CAPITULO 31 Punto de vista: María victoria Nos guste o no, mi corazón late como si fuera una escuela de samba cuando abro los ojos y lo veo parado cerca de la puerta mirándome, se volvió hacia mí, no mueve un músculo, sé que aún no ha estado en casa, tiene la misma ropa, que incluso está cubierta de sangre. Se me acerca con pasos lentos, se sienta en el borde de la cama del hospital, toma mi mano, siento el mismo impacto cada vez que me toca, ni siquiera puedo controlar mi respiración a su alrededor. - ¿Cómo estás? Pregúntame. - Dolorido, pero bien. ¿Y tú? -Pregunto. -Estoy bien, ¡pero sería mejor si no estuvieras aquí en esta cama! – Dame mi sonrisa favorita, yo también sonrío. Will se inclina y pone su cabeza en mi pecho, sé que escucha m

