Cuando la puerta se cierra detrás de la abuela Anna, la casa vuelve a quedarse en ese silencio suave que solo interrumpen los balbuceos de Emma. Luce y Michael estuvieron afuera junto al asador un buen rato. Abby desapareció en el segundo piso, Dios sabe haciendo qué, y Sofi se marchó con la abuela Anna. Por otro lado, Jonah sigue sentado en el suelo, recogiendo los cubos como si su vida dependiera de dejarlos ordenados por color. Es tan ridículo que me dan ganas de reír… pero también tan típico de él que me da un tirón en el pecho. Me sorprende que no haya huido todavía. Normalmente inventa cualquier excusa para ponerse de pie, mantener la distancia segura, recordarme —sin decirlo— que él pertenece a un lugar donde yo no encajo. O donde cree que no encajo. Emma gatea hacia él y Jo

