Una conexión fugaz, una amistad incipiente.

1997 Palabras
— Puedo sentir la incomodidad en el aire. Luce se siente super incómoda por haber mantenido su relación en secreto, y Jonah, bueno, tiene todo el derecho de sentirse así. Aunque se enoje, nadie le podría decir nada, siendo honesta, yo estaría un poco enfadada. Simplemente ignoraron por completo lo que él sentía y jugaron con sus emociones. Es como si no les importara. La falta de sinceridad puede traer un montón de problemas emocionales, líos de confianza y dificultades para comunicarse bien, ¿sabes? Además, cuando no te importa cómo se siente la otra persona, eso puede hacerles un daño emocional bastante fuerte. Entiendo que estaban preocupados por cómo su relación podría afectar a su vida social y su trabajo, pero eso de ocultárselo a alguien tan cercano, como que me parece un poco ofensivo, ¿no crees? o acaso ¿solo soy yo siendo subjetiva? Claro que Jonah podría enojarse por todo esto, y honestamente, nadie podría culparlo. Pero por lo que he escuchado, él nunca reaccionaría de esa manera. Y eso es algo que podríamos aprovechar en esta situación. — Vamos a comer tacos… siéntate— digo instándolo a sentarse a la mesa. —No hay muchas sillas, pero te presto la mía…—. Tomo mi teléfono que estaba frente a él aprovechando para rozar sutilmente su hombro. Quiero dejarle saber que no está solo. Nuestros ojos se cruzan por un momento y le sonrío intentando tranquilizarlo, entonces obtengo una respuesta positiva. Corresponde a mi intento con la más inocente y deslumbrante sonrisa que podría haber visto jamás. Musita un silencioso “gracias” cuando la puerta del baño se abre y Michael sale sorprendido al verlo. — ¿qué haces aquí? —pregunta sonriendo y dándole dos palmadas en la espalda a modo de saludo como si nada pasara. — ¿qué haces tú? Tienes tu harem personal y no me lo dijiste… — No hables así de “mis mujeres”— bromea sentándose y tirando delicadamente del brazo de Luce hasta sentarla sobre sus piernas. Algo que es habitual entre nosotros, pero está Jonah enfrente nuestro en este momento. Comienzo a enojarme. Podrían haber sido más sutiles. Creo que es obvio lo que el chico estaba pensando, podrían haberle avisado de antemano, algo. No solo se lo restrieguen en la cara. —Luce es mi futura esposa—añade. — Esta es Sofi, su cuñada. Somos amigos desde la universidad… Abby, la hermana de Luce, y Francesca. Su prima—. Nos presenta con una sonrisa y Jonah asiente con la cabeza y me da una corta sonrisa incómoda al final. — ¿desde cuándo es “tu futura esposa”? —. Abby alza una ceja inquisidora y Michael solo se encoge de hombros. — Eventualmente vamos a casarnos… — Vivieron separados cinco años porque no se decidía y ahora la presenta como “su futura esposa”— reprocha negando la cabeza. —En fin… la hipotenusa. — Eso fue hace mucho tiempo…—se defiende Michael, y nosotras solo nos reímos. — Llevo casi un año intentando ligarme a tu hermana—agrega para mi agradable sorpresa. No está ocultándolo. Les confirma lo que ya sabían y lo dice orgullosamente como si no fuera nada malo. Y es que no lo es...—pero noté que algo raro había con estos dos. Era muy divertido verlo intentando contenerse cuando me acercaba a ella…—. Jonah comienza a integrarse a la conversación y, lo está tomando bastante bien. — Bueno… en su defensa, lleva desde los seis años intentando que funcione. — ¿rogaste mucho? —. Él dirige su pregunta a Micha pero no, no ha sido él. — De hecho, ella…—agrego sonriente y comenzamos a charlar y contarle la historia completa como si se tratara de una vieja película que todos sabemos de memoria. Me siento en las piernas de Abby mientras conversamos de cosas sin sentido. Peleamos unas cuantas veces por la posición incómoda e inexplicablemente siento un tipo de conexión con este extraño que acabo de conocer. Es como si ambos fuéramos los únicos que están sintiendo exactamente lo mismo. O que, al menos, alguna vez logré entenderlo. Comemos tacos, vemos una película y no puedo evitar sentir que él me observa detenidamente. Más de una vez cruzamos miradas y sonreímos inconscientemente. No sé de qué se trate esto, pero está comenzando a emocionarme. Más tarde, después de comer tacos y disfrutar de la película, nos encontramos en el balcón. La noche está estrellada y el ambiente es tranquilo. Luce y Michael están ocupados en su propio mundo, y Sofi finalmente ha decidido contestar el teléfono a su prometido y padre de su hijo. Jonah y yo estamos solos, mirando las luces de la ciudad y por primera vez pienso que el silencio puede ser cómodo. —Sabes, Francesca, ha sido un día realmente extraño —dice Jonah. —Sí, definitivamente ha sido inesperado. Lamento que te hayas enterado de una forma tan abrupta, ya sabes cómo son… no querían mezclar la vida personal y el trabajo —respondo, sin dejar de mirar las luces de la ciudad brillando entre los árboles. Nuestras miradas se encuentran por un instante, y esta vez la tensión en el aire es palpable. Hay algo en Jonah que me atrae de una manera inexplicable. Tal vez es su sentido del humor o su forma de ser tan sincera y auténtica. O tal vez es el hecho de que parece entenderme sin necesidad de explicaciones. —No esperaba conocer a alguien como tú hoy —confiesa Jonah, con una sonrisa tímida en sus labios. —Lo mismo digo. Ha sido un placer… —respondo ofreciéndole mi mano en forma de saludo. Él se queda observándome en silencio por un momento hasta que acerca sus largos dedos a los míos y estrecha mi pequeña mano delicadamente. Observo nuestros dedos unidos, alzo mi rostro para ver sus ojos y siento una conexión instantánea con Jonah. Hay algo en su mirada y en su forma de hablar que me resulta familiar y reconfortante. Sonríe una vez más y me estremezco sintiendo cómo mi corazón se acelera. Es como si en ese momento, todo lo demás desapareciera y solo existiéramos nosotros dos. El tiempo parece detenerse mientras su mano sujeta la mía en el balcón, sumergidos en nuestras propias emociones. Es un encuentro mágico, lleno de energía y conexión. No sé qué nos depara el futuro, pero en este momento, todo parece posible. Y sé que estoy loca, es decir, es la primera vez que lo veo. Pero ¿acaso saben qué tan difícil es cambiar la naturaleza humana? Solo quiero saber cómo se siente amar y ser amado, ¿si me entiendes? Aunque parezca súper contradictorio, porque he repetido mil veces que no voy a volver a caer en lo mismo, pero es que simplemente no puedo resistirme. Me encuentro atrapada en este ciclo interminable una y otra vez. Es como cuando te metes en i********: y empiezas a hacer scroll sin fin, pero en mi caso, voy más allá. Sigo en una búsqueda constante, deseando con todo mi ser esa conexión tan profunda y verdadera que todos anhelamos. No me conformo con simples deslices y desvanecimientos rápidos, quiero algo que me haga sentir viva, algo que llene mi corazón y me haga sentir completa en todos los sentidos. Y, déjenme exagerar por un momento: ¡oh por todos los cielos!, creo que finalmente lo estoy experimentando en carne propia. Cuando nuestras manos se tocaron, el tiempo se detuvo y mi corazón pareció saltar de alegría. Fue como si esos breves segundos se convirtieran en una eternidad, en un instante mágico que nos envolvía. Y entonces, de repente, nos apartamos rápidamente, conscientes de que ese apretón de manos había durado más de lo habitual. Pero, a pesar de todo, nuestras sonrisas brillaban intensamente, iluminando nuestros rostros mientras dirigíamos la mirada hacia la ciudad. Sentíamos el suave beso del viento en nuestras mejillas y nos sumergimos en un silencio cómodo, como si el universo entero guardara un secreto solo para nosotros dos. —Creo que esto es solo el comienzo, Franchu —dice Jonah, llamándome por mi apodo por primera vez y la sangre sube a mi rostro. —Es genial conocer a alguien nuevo. Michael siempre habla muy bien de ti también —comento. —y supongo que confía mucho en ti porque aún no ha aparecido por aquí…—susurro como si fuera nuestro secreto. Jonah asiente con complicidad, y en ese instante, nos sumergimos en una conversación en la que las palabras fluyen sin esfuerzo. Hablamos de nuestros intereses más profundos, nuestras experiencias más significativas y los sueños que nos despiertan por las noches. Es como si nuestras almas estuvieran conectadas en un nivel más profundo, una sintonía que trasciende el simple intercambio de palabras. Poco a poco, él me revela detalles intrigantes sobre cómo conoció a Michael y las primeras impresiones que tuvo de Luce. No puedo evitar leer entre líneas y captar las emociones que se esconden detrás de sus palabras. También comparte historias fascinantes sobre su familia y las amistades que lo han moldeado en su viaje por la vida. A medida que la conversación avanza, yo también comparto mis propias experiencias y pensamientos íntimos. Le hablo de mis primas rebeldes y de las aventuras que hemos vivido juntas, mientras observo de reojo cómo sus ojos brillan con complicidad. Sin embargo, algo cambia en Jonah por un breve instante cuando menciono a mis amigos y mis sueños de futuro; la universidad. No fue muy obvio, y no duró más de cinco segundos, pero como he dicho antes, leo muy bien a las personas. Puedo percibir una pizca de preocupación en su mirada, pero no estoy segura sobre qué podría tratarse. —Sabes, es refrescante conocer a alguien nuevo y tener una conversación tan genuina. Es una ciudad grande, suele convertirse en toda una batalla campal conocer gente que se sienta tan... natural —comentó, pero sus ojos ya no se encontraron con los míos. —Estoy de acuerdo—asiento. —Me siento muy cómoda contigo, como si nos conociéramos de toda la vida —le confieso, sintiendo que la conexión se desvanece. Mientras disfrutamos de la compañía del otro, Jonah se inclina ligeramente hacia adelante y, con una chispa inocente en sus ojos, susurra: —Sabes, creo que hemos encontrado una gran conexión aquí. Es como si hubiéramos sido amigos desde siempre. Así que, espero que podamos ser buenos amigos a partir de ahora. — asegura repitiendo la palabra “amigos” demasiado para mi gusto. Y finalmente cae la ficha faltante: Está marcando el límite. «Seamos amigos. Nada más que amigos.» No lo ha dicho, pero se dio a entender perfectamente. Desearía no haberlo comprendido. Pero lo hago. Entiendo lo que quiso decir, y, para mi desgracia, lo entiendo completamente. Después de todo, estaba interesado en Luce, lo más cercano a ella sería Abby. En todo caso, yo seré la amiga y él intentará algo con ella. Tal vez estaba esperando obtener información de mí. Sonrío ante su comentario sin permitir que la vergüenza se apodere de mí. Reprimo a leve decepción al escuchar la palabra “amigos” y finjo mi mejor sonrisa. Aunque acabamos de conocernos, había una familiaridad en nuestra interacción que me llenaba de alegría, y ya no está. —Sí, Jonah, siento lo mismo. Me alegro de haber tenido la oportunidad de conocerte hoy —le digo sinceramente. Lo entiendo y respeto su decisión. Después de todo, mostró interés en Luce, por lo que mi papel será este. Nos quedamos de pie en el mismo lugar que antes, pero la magia del momento acabó. Ahora solo permitirá que esta nueva amistad florezca. Y, aunque no sabemos qué nos depara el futuro, puedo predecir que no será tan emocionante tener a Jonah como parte de mi vida.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR