En el rostro de Marcél no puede haber más furia, la empuja de nuevo y golpea su rostro con una bofetada haciéndola caer al suelo, enseguida estrella la punta de su zapato en la nariz de Sara propiciando que sangre, ella sólo trata de ocultar su rostro pero Marcél está vez golpea sus costillas de la misma manera, se hace un ovillo sobre el suelo y aprovecha para patearla en repetidas ocasiones, nadie dice nada, nadie interviene, todos sabemos que no podemos evitarlo, nuestra intervención sólo sumarían más golpes a Sara o a cualquiera de nosotras si estuviésemos en su lugar. La toma por el cabello y la levanta del suelo como si fuese una liviana pluma.
—¡¿Quién lo planeó?! —grita a escasos milímetros de su rostro.
—Yo. Nadie tuvo nada que ver —su voz apenas y es audible.
—¡Mientes! —gri
