"No contesta", susurró con preocupación... Entró en la sala... saludando suavemente a su madre con el teléfono. Su madre se levantó y caminó hacia ella.
Su teléfono sonó...
Un identificador de llamadas desconocido... inclinó la cabeza mientras respondía la llamada...
"¿Hola?"
"Hola, linda niña."
"¡Michael!", chilló mientras se volvía hacia su madre con una sonrisa.
"Perdón por llegar tarde, guapa. Tuve un pequeño problema en Fort Worth. Tuve un accidente".
¡¿MICHAEL?! ¡¿Estás bien?! —gritó, con el corazón latiendo con fuerza, y tomó la mano de su madre—. ¿Dónde estás?
"Estoy bien, Amy... Solo un poco retrasado", rió entre dientes. "Oye... ¿crees que podrías venir a buscarme y llevarme a casa? Mi camioneta está destrozada".
"Dios mío", exclamó ella al oír su anuncio... y se tapó la
