Casada con el nerd

Noche de ...

Después de nuestra primera discusión, bueno la primera vez que hablaba con él termino siendo un fiasco, nos miramos con total enojo durante unos segundos hasta que llego su madre para felicitarnos, por lo cual cambiamos radicalmente nuestros rostros, ella es una señora muy cariñosa y tierna, después de sus felicitaciones nos llevó a la recepción, habían arreglado la sala, basta decir que mi casa es lo bastante amplia para que quepamos todos muy cómodos, nos servimos, yo me tome unas copas de champan, lo cual me dejo un poco mareada.

Luego ya terminada la comida y el pastel iniciaron a tomar fotos, el camarógrafo nos llevó al patio, donde tenía un lugar especialmente decorado, era muy lindo, tenía telas color celeste, un marco lleno de flores, era espectacular, sé que yo me veía hermosa pero el novio, ni que hablar.

–Sonrían– nos dice él mientras nos toma fotos–Júntense por favor.

–Trata de poner tu mejor cara– le susurro al nerd.

–Bruja... –me susurra, cuando siento una mano que abraza mi cintura.

–Eso, novia, regálame una sonrisa, por favor–me vuelve a decir el camarógrafo

Después de media hora termina la sesión y con el aire me siento más mareada, no sé en qué momento llego a un auto, solo sé que voy en marcha a quien sabe dónde, luego de unos minutos me quedo dormida y siento como me están cargando, con los ojos entreabiertos veo que es Marcus, que de pronto me tira a la cama, como un costal de papas.

–Pe.… pero qué diablos te pasa –le digo arrastrando las palabras.

–Nuestra noche de bodas–dice como si nada.

Yo me siento rápidamente en la cama, aunque todo me da vueltas trato de fijar mi mirada en él.

–Ni se te ocurra tocarme– digo con enojo.

–Seguramente voy a querer acostarme con una bruja como tú, quédate tranquila que tu yo sabemos que eso no va a pasar–dice con indiferencia, al mismo tiempo toma un bolso y me lo lanza–toma.

–¿Y esto?

–Tu ropa, tu madre me lo paso.

–Está bien iré a cambiarme al baño–me pongo de pie y casi me caigo, pero él me a sujeto–gracias, pero puedo sola.

Mientras estoy en el baño me trato de quitar el vestido, pero se me complica, ya que no alcanzo el botón de la espalda, suspiro y vuelvo a tratar y digamos que mi estado no me acompaña, ya ni modo, tengo que hacer lo que menos quería.

–¡Oye! digo mientras quito el seguro de la puerta.

–¿Qué quieres? -dice aun detrás de la puerta.

–Pasa necesito ayuda con un botón–digo abriendo la puerta para que pase

El ingresa y le doy la espalda para que vea el botón, va delicadamente hacia el y lo desabrocha, aprovechando también tocar con sus dedos mi espalda.

–Era solo el botón ¿okey?

–Tranquila, tenías un mosquito en la espalda, pero antes que saltes ya lo saque– dice eso y sale del baño.

–Si claro un mosquito–murmuro.

Termino de sacarme el vestido quedando solo en ropa interior blanca, no sé porque me puse esta de encaje blanco, me desmaquillo y suelto mi cabello, luego de peinar procedo a buscar mi pijama, busco en el fondo del bolso y solo encuentro un babydoll, lo saco completamente del bolso, es n***o y por suerte no es tan transparente, me pongo la ropa interior a juego, me miro al espejo y si me veo sensual, pero ya ni modo, tengo que salir.

Salgo y él ya está dormido, acostado en la cama dándome la espalda, obviamente no pienso dormir en el sofá, la cama es amplia así que me quedar a dormís a su lado, al fin y al cabo, no me va a tocar.

Apago la luz y me voy a la cama, me acomodo, asegurándome de conservar la distancia y cierro mis ojos.

Me comienzo a mover por la cama, pero toco algo duro, comienzo a seguir tocando hasta que toco... abro los ojos de inmediato y veo al nerd con los ojos igual de abiertos y un poco colorado, me detengo a mirar sus ojos, son celestes, pero profundamente celeste.

–Puedes soltar mi– dice avergonzado apuntando lo que tengo agarrado.

Pues si señores, es justamente eso lo que piensan, tengo en mi mano agarrado su ya saben que y déjenme decirle que no está para nada mal.

–Bruja– dice molesto– saca tu mano– ahora ya está completamente rojo.

Y por más descabellado que suene se me ocurrió una loca idea, si quiere ver la bruja que soy aquí les va.

–Quieres ver cómo se comporta esta bruja– le digo en tono de voz un tanto sensual y desafiante.

–¿Qué piensas hacer? –dice nervioso.

Inicio por subir y a bajar mi mano por la tela, veo como el traga saliva, porque su manzana de adán sube y baja, inicio lentamente y de apoco voy subiendo la velocidad. Lo miro atentamente y veo que él tiene los ojos cerrados, siento como su m*****o inicia a palpitar en mi mano.

Cuando siento que esto está surgiendo fruto en mí, es decir siento como se me está subiendo la temperatura paro y me acuesto en mi lado, de costado mirando hacia el lado contrario que él, siento mis mejillas ardiendo, seguramente deben estar rojísimas.

A él solo lo escucho respirar agitado, me puse más nerviosa de lo que pensé, no tengo idea de que fue lo que paso por mi mente en ese momento.

–Me... me puedes explicar que es lo que paso– dice molesto.

Yo sin saber mucho que fue lo que me paso.

–Digamos que fue un regalo de bodas, porque solo eso vas a conseguir de mí, ni sueñes que va a pasar algo más entre nosotros, ahora duerme.

Suspira, se que esta enojado– al menos hubieras terminado– dice eso y se da la vuelta.

Estaba a punto de decir algo, pero sabía que era yo la que había iniciado esto, así que mejor me quedo cayada.

sentí como unas manos me tomaban de los hombros, abrí los ojos y noté que el sol ya había salido, frente a mi tenia a esa cara con granos.

–Despierta, ya trajeron el desayuno– dice mostrándome la mesa, que se encontraba con muchas cosas deliciosas.

Me levante de mala gana y nos sentamos a comer, cuando estábamos por terminar note que quedaba un solo trozo de tartaleta y lo quería para mí, pero nuestras manos chocaron y nos quedamos mirando.

–Esta bien, cómetelo tu–dice levantando su mano.

–Gracias.

–No se si te habrán informado, pero en dos días nos vamos–dice apuntándome– a Chicago.