Kaelin
Mi padre era alto, musculoso y guapo de una manera casual, casi juvenil, con cabello castaño claro y ojos azul-grisáceos. Había algo tan familiar en él aunque nunca lo había visto antes.
— Dominic y Alaric están practicando su rastreo otra vez — dijo.
— Lo sé. — Él rio. — Atrapé a Dom escondiéndose de Alaric en un arbusto de enebro.
— Vaya. — Ella soltó una risita. — Puedo imaginarlo. Esos chicos son tan divertidos.
Mi padre la acercó lo más que pudo. Su estómago ponía algo de distancia entre ellos, pero a ninguno parecía importarle. Se balanceaban suavemente juntos como si fueran empujados por una brisa ligera. Podía sentir la fuerza del amor que mi madre tenía por mi padre. Era como una cuerda fuertemente trenzada. Pero debajo de eso había una distante sensación de tristeza q
