"Dios, Michael... Me encanta... Me encanta lo bien que te sientes. Es tan intenso. Tienes una polla enorme, Woods." Extendió la mano izquierda hacia atrás y la colocó sobre su muslo, mientras seguía girando su gruesa polla dentro de su coño necesitado... la mano derecha sobre su vientre. Sus caderas giraban hacia adelante y hacia atrás.
Michael, durante los últimos minutos, pudo sentir su coño rezumando su cremosa recompensa por su m*****o y pegándose a sus testículos. Después de varios minutos de montarla a lo vaquera...
"Gracias por... grrrrn... mantenerte... oh, Dios... ordenado y arreglado para mí ahí abajo... Mierda, Michael... te sientes... maravilloso... MierdaOhDiosMíoOhDiosMío... ¡Sí!"
Ella gimió y chilló al dejar de deslizarse sobre su regazo... Cerrando los ojos con fuerza...
