+CLAIRE+
Me había puesto la pijama. Ni un baby doll de seda, ni encajes, ni nada que él pudiera interpretar como una invitación. Simplemente un pantalón de algodón gris y una camiseta suelta. Estaba decidida a no darle ni la más mínima grieta por donde pudiera colarse con ese encanto barato que alguna vez me derritió y que ahora me producía asco.
Escuché la puerta del dormitorio abrirse y lo vi entrar. Philippe. Ese hombre que alguna vez juró que yo era “su única” y que ahora, en cada mirada, me recordaba que no era más que un trozo de papel en su vida: el papel donde firmó un matrimonio que ya no respetaba.
Venía quitándose la chaqueta y la corbata con la satisfacción grabada en la cara. Esa sonrisa arrogante, de tiburón satisfecho después de devorar a su presa. Sin pedirme permiso, co
