"Es cierto lo que escuchaste, soy un monstruo, una perturbada. Así que ven y dame lo peor de ti." -{Christina Aguilera ♥Your Body}
Demian
—Aquí esta— Dijo Kent, mientras tiraba un folio sobre mi mesa —Todo. Todo acerca de ella. Su nombre completo, su fecha de nacimiento, su escuela, sus horarios, sus padres...y... ya sabes, toda esa mierda— exclamó.
—Interesante, interesante...— dije tratando de que mi voz pareciera pensativa. Puse una de mis manos en mi barbilla para hacerlo más creíble.
— ¿Te importa una mierda, verdad?
—Sip— respondí. La verdad es que no quería leerme todos esos jodidos papeles. Parecería un psicópata.
—A la mierda Demian. Tú me dijiste que investigara todo acerca de ella. Todo, j***r, estuve toda la puta noche investigando y me vienes con esta mierda— él grita enojado.
—Vale, hermano cálmate— lo tranquilice. —De todas formas voy a pagarte— le dije. Después de todo, él había gastado su tiempo investigando para mí.
El soltó un suspiro, más calmado — ¿Y qué cosas de las que investigue verás?— pregunto.
—Su escuela, donde vive, sus horarios, acerca de ella, su historial...— concluí. Eso era lo único que tenía que saber de ella. Me quede mirando fijamente una foto que Kent había puesto en el archivo de Debby.
Salía bastante hermosa. Su cabello caía en cascada en su espalda, estaba mirando por sobre su hombro, le habían tomado la foto a escondidas ya que ella no miraba a la cámara. Tome la foto entre mis manos para poder apreciarla mejor.
— ¿Por qué te interesa tanto?— pregunto Louis mientras miraba la foto, al igual que yo.
—Me ha rechazado— le comente —Ha sido una verdadera borde conmigo, nadie lo ha hecho antes. Me gusta su actitud de chica difícil, pero al final, todas caen— me reí —Solo quiero probar un punto.
— ¿Y cuál es el punto?
—Nadie puede resistirse a mí. No importa cuán difícil sea— le mire decidido.
No había chica que no quisiera estar conmigo, no había chica que no se sonrojara ante una de mis miradas, no había chica que no se mordiera el labio cuando me veía pasar, no había chica alguna a la que no se le erizara la piel cuando le hablara en el oído.
Y luego llega esta chica, Debby, que rompe todos mis esquemas, me trata como la mierda y me rechaza. Le da igual cómo le mire y mis palabras.
—Deberías darte cuenta alguna vez que no todo el mundo va a estar a tus pies— me reprocha mi amigo.
—Lo sé, pero como ya te dije, solo quiero probar un punto— le recordé. Tampoco es que esté buscando una novia, nada de eso. Solo quiero probar que está hecha y ya ¿Cuánto tiempo puede estar resistiéndome?
Luego de conversar un rato con Kent, él se fue mí de departamento. Me quede leyendo los papeles que él había traído para mí acerca de Debby.
Nombre: Debby Rosely McKinley
Edad: 17 años
Fecha de nacimiento 14 de noviembre
Tipo de sangre... bla bla bla
Esto ya se volvió aburrido. Siguiente página.
Lugar de estudios: Preparatoria Lowell
Lugar de trabajo: Mesera en la cafetería Robb's Place
Levante las cejas divertido. Tal vez podría hacerle una "visita"
Luego de leer los horarios de la escuela de Debby, me detuve a ver su historial. La habían expulsado de varias escuelas por conflictos severos, peleas y riñas con otras alumnas. Pero a pesar de ser una chica muy conflictiva, tiene buenas calificaciones.
De seguro sabe cómo intimidar a los nerds.
Kent me había dejado una nota. Que decía que no había podido investigar acerca de los padres de Debby, o donde vivía. Lo que me pareció muy extraño ¿Sera huérfana? No, no lo creo. Recordé la historia que Ryan me contó. Su padre solía ser un gran apostador...¿Qué habrá pasado con él?
Saque el teléfono de mi bolsillo y vi la hora. Eran las 14:26 y Debby sale a su descanso a las 15:00. La preparatoria no queda muy lejos de aquí, y se cómo llegar. Así que, creo que le hare una vista.
Cuando llegue pude ver una escuela en bastante buenas condiciones para ser una construcción antigua. La verdad lo notaba. Yo no crecí en San Francisco, toda mi vida escolar la pase en Inglaterra.
El lugar estaba lleno de estudiantes y todo era verde y colorido. Escolar, supongo. Nunca pensé que Debby estaría aun en preparatoria, ella se ven tan... madura. Le había echado unos 20 años, pero tiene 17, es toda una niña aún y yo solo tengo 22.
Me pongo a observar el lugar para ver si hay algún rastro de Debby, pero no la veo en ningún lado. Me acerco hacia la gran puerta de salida de la escuela para esperarla, varios chicos y chicas van saliendo, y fue cuando la vi, tenía unos libros en la mano y estaba saliendo sola. Atrás de ella venían unas chicas rubias que le miraban divertidas y hablaban entre ellas. Una de las rubias dijo algo haciendo que sus dos amigas estallaran a carcajadas. Debby se paró en seco y las chicas también, con expresión asustada y Debby se volteó.
—Eh, porristas de quinta. ¿Ya dejaron de hablar de mi? Mejor vayan a liarse con todo el instituto. Para eso son buenas también, ¿no? — les escupió. Yo reí por lo bajo y las chicas le miraron asustadas y ofendidas a la vez, pero no dijeron nada y se fueron por otro camino.
—Hey, ese vocabulario— aparecí detrás de ella haciendo que Debby pegara un salto del susto y luego me mirara con expresión sorprendida y molesta a la vez.
—Har... ¿Qué haces aquí?— pregunto sorprendida.
—Hola Demian, ¿Cómo estás? Sí, yo también estoy bien— bromee.
— ¿Qué haces aquí?— insistió con su pregunta.
Sonreí —Vine a verte— le dije, porque era verdad de todos modos — ¿A que más si no?
Ella se dio vuelta y quedamos frente a frente. —Pues ya me viste, ahora te largas—dio media vuelta y siguió caminando.
La seguí hasta una banca en donde ella se sentó y yo también lo hice. Saco un libro de su mochila lo vio y luego siguió la vista hasta encontrarse con la mía — ¿Eres enfermo o qué? Lárgate— ella vociferó molesta.
— ¿Por qué no quieres que este contigo?— pregunté. Ella siempre estaba atacándome y quería saber cuál era la razón. Aunque en el fondo, ya lo sabía. Chica busca problemas.
—Porque no me caes, y además— acomodo el libro en su regazo —estoy estudiando.
Mire el libro detenidamente, y al parecer ella no lo había hecho — ¿Puedes leer libros que están al revés?— pregunté.
Ella miro el libro y lo volteo para ponerlo correctamente —Parece que no— concluí.
— ¿Qué quieres Sail?
—Saint— corregí.
—Como sea— rodo los ojos.
—Quiero que salgas conmigo— le dije directamente y sin rodeos. Debby abrió los ojos con sorpresa.
— ¿Quieres salir conmigo?— pregunto sorprendida y yo asentí — ¿Con esta "perra rabiosa"?— repitió las mismas palabras que le dije cuando la conocí.
Me reí —Vaya, tienes buena memoria.
—Eso pasó ayer— me recordó.
—Vale, vale, pero solo te lo dije para molestar a tu novio, no porque lo fueras, lo siento por eso— me disculpe y sonreí. Ella entrecerró los ojos, mirándome con desprecio.
—Dean no es mi novio, ¿acaso no lo entendiste cuando te lo dije?— me reto molesta.
—Pero tú— recalque el "tú" —Le besaste, dos veces, yo lo vi.
— ¿Y eso qué?— dejo el libro a un lado y se cruzó de brazos esperando mi respuesta.
— ¿Un beso no significa nada para ti?— le pregunte. Claro que yo he besado a varias chicas sin compromiso, pero quizás, para las chicas, significa algo más.
Ella sonrió traviesamente haciendo que un calor recorriera mi cuerpo. Se paró de la banca y me dijo; —Esto significan los besos para mí.
Paso por el lado mío. Por un momento pensé que se inclinaría a besarme, lo espere, lo desee, pero no lo hizo. Camino de largo y la seguí con la mirada, se dirigía hasta un grupo de chicos que conversaban animadamente entre ellos. Al notar que Debby se acercaba a ellos, la miraron con sorpresa y le sonrieron. Al parecer Debby era popular aquí.
Debby se volteó para mirarme con una sonrisa seductora en su rostro y me guiño el ojo. Miro a uno de los muchachos, que parecía el más idiota y sin experiencia de todos. Literalmente, estaba babeando por la presencia de Debby.
Debby le tomo del cuello y con su otra mano el hombro.
Y lo besó.