bc

Lazo

book_age18+
120
SEGUIR
3.0K
LEER
love-triangle
HE
destinado
los opuestos se atraen
de amigos a amantes
shifter
valiente
heredero/heredera
campus
ciudad
paquete
cruel
like
intro-logo
Descripción

GRATUITA Y FINALIZADA!!!

Dos almas no se encuentran por simple casualidad; es un designio sagrado.

Aunque para Hazel, es una sentencia.

Atada por el Lazo Sagrado a Dastan, el futuro Alpha, Hazel se enfrenta a un destino que nunca eligió, junto a un compañero al que todos temen: cruel, despiadado e implacable… o al menos, eso dicen de él; desgraciadamente su corazón ya pertenece a Kael, el futuro Beta, el único hombre al que ama y por quien estaría dispuesta a desafiar, incluso, la voluntad de la Luna.

Sin embargo, rechazar el Lazo Sagrado no es solo una afrenta a la tradición: es una condena mortal.

Y con el peso de un amor imposible y la amenaza de un destino ineludible, Hazel se ve obligada a tomar una decisión desesperada; para proteger a Kael y mantener su mundo en equilibrio, obliga a Dastan a aceptar el vínculo y sellar un pacto secreto: ante los ojos de la manada, serán compañeros destinados; en la intimidad, seguirán siendo dos extraños.

Sin embargo, Dastan no es indiferente al lazo que los une, desde el primer instante, su alma reconoció a Hazel como suya, aunque su orgullo y su dolor lo lleven a ocultarlo, obligándose a vivir cada día la tortura de un amor imposible.

Pero mientras la farsa avanza, la atracción entre ellos se vuelve más difícil de ignorar, el vínculo arde con una intensidad imposible de apagar, empujándolos a descubrir que el destino no es una imposición arbitraria, sino un llamado que, tarde o temprano, el corazón no podrá seguir negando.

Porque, cuando la Luna elige, no hay pacto, orgullo o engaño que pueda evitar lo inevitable.

chap-preview
Vista previa gratis
1. Luna Perdida.
Hazel dejó escapar un hondo suspiro, sintiendo el peso del cansancio en sus hombros, llevaba casi tres horas sentada en la enorme y antigua mesa de madera del salón del Concilio, revisando hasta el último detalle de los documentos que se entregarían al futuro Alpha. Lo que era un poco innecesario para ella, no era como si el glorioso heredero desconociera lo que ocurría en la manada, aunque había pasado tiempo lejos de la casa principal, los abogados se aseguraban de enviarle informes mensuales con suficiente información para mantenerlo al tanto de los asuntos más importantes. Y aún así, las tradiciones eran inquebrantables, la estructura de la manada estaba cimentada en reglas que pocos se atrevían a cuestionar, y la entrega formal de los documentos era parte de esas tradiciones, si bien era un acto meramente simbólico, tanto como práctico, el Concilio insistía en seguir cada protocolo al pie de la letra, sin importar lo repetitivo o innecesario que pudiera parecer. Hazel, totalmente aburrida, echó un vistazo a los ancianos sentados a su alrededor, todos concentrados en los pergaminos y registros escritos con una meticulosidad casi obsesiva, y no podía dejar de pensar en que en el futuro ella tendría que ser, en parte, responsable de esa enorme tarea. No era alguien importante dentro de la manada, no estaba dentro de los guerreros, o sanadores, no formaría parte de los asesores, simplemente era un m*****o más que tuvo la suerte de estudiar leyes y ser muy buena en ello, y comprendía perfectamente lo que implicaba en un mundo donde la jerarquía lo era todo, cada decisión, cada firma y cada palabra tenían un peso que iba más allá de lo burocrático, era la esencia misma del orden que mantenía a la manada unida y estaba bien con ello. - Y cómo se asignara lo correspondiente a nuestra Luna?!- cuestionó inesperadamente uno de los ancianos del consejo. De pronto el silencio se hizo presente, todos los murmullos y las privadas conversaciones se detuvieron, el problema no era el tema, el problema era la preocupación que generaba en los miembros de la manada, pues a sus 26 años, Dastan, el futuro Alpha, no había encontrado a su Luna y no era algo común, regularmente la mayoría de los hombres lobo encontraban a su pareja antes de los 23 años, y si no era el caso, a los 24 ya podías elegir entre algún m*****o sin compañero, incluso de alguna otra manada. Sin embargo, no era así para los miembros de más alto rango, ellos si tenían que encontrar a una pareja predestinada, y era aún peor con los alphas, para quienes era imprescindible si querían asegurar su linaje, por lo que evidentemente ese tema ya empezaba a generar preocupación. - Suerte con eso!!- murmuró Esma a Hazel, su amiga y compañera. La joven se rió ocultando el gesto detrás de su mano, pues si bien no era algo gracioso considerando las circunstancias de Dastan, el comentario de su amiga era muy atinado, y no es que fuera feo o deforme, en realidad decían que era muy, muy atractivo, aunque Hazel o Esma no podían confirmarlo pues hace más de 15 años que no visitaba la casa principal de la manada, no, su problema era su actitud, o al menos, eso era lo que se sospechaba o rumoraba. La versión aceptada, y muy bien difundida, por el territorio y en el de otras manadas, aseguraba que Dastan, era un gran lobo, era increíblemente fuerte, incluso más fuerte que su padre, y superaba con creces a los guerreros más formidables de otras manadas, desgraciadamente también era temerario y devastador, no mostraba piedad ni concedía perdón, no había un solo sobreviviente que pudiera jactarse de haber escapado con vida por su misericordia, porque tal cosa no existía en su naturaleza. Y al interior de la manada nadie podía contar una historia diferente, él había matado a un grupo de 5 de sus mejores guerreros haciendolos pedazos de forma tan brutal que no pudieron identificar a quien pertenecían los restos, lo que solo agravaba la incertidumbre, pues si ni siquiera su séquito más cercano estaba a salvo, nadie lo estaría y aún así muy pronto tendrían que agachar la cabeza, rendirle reverencia y obedecer cada una de sus órdenes. Quizá esa era la razón principal para no haber encontrado a su compañera, o al menos era lo que absurdamente todos sospechaban, pero ninguno podía cuestionarlo o siquiera mencionarlo enfrente de Desmond, su padre, o de algún otro m*****o de la familia, si esos rumores llegaban a oídos de la persona equivocada probablemente serian castigados sin piedad por cuestionar al heredero. Dastan sería el futuro líder, y no podían decir que los hacía sentir tranquilos en realidad no había nadie en la manada que no se sintiera un poco incómodo por esta transición, muchos incluso hubieran deseado que ese puesto lo ocupara Dante, el hijo menor, desgraciadamente está solo era una absurdo deseo silencioso. La transición simplemente no brindaba paz, desde que Alpha Desmond habia hecho el anuncio, el ambiente en la manada era sombrío y preocupante, por doquier las miradas se volvieron de angustia, por supuesto que nadie se atrevía a mencionar nada aunque todos compartian el mismo temor, quién de ellos sería el siguiente en caer bajo la sombra de Dastan? - Repite eso en frente de Luna Amira o de el Alpha- Gorak, el anciano, líder del concilio, regaño a Esma, haciendo que se hundiera contra su asiento- sé que todos estan preocupados...- el imponente hombre agachó la cabeza en señal de que estaba en la misma posición- sé que ninguno de ustedes quiere que Dastan tome el mando, pero no tienen opción, no tenemos opción, la única manera de sobrevivir es aceptar su liderazgo y obedecer sin cuestionamientos..... no importa lo que deseen, no se engañen con absurdas fantasías....lo único que nos queda es que con algo de suerte- prosiguió con un suspiro pesado, recorriendo con la mirada a los presentes- tal vez encuentre una Luna que logre domarlo, alguien lo suficientemente fuerte para contenerlo, o al menos para evitar que nos destruya a todos.... hasta entonces… será mejor que recen. Nadie respondió aunque las miradas de incertidumbre recorrieron el lugar, porque, aunque ninguno quería admitirlo, en el fondo sabían que Gorak tenía razón. - Y si no encuentra a su Luna?!- finalmente, fue Beren, otro anciano m*****o del concilio y encargado de los guerreros, quien se atrevió a romper la quietud- qué va a pasar?, se designara a un nuevo alpha?!- eso era lo más lógico, después de todo si Dastan no aseguraba su linaje, no servía de nada. Gorak entrecerró los ojos y dejó escapar un lento suspiro, como si hubiera esperado aquella pregunta desde hace mucho tiempo. - Entonces - respondió con calma- Dastan tendrá derecho a elegir una compañera de entre las lobas sin pareja. La tensión en la sala se volvió insoportable, varias miradas se desviaron al instante, evitando encontrarse, como si con ello pudieran escapar de la realidad, varios de los ahí presentes tenían hijas que fácilmente podrían ser elegidas y bajo cualquier otra circunstancia, sin duda, se hubieran peleado por ese privilegio pero la sola idea de que pudieran terminar en las garras de alguien como el futuro Alpha resultaba aterradora. Para Gorak esas reacciones no pasaron desapercibidas, las conocía y entendía, a pesar de que no tenía ninguna hija, pero sus ojos se fijaron en dos figuras en particular, sintiendo algo de pena por ellas. Hazel sintió cómo su estómago se hundía al notar la mirada del anciano mientras Esma palideció apretando las manos sobre su regazo con fuerza, ninguna de las dos dijo nada, cualquier palabra estaba de más, pero la idea de pertenecer a un guerrero tan despiadado como él, era suficiente para hacer que el miedo se arraigara en lo más profundo de su ser, pero si Dastan no encontraba a su Luna ese podría ser su destino. - No será depuesto- repuso Gorak para hacerles saber que no había ninguna alternativa para escapar de Dastan, era cruel tal vez, pero era preferible ahora a que alguien pusiera en riesgo su vida o a la manada misma- y según nuestras leyes debe asegurar su linaje, si eso implica escoger a una loba de la manada......asi será- continuó mirando a las chicas. Un heredero, esa era la única obligación inquebrantable de Dastan, encontrar a su Luna era la forma natural y esperada de asegurar la descendencia del linaje Alpha, pero si no la hallaba, la manada no podía permitirse una incertidumbre prolongada, por lo que la elección sería su derecho, su decreto absoluto. Y en el fondo, todos sabían que, de entre las posibles elecciones, estaban Hazel y Esma, pues a pesar de que ya tenían cumplidos los 23 años, ninguna de las dos había encontrado a su compañero y si eso no ocurria antes de la proxima luna llena ambas estarían entre las posibles elegidas. Las chicas apenas y se miraron, sin embargo, sus ojos reflejaban el mismo miedo contenido, y aunque ninguna se atrevió a protestar, no podían ni debían simplemente aceptarlo, de alguna manera tendrían que encontrar una alternativa que evitara tan cruel destino y si bien no era común que alguien con tan bajo rango hablara, Hazel necesitaba saber cuáles eran sus alternativas. - Y si….. si alguien se negara?- su voz sonó más firme de lo que se sentía por dentro, pero aún así, apenas fue un susurro en la tensa atmósfera de la sala. Gorak la observó con mayor detenimiento, sintiendo pena por ella y siendo muy consciente de la rebeldía que siempre la caracterizó, sin importar su afecto debía asegurarse de que la joven no fuera el primer sacrificio de Dastan, por lo que mantuvo su expresión pétrea, antes de responder con total honestidad pero era preciso si quería evitar que alguna de las dos hiciera o dijera alguna tontería para evitar ser elegidas, no había espacio para la esperanza. - La muerte- fue cruelmente directo. Esma inhaló bruscamente, su mano temblorosa buscó instintivamente la de Hazel quien correspondió en el acto, aferrándose con fuerza, habían escuchado la sentencia y quedaba claro que era imposible de eludir. - Eso no tiene sentido- Esma no pudo contenerse aunque su voz tembló, la frustración la impulsó a seguir- hay lobas de mayor rango en la manada, hijas de los altos mandos, incluso guerreras con linaje más fuerte que el nuestro, por qué habrían de fijarse en nosotras?- Gorak soltó un suspiro de resignación, por supuesto que con ellas nunca fue fácil y aunque le agradaba su espíritu, no era bueno que esa rebeldía cruzara las paredes del consejo. - Si Dastan se ve obligado a elegir, todas las lobas sin pareja deberán presentarse ante él.....sin excepción- y no apartó la mirada de las chicas, aunque su semblante permaneció inmutable, por dentro no quería pensar que alguna de ellas fuera la elección del futuro Alpha, no estaban preparadas para eso- eso incluye a las de alto rango… y también a las de bajo rango, como ustedes. El miedo en sus pechos se convirtió en algo más real, no importaba su linaje, su posición o sus deseos, si la Luna no aparecía, ninguna estaría a salvo, y ese miedo finalmente se reflejo en sus rostros, sus brillantes ojos se oscurecieron por un instante como si sus lobas desearán tomar el control para protegerlas del inminente peligro. - Sin embargo, no será tan simple.....supongo que nuestro Alpha querrá a una loba fuerte y de gran tamaño..... un linaje fuerte implica un cuerpo fuerte y Dastan no elegirá a cualquiera- exclamó Gorak en un intento de brindarles algo de consuelo sin ser muy directo en sus intenciones. Hazel sintió un escalofrío de calma recorrerle por todo el cuerpo, su loba, Anka, era pequeña en comparación con las demás, agil y veloz, sí, pero carente de la imponente presencia que muchas otras tenían, lo que extrañamente la hizo sentir alivio, pues quizá, solo quizá, eso la pondría fuera del alcance de Dastan. Pero cuando miró a Esma, su alivio se convirtió en pena, la loba de su amiga era grande e imponente casi como el de las guerreras de la manada, su pelaje plateado y su poderosa complexión hablaban de un linaje fuerte, de una descendencia digna de ser considerada para el Alpha. Hazel apretó con más fuerza la mano de su amiga sintiendo su tensión en cada músculo, Esma también lo había entendido, ella podría ser una opción más viable conforme la bendita Diosa no bendijera a Dastan con una pareja. - Aún falta para la próxima luna llena- susurró Hazel inclinándose apenas hacia ella, bajando la voz para que solo su amiga pudiera escucharla, en un intento de brindarle algún consuelo- en ese tiempo, cualquier cosa podría pasar. Esma no respondió de inmediato, sus ojos estaban fijos en la mesa mientras su respiración era cada vez más tensa, Hazel podía sentir cómo su amiga luchaba por mantenerse serena, pero el miedo era un peso que ninguna de las dos podía ignorar. - Quizá Dastan la encuentre- insistió Hazel obligándose a mantener la esperanza- o tal vez el Consejo reconsidere…..no?!- cuestionó mirando a los líderes en la cabecera de la mesa. - No lo harán- interrumpió Gorak con una voz muy grave, haciendo que ambas se tensaran- y nadie de los presentes debería hacerse ridículas ideas que los orillen a cometer alguna locura. El líder del Concilio hizo una pausa, recorriendo la sala con los ojos antes de fijarse nuevamente en las jóvenes, sentía pena por ellas pero no podía permitirles que comenzaran a elucubrar algún plan que pusiera en riesgo su posición en la manada o, aún peor, su vida. - Si creen que ser la Luna de Dastan es peligroso, deberían pensar en lo que significa no serlo. Hazel soltó un pesado suspiro, no necesitaba que Gorak lo explicara, Dastan no era un líder que aceptaría un “no” con facilidad, si se le negaba lo que creía suyo, su furia podría ser peor que cualquier destino al que temían enfrentarse. - No vuelvan a mencionar sus.... inquietudes.... fuera de esta sala- ordenó con voz firme- ni siquiera en susurros, no sabemos quien podría estar escuchando y si esto llega a oídos de Alpha Desmond o peor, de Dastan......- hizo una pausa con toda la intención de que sus palabras hicieran eco en todos los presentes, mirándolos con advertencia- si él cree que se duda de su liderazgo o cree que le niegan su derecho, no tendrá reparo en castigarlos.... y si para mantener su posición o el orden en la manada debe matar a alguien..... lo hará sin dudarlo!! El resto de los presentes agachó la mirada, nadie tenía dudas de que su futuro lider era capaz de hacerlo, las historias que se contaban de él eran suficiente argumento para respaldar lo dicho por Gorak. - Solo queda la resignación.....aceptenlo y sigan! - Y usted?- cuestionó Beren- no tiene miedo? - Temerle o no, no cambia la realidad....las rebeliones siempre inician cuando alguien teme, alguien que dejó que ese miedo se convirtiera en palabras y esas palabras en acciones.... no podemos permitir que eso ocurra, una lucha interna nos pondría en riesgo frente a otras manadas..... piensen que es peor!- habló con una voz aún más severa- si sucumbir ante Dastan o ser masacrados en una guerra contra nuestros enemigos!.....al menos con él estamos a salvo, nadie va a cruzar nuestras fronteras sabiendo que él es nuestro Alpha!! El silencio que siguió fue absoluto, nadie se atrevió a cuestionar las palabras de Gorak porque todos sabían que tenía razón, con Dastan como líder, ninguna otra manada osaría desafiarlos o invadir su territorio, pero dentro de sus propias fronteras la historia era distinta, el verdadero peligro no venía de afuera sino desde adentro, las historias sobre el futuro Alpha eran lo suficientemente sangrientas como para mantener a raya a sus enemigos… y a su propia gente. - No tiene caso que nadie más se preocupe por eso, el destino es parte de nuestra condición, de nuestra sangre..... y siempre hemos tenido que aceptarlo- concluyó tomando uno de los pergaminos frente a él, poniéndole fin a la discusión Y aunque nadie replicó sabían que Gorak tenía razón, preocuparse o no, no haría diferencia por lo que resignados tuvieron que continuar con la reunión, sin embargo, Hazel y Esma no podían dejar de pensar en lo que sucedería si la Luna no llegaba a aparecer o si al menos ninguna de ellas encontraba a su pareja. Pero para Hazel la situación era aún peor, desde hace poco más de dos años ella mantenía una relación con Kael, el futuro Beta, sabía que eso no era una garantía de estar a salvo de la posible elección, ellos no eran una pareja predestinada, simplemente lo eran por elección y esperaba que pudieran reclamarlo ante la manada en la próxima luna llena, desgraciadamente ante la realidad, sus planes no eran más que una ridícula fantasía si tenía que presentarse ante Dastan como candidata a Luna. Sus sentimientos quedarían en segundo plano y aunque no sabía mucho de las leyes en tal caso, sospechaba que Kael no podría oponerse a su Alpha, no sin poner en riesgo su posición o peor aún su propia vida, lo que evidentemente no iba a permitir. Lo único que le brindaba algo de consuelo era saber que Anka no era una gran loba, si, era hermosa tenía un pelo n***o profundo, que bajo la luna llena brillaba con resplandor, tenía unos ojos únicos en la manada, de un color violeta intenso que resultaban casi hipnóticos para cualquiera, y su agilidad tampoco se quedaba atrás, esa pequeña loba se movía con gracia y sigilo, casi como una sombra gracias a que sus patas apenas rozaban el suelo al avanzar; y aún así era insignificante comparada con sus congéneres. Si bien la belleza única de su loba podría jugarle en contra, al menos sabía que su tamaño no era digno de mirarse, Dastan no iba a elegir a una Luna que apenas era más grande que un alaska malamute y por supuesto que tampoco iba a ponerse en contra de su Beta, debilitando la jerarquía y a la manada, no era algo que pudiera permitirse, o eso quería creer. Sin embargo, al ver a Esma a su lado tan desanimada la culpa la atormentó, ella tampoco había encontrado a su pareja y dadas las condiciones de su loba tenía más probabilidades de ser seleccionada, desgraciadamente su amiga era una persona demasiado noble y dulce que terminaría sufriendo la compañía del Alpha. Ninguna de las jóvenes supo cómo o en qué momento la reunión terminó, después de la declaración de Gorak sus mentes estaban lejos de las palabras de los ancianos, todo lo que pudieron pensar fue en la posible elección de Dastan y sus posibilidades. Y en ese mismo estado salieron de la casa del Concilio, apenas sintieron la brisa nocturna acariciar su rostro cuando Hazel soltó un suspiro tenso, a su lado Esma caminaba en silencio, con una expresión tan sombría como la de su amiga. - Si nos elige…- Hazel rompió el silencio con un susurro apenas perceptible entre el murmullo del bosque. - Podríamos huir- respondió Esma de inmediato, como si ya hubiera pensado en ello antes. Pero ninguna de las dos lo corroboró, parecía algo tan sencillo como salir de paseó, que sus mentes comenzaron a trazar caminos de escape, planes elaborados para darse a la fuga, ideas absurdas para ser rechazadas, desgraciadamente para ellas todos esos planes terminaban en el mismo destino. - Sabes lo que les hace a los que intentan huir? - Esma bajó la voz, como si temiera que alguien las escuchara- los desertores, los salvajes y sin manada… todos terminan en ese lugar. La afirmación rompió el breve espejismo que les hizo tener esperanza, sabían que en la casa de Dastan había una propiedad, o mejor dicho un calabozo, en lo profundo del bosque cerca de los límites de la frontera en dónde llevaba a los desertores, renegados o a los sin manada solo para torturarlos. Nadie hablaba abiertamente de ello, pero las historias circulaban como ruido en el bosque, y la premisa era la misma, aquellos que entraban en ese lugar no volvían. - No creo que nos deje opción- continuó Esma con amargura, pero de pronto se detuvo de golpe, girando sus pasos hacia su amiga mirándola con preocupación que rayaba en el miedo- y.....y.....si te elige a ti, qué crees que haría Kael? El nombre de Kael trajo consigo una oleada de emociones contradictorias, su amor, su lealtad, su compromiso pero también su impotencia, Hazel apretó los labios, era muy consciente de la decisión que su "novio" tomaría y de algún modo odiaba que Dastan le arrebatará incluso la posibilidad de elegir. - Uhu.....tal vez nada- admitió Hazel, sin querer decirlo en voz alta, pero sin poder evitarlo, simplemente sujeto las puntas de su largo cabello azabache, tratando de aliviar la preocupación que sentía en el pecho- o tal vez huiriamos!! Esma abrió los ojos y la boca con sorpresa e incredulidad, sabía que su amiga siempre fue la rebelde que impulsaba a todos, pero siquiera pensar en una traición semejante era inconcebible, incluso para ella. - Hu....hu....huir?!!- susurró acercándose aún más para evitar que algún m*****o de la manada que deambulara por los alrededores pudiera escucharlas. - No tenemos muchas opciones..... no puede enfrentarse a Dastan!!- admitió con pesar, arrastrar a Kael a algo así sería muy egoísta, sobre todo siendo testigo primario de su preparación y anhelo de ser el Beta. - Crees......crees que él...que aceptaria?!- cuestionó con temor por la imposible determinación de Hazel. Pero ella no respondió, quería creer que ante ese panorama Kael preferiría huir, ella lo haría si con eso lograrían vivir su amor libremente, sin embargo, en el fondo de su corazón sabía que él aceptaria la elección de Dastan, por honor y deber. - No deberíamos tener que vivir con miedo a que nos elijan- susurró Hazel evadiendo una respuesta que no podía aceptar en voz alta. - Tal vez sea nuestro destino!- exclamó Esma resignada. Hazel siempre supo que su amiga era así, no peleaba y no discutía ante los designios, probablemente ella debería ser igual pero no era parte de su naturaleza, e intentar convencerla era inútil, así que solo levantó el rostro hacia la luna, sintiendo su luz bañarla como un recordatorio del lazo que podría formarse contra su voluntad, pero ella no, no permitiría que el destino la doblegara. - Si me elige, jamás sucumbiré ante él- declaró con una voz demasiado firme, a pesar del nudo en su garganta- no dejaré que me marque, no le daré herederos, no permitiré que me toque. El labio inferior de Esma tembló con miedo al ser testigo de su determinación pero Hazel no vaciló, ella sabía lo que quería y no permitiria que nadie se lo arrebatará. - Amo a Kael..... y lo amaré hasta mi último aliento, no importa lo que Dastan quiera de mí, no importa si me amenaza, si intenta doblegarme….si decide matarme, prefiero la muerte antes que entregarme a él. El silencio que siguió fue pesado, solo interrumpido por el lejano susurro del bosque, Esma tragó saliva, mientras todo su rostro reflejaba una mezcla de miedo y admiración. - Hazel- susurró, como si quisiera advertirle algo, pero no supiera cómo decirlo. - No hay nada que decir- reafirmó con una resolución feroz- no soy una oveja para ser entregada como sacrificio, si Dastan cree que puede poseerme, se equivoca. El aire se sentía más denso entre ellas como si incluso la noche contuviera la respiración por la increíble e intencionada ignorancia de Hazel. Pero estaba convencida de lo que haría, sin embargo mientras se cruzaba de brazos algo dentro de ella tembló, no de miedo ni de furia, era un reclamo mucho más profundo, era Anka. "No puedes decir eso"- la voz de Anka resonó en su mente, firme y con mucha indignación, pero Hazel solo frunció el ceño, pues su loba nunca hablaba con esa intensidad. - Decir qué?, que no seré de él?, que preferiría la muerte antes que estar a su lado?- respondió con incredulidad, desatando un gruñido bajo que vibró en su interior. "Él es nuestro Alpha". - Y qué con eso?!, no significa nada para mí. Anka se removió inquieta, como si la simple idea de negarlo la descolocara, Hazel apretó los dientes, sintiendo la presión creciente en su pecho, pues su loba parecía incluso dispuesta a salir. - Qué te pasa? Pero no hubo respuesta, solo podía sentir la inquietud de Anka en su interior. - Anka, qué diablos te pasa? "No sé- la voz de su loba tembló extrañamente de una manera que Hazel no supo nombrar- "solo… no deberías hablar así de él. La respuesta la dejó aún más confundida, Anka jamás había mostrado interés en un Alpha, su loba era independiente y desafiante, jamás había sentido la necesidad de someterse a nadie, y, sin embargo, ahora se negaba a rechazar a Dastan. - No lo entiendo, por qué te importa? "No lo sé"- rugió con desesperación antes de soltar un profundo aullido que retumbo en todo el cuerpo de Hazel, que la hizo doblarse sobre sí misma. Esma se acercó abruptamente, preocupada al ver la instintiva reacción de su amiga sujetándola por los brazos, era algo extraño pues en cuanto levantó la mirada, vió un vacío muy peculiar en sus ojos. - Hazel!- exclamó angustiada por el palpable frío que comenzaba a invadir a su amiga. La joven parpadeó tratando de enfocar la borrosa figura de Esma, como si su mente luchara por aferrarse a la realidad, sus labios apenas se separaron lo suficiente para que un leve susurro escapara. - Anka…..- no dijo más, y finalmente su cuerpo cedió. Esma apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que Hazel se desplomara entre sus brazos, el pánico la golpeó con fuerza al sentir que todo el calor de su cuerpo desapareció casi en su totalidad. - Hazel!- gritó sacudiéndola con más fuerza- despierta!... Hazel, Hazel!! Esma intentó desesperadamente reanimarla pero no lo consiguió, su amiga no respondió, su cuerpo yacía inerte, su respiración apenas era perceptible y la frialdad de su cuerpo no menguaba, nada tenía sentido, eran lobas y su capacidad de regenerarse era algo natural, sin embargo, no parecía tener ningún efecto en ella y no comprendía por qué, era demasiado peculiar para no preocuparse. Estaba segura que no era un simple desmayo, no era un ataque de pánico, no era una extraña afección, estaba muy segura que no había sido envenenada, había algo más pero ella no podía hacer nada más que pedir auxilio. Desesperada miró a su alrededor, buscando a alguien que pudiera quedarse con su amiga o llevarla hasta el sanatorio, no sabía cuánto tiempo tomaría para que Hazel recobrara el conocimiento o si Anka estaba en condiciones de hacerlo, todo era muy confuso.

editor-pick
Dreame - Selecciones del Editor

bc

El Rey Alfa es mi segunda oportunidad como compañero

read
155.3K
bc

Nunca seré tuyo

read
30.0K
bc

La Esclava Del Lobo Alfa

read
11.5K
bc

Príncipe Reagan

read
19.9K
bc

El llamado de la bestia: ¿Mi luna es una humana?

read
10.0K
bc

Embarazada después de una noche con el rey Lycan

read
6.2K
bc

Esposa olvidada

read
17.0M

Escanee para descargar la aplicación

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook