No podía negarlo, se sentía impresionada con lo que acababa de escuchar, por un momento se emocionó y su corazón se aceleró de forma inimaginable. Pero su cabeza rápidamente entro en razón.
- Lo siento, pero no, eso que planteas es una locura - dijo ella - yo no puedo ser tu plan alternativo, ni una prueba. Tal vez si no tuviera ya dos hijos para cuidar, podría pensarlo, pero no puedo.
- Estoy dispuesto a tener trato con tus hijos - dijo él -puedo ser lindo con los niños, no sé cuidarlos pero puedo aprender.
- No se trata de eso, la verdad, se trata de que los niños necesitan estabilidad, no puedo ni debo llevar un desfile de hombres a la casa mirando si funciona o no y seamos realistas, no funcionaría.
- ¿Por qué estás tan seguro de que no?- dijo él un poco incómodo
- Porque aún habi
