El príncipe rojo.

Año xxxx época donde existían los últimos reyes, nobles y donde algunos países te consideraban un adulto al cumplir los 14 años listo para casarte, año donde aún no existía los billetes y simplemente se usaban las monedas como modo de pago, las monedas de cobre valían 1 dalia, una de bronce valía 10 dalias, una de plata valía 100 dalias, una de oro valía mil dalias y las de platino valían 10 mil dalias. Tadashi tenía una tía la cual se llamaba karmen, ella solía trabajar en la casa de los nobles o gente rica, pues pagaban bien, aunque no quería trabajar en esas casas, no tenía opción pues tenía una gran deuda por culpa de las apuestas que había hecho su esposo y para lo peor ese infeliz la abandono con esas deudas las cuales iban creciendo por los altos intereses. Cuando Tadashi tenía casi 9 años, mientras buscaba un trabajo para ayudar a su tía con los gastos de la casa, empezó a escuchar una voz, al principio él tenía miedo ya que pensó que se estaba volviendo loco. La voz la cual era de alguien de 20 años dice, no tengas miedo, ya te lo dije, tú y yo somos uno mismo, además no te preocupes yo solo deseo tu felicidad y alegría, yo solo quiero ayudarte, ya que, si algo malo te pasa a ti, o incluso si mueres yo también dejo de existir, así que no tengas miedo. La voz le dijo que le llamara Redsy, él le dijo que podía trabajar dando masajes de espalda o de pies, si seguía y hacia todo lo que él le diga, pronto podría abrir un negocio y empezaría a ganar mucho dinero y en algunos años podría pagar esa maldita deuda. Tadashi sin encontrar un buen trabajo y algo desesperado, decide hacerle caso y empieza a dar masajes, al principio tuvo algunos problemas, pero con el tiempo fue mejorando y al cumplir los 11 años logro convencer a alguien para que le alquilara un pequeño lugar donde pueda dar sus masajes. Tadashi empezaba a ganar bien, ya que tenía muchos clientes, en una tarde de 5 horas él podía ganar hasta 30 dalias, lo cual era mucho ya que 30 dalias se conseguían en 8 o 12 horas de trabajo, ya que el sueldo normal era de 1000 dalias por trabajar 30 días. Tadashi quiso que su tía Karmen lo ayudara en su pequeño negocio, pero ella le dijo que no, ya que ganaba bien es esa casa como sirvienta, además le prohibió que dejara la escuela ya que ella quería que Tadashi fuera un médico, para que ayude a las personas de este lugar, gente como el, los cuales no podían pagar un médico ya que esos malditos cobraban mucho. Cuando Tadashi tenía 12 años su tía karmen sufrió un accidente, o mejor dicho fue golpeada por un noble cuando ella se negó a acostarse con él, Tadashi estaba muy enojado pues no podía hacer nada ya que esas personas eran nobles, personas con poder. Como no tenía ningún otro familiar o a quien pedir ayuda, dejo de asistir a la escuela en las mañanas para dedicarse al 100% a trabajar dando masajes, ahora el ganaba 60 dalias por día, pero eso no era suficiente ya que los cobradores le quitaban cada día una buena cantidad de dinero, si esto continuaba no podría reunir el dinero para pagar los servicios de un médico para que su Tía Karmen sea curada. Un día, una mujer había escuchado sobre alguien que daba buenos masajes, como era dueña de un Spa, quiso contratarlo. Hola me llamo Beatrice ¿este es el lugar llamado Redsy donde dan masajes? Tadashi se sorprendió al ver a una mujer rica por estos lugares, pero al mismo tiempo estaba feliz, pues podría cobrarle un poco más. Si este es el lugar. Ella feliz dice. Al fin lo encuentro, dime ¿cuándo llegara el dueño? Tadashi sonríe y dice. Yo soy el dueño. ¿Qué? Beatrice estaba sorprendida ya que se trataba de un niño. Algo molesta dice. No bromees conmigo niño, dime donde está el dueño. Tadashi algo enojado dice. No soy un niño ya casi tengo 13 años, en un año mas ya seré un adulto. Beatrice algo sorprendida dice. Pero si pareces de alguien de 9 o 10 años. Tadashi enojado dice. Totovía sigo en crecimiento, ¿va a querer un masaje o no? Beatrice algo enojada decide probar para ver si es cierto lo que dice. Beatrice se sienta en una silla la cual no era de su agrado. Bien ¿quiere un masaje de pies o de espalda? Beatrice tenía un dolor de espalda por lo que pide un masaje de espalda. Tadashi sonríe y en su mente dice. Redsy hay que ir con todo. Ahhhh! Esto se siente tan bien. Si, ahí, justo ahí pon más presión, ¡¡¡Ahhhh!! eres demasiado bueno. Mmmm! Increíble niño tienes un talento natural. Masajea un poco más abajo, si justo ahí, sigue no pares. Al cabo de 10 minutos, Beatrice ya satisfecha dice. Increíble niño eso fue asombroso incluso me quitaste el dolor de espalda. Tadashi enojado dice. Ya le dije que no soy un niño. Beatrice se disculpa y dice. Lo siento, dime ¿cuánto es? Tadashi solía cobrar una moneda de cobre (1 dalia) por lo que no sabia cuanto cobrarle, así que dice. Usted decida ¿cuánto cree que valen mis masajes? Beatrice saca una moneda de plata y dice. Esto es lo que valen tus masajes. Dime ¿no te gustaría trabajar para mí? Tadashi toma la moneda de Plata y mirando la moneda dice. 100 dalias, son 100 dalias. ¿Oye me estas escuchando? ¿Niño? Tadashi se disculpa y dice. Lo siento, ¿qué me decía? Beatrice sonríe y dice. Trabaja para mi y te daré 1 moneda de plata por día, ¿qué dices? Tadashi estaba sorprendido. ¿Una moneda de plata por día? Bien trabajare para usted. Flor sonríe y dice. Bien, sígueme por favor. Tadashi algo nervioso sube al auto. Por otra parte, Beatrice estaba feliz, ya que algunas clientas habían solicitado recibir masajes de un jovencito, incluso le habían dado 5 monedas de plata para conseguirlo, ella estaba muy feliz pues consiguió a alguien talentoso y además ya no tenía que ir al orfanato para conseguir un niño y entrenarlo ya que había conseguido lo que esas mujeres habían pedido. Beatrice decide hacerle algunas preguntas para saber un poco sobre él. En eso suena el estómago de Tadashi, pues aún no había comido. Beatrice sonríe y de su bolsa de compras saca algunos postres los cuales pesaba comer después, ella se los entrega a Tadashi y dice. Veo que tienes hambre, comes estos postres. Tadashi sabía que esa comida era algo cara, por lo que no quiso aceptar ya que tenía miedo de que se lo cobraran después. Beatrice sonríe y dice. No te preocupes no are eso, así que acéptalo y cómelo, es una orden de tu jefa. Algo nervioso acepta los postres, mientras dice. En ese caso muchas gracias. Tadashi toma esos postres y empieza a comer. Beatrice aprovecha esto y empieza a hacerle algunas preguntas, sobre el lugar donde vive, su familia, su historia, etc. La razón por la que trabajo y deje la escuela es porque necesito dinero para pagar a un doctor, aunque me esfuerzo todos los días esos cobradores me quitan casi todo, mi sueño es poder conseguir una casa para mi tía para que no tengamos que preocuparnos del alquiler y poder vivir tranquilamente. Beatrice se compadece un poco por su situación, pero entonces decide usar esa información para aprovecharse de él. Al cabo de un tiempo llegaron a un estabelecimiento. Tadashi se sorprendió al ver ese lugar, pues era muy grande, al principio pensó que eso era una casa, ya que a los nobles y ricos les gustaba tener casas grandes. Tadashi al mirar la entrada, ve un letrero el cual dice, Club las manzanas, esto le pereció algo extraño, ¿no debería llamarse spa? Al entrar a ese lugar, Beatrice llamo a 2 empleadas las cuales llevaban una chaqueta delgada de manga corta color blanco, unos pantalones delgados color blanco, unas sandalias oscuras y tenían en la cara un antifaz, para cubrir un poco sus identidades. Bien quiero que lo bañen, preparen y le den una sesión de belleza completa y después quiero que lo traigan a mi oficina. Esas empleadas lo llevaron a un lugar para que se bañara y después de bañarlo ellas le pusieron en una camilla, algo que sorprendió a Tadashi ya que este lugar y estas cosas no se comparaban a su pequeño negocio de masajes que tenía. Ellas le cortaron el cabello, la uñas, lo volvieron a bañar otra vez y le pusieron ropa igual al de ellas, ya que esa ropa la podían usar tanto hombres como mujeres, lo peinaron, lo perfumaron y por último le pusieron el antifaz al igual que el de ellas. Ellas la llevaron a la oficina de Beatrice y se quedan atrás de Tadashi esperando otra orden de Beatrice. Beatrice estaba ahí revisando algunas hojas y al verlo, emocionada va hacia él, lo abraza y dice. Sabía que no me había equivocado, mis ojos no me engañaron, enserio te ves adorable, a las clientas les gustara esto. Bien, ahora te diré algunas cosas. Todas las mujeres que entren aquí son clientas, la mayoría de las mujeres que vienen aquí solo quieren descansar, pasarla bien, sentirse bellas, disfrutar del momento y relajarse, la mayoría tienen entre 15 a 50 años y una que otra supera esa edad, pero sin importar su edad, estado físico y actitud, nunca debes faltarles el respeto, y lo más importante es que sin importar lo que pase, no le digas a nadie quién eres o donde vives ¿quedo claro? Desde ahora tu nombre es Red por el color de tu cabello quedo claro ¿Red? Tadashi feliz de trabajar en un lugar como este, por la tecnología y limpieza que tenía este lugar, con una sonrisa dice. Claro que sí, desde ahora me llamo Red. Beatrice sonríe y dice. Bien, por último, no te quites el antifaz ya que eso sirve para reconocer a los que trabajan aquí. Es cierto, casi lo olvido. ¿Sabes dar masajes de cuerpo completo? Redsy le dice que responda que sí, talvez así se vuelva más valioso para el lugar. Tadashi sonríe y dice. Claro que sí. Beatrice se pone feliz y dice. Bien como ya tienes experiencia no necesitas entrenamiento. Bien, firma esta hoja para que empieces a trabajar. ¿Puedo leer la hoja? Tadashi no quería que lo engañaran igual que al idiota de su tío. Beatrice sonríe y dice. Claro que sí, adelante lee la hoja. Tadashi empieza a leer la hoja de contrato y no puede creer lo que lee. Solo trabajara 8 horas al día de lunes a sábado y le darán una moneda de plata cada día, le darán comida todos los días, empezara a vivir en la casa de Beatrice sin pagar alquiler, Beatrice será la que lo lleve a todos lados sin pagar nada. Su tía Karmen empezara a vivir con ella y tendrá a los mejores médicos para que se pueda recuperar y curarse. Si quiere comprar una casa para su tía, u otra cosa, no hay problema, ella le prestara el dinero necesario. Este trato era demasiado bueno, solo un tonto rechazaría este trato. Tadashi se contuvo para no llorar, pues su vida iba a mejorar, el empezaba a ver a Beatrice como una santa. Tadashi firma la hoja confiando en ella. Beatrice sonríe y dice Bien señoritas llévenlo al cuarto de espera de masajes e informe a Flor que hay alguien nuevo. Tadashi es llevado al lugar de espera de masajes. Por otro lado, Beatrice sonríe y separa la hoja de contrato, ella lo había engañado y lo había hecho firma otra hoja.