueba aun sabiendo las consecuencias de lo que pasará si fallas? —Mis altísimos, gracias y si la quiero tomar si regreso sin nada mi alma acabara vagando por mi enorme fracaso. —¿Cuál será la prueba? — pregunto Thor. —Debe ser algo difícil. —Herecura tiene razón, pero tiene que probar la nobleza de su corazón. —Pero un corazón noble no significa nada si no tiene el valor de usarlo Mateo— Ra se acercó a Zeus —Que sea como una carrera con obstáculos y pruebas tendrá que recorrer un camino, volver aquí, pero necesitaría un buen incentivo y no hay nada que demuestre su valentía y su noble alma como que rescaté a alguien. Los murmullos se hicieron en todo el lugar —¿Escuchaste? —Si ¿Pero que tiene eso de especial Delia? —¡Ay Alida! Escogerán a una mujer para que la salve y cuando lo logre el joven, guapo y noble héroe se enamorará de la persona que ayude ¿no te gustaría serlo? Llegaría te tomaría en sus brazos, te daría un beso, proclamaría su amor por ti y te haría sentir única, especial, quién haya conocido el amor querría eso. —¿Alguna voluntaria para ser rescatada? — pregunto Zeus y las manos no se hicieron escasas. —A mi— se paró la diosa de cabello azul cielo y comenzó a mover sus brazos —Yo lo seré— comenzó a flotar hasta donde estaban los dioses —Yo soy una buena voluntaria. —¿Por qué crees que lo serias? — contuvo la risa Maat al ver su entusiasmo. —Bueno...— comenzó a jugar con su cabello —Yo tampoco soy la mejor, siempre me equivoco y muchos no creen que soy digna de estar aquí— miró al piso. —Pero eres noble y tienes buenos instintos nunca te quedas con una duda y haces preguntas, sólo los que tienen la capacidad de pensar formulaban y buscan las soluciones a sus interrogantes, propongo a mi sacratus para que sea la indica, presiento que es la correcta. —Bien, si Dorian cree que es la indicada— volteó a ver a los demás miembros que parecían estar de acuerdo —Muy bien Alida serás nuestra damisela en apuros y espero que actúes como eso "Damisela en apuros" no puedes ayudarlo, tampoco usar tus poderes ¿comprendes eso? —Sí, claro ¿pero por qué no quieren que los use? —Sería ayudarlo y la prueba es para él. —Exacto Quetzalcóatl tiene razón— Zeus se dirigió al muchacho —Mateo Verser de los reinos olvidados deberás de pasar por una carrera de obstáculos y superar tres pruebas, rescatar a Alida y traerla de regreso sana y salva para demostrar que eres digno de convertirte en un sacratus ¿estás de acuerdo? —¿Para que la chica? —No soy "la chica"— le reprocho —Soy una diosa y deberías de agradecer que soy voluntaria para ayudarte— le sacó la lengua y se cruzó de brazos. —Esas son las condiciones no te debemos explicaciones si tu deseo es no tomar la prueba puedes irte. —La tomo con las condiciones que pongan— se levantó del suelo guardó su espada en su funda y levanto su puño al cielo su mano estaba apretada fuertemente, traía un pañuelo rojo que cubría su palma.

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