Transpasar los limites
El Fiordo de Geiranger solía ser visitado por locales y extranjeros que maravillados por su increíble belleza no podían pasar por alto este hermoso lugar cuando visitaban Noruega, tratándose de un valle con un gran lago, montañas color esmeralda e increíbles cascadas, contaba siempre con un flujo constante de turistas y un grupo de cinco chicos estados unidenses no eran la excepción, a pesar que tres de ellos presentaban síntomas de gripe y el lugar que visitarían era de clima frio y húmedo, el viaje a conocer las montañas no podía ser pasado por alto, es así que contra todo pronóstico esa mañana de bajas temperaturas los cinco amigos comenzaron su excursión a tan especial lugar, tenían experiencia en alpinismo y deportes extremos, de hecho ese era el motivo de su viaje porque al menos dos veces al año realizaban este tipo de turismo de aventura para su blog, donde mostraban lugares increíbles donde compartían experiencias, culturas y gastronomía.
—Peter este lugar es increíble, gracias por sugerir este lugar nos dará mucho material para publicar.
En ese momento estornudo Lewis con la nariz roja y congestionada,—Chicos, no podía llegar tan lejos y no venir con ustedes a este lugar tan mágico.
Continuaron caminando por el lugar hasta llegar a un lugar mucho más inhóspito y apartado, en la entrada de un estrecho pasaje, se encontraba una casa obstruyendo el paso de desconocidos y de hecho tenía un cercado alto, con un cartel de paso restringido, desde el principio del aparente valle sed podía distinguir que se trataba de un lugar de mucho más encanto y que alberga una flora y fauna sin igual, los amigos se vieron los unos a los otros para ellos eso era un reto, nadie era dueño de la naturaleza ni tenía derecho a limitarla, así que decididos a explorar el lugar llamaron a la puerta del lugar.
—Buenas tardes—, dijo Peter al acercarse finalmente un anciano en cámara lenta.
—Buena tardes joven, dígame en qué le puedo ayudarles.
—Amable señor, deseábamos si es posible visitar el área de reserva que está en la parte de atrás de su casa, le llamamos para solicitarle permiso—, intervino Bryan
—Es imposible chicos, para esa área no hay paso deben visitar el resto de las bellezas que están libre en esta reserva.
—Pero señor, somos personas amantes de la naturaleza, le damos nuestra palabra que no realizaremos ningún acto que pueda dañar el lugar.
—Creo que me explique mal es un área prohibida, no se puede pasar, ni locales ni turistas, tendría que obtener un permiso del ayuntamiento primero, sino no puede pasar lo siento.
—Está bien, muchísimas gracias por su tiempo—, concluyó Eric.
Los chicos vieron al señor desaparecer nuevamente tras la puerta y se agruparon nuevamente cerca de un árbol que se encontraba frente al lugar asegurado, —primera vez que veo algo así chicos, cómo es posible limitar la naturaleza.
—Peter, llegamos tan lejos para no visitar y explorar lo que deseamos me rehuso, tener que volver después de obtener un permiso no es una opción, comentó Frank.
—Estoy de acuerdo, debemos intentar entrar de otra manera, creo que si escalamos un poco por el valle lateral podremos sortear la cerca.
—Entonces todos estamos de acuerdo en esto, dijo Bryan.
—Si—, y se fueron sumando uno a uno en el reto.
Mientras tanto dentro de la casa Thomas Hasen observaba a los forasteros con preocupación su abuelo y ahora él habían sido escogidos por la legión para proteger aquel lugar sagrado, habían hecho un juramento de no permitir que aquel lugar jamás fuera corrompido por el hombre y ahora, veían su mayor pesadilla por realizarse, debían disuadir a aquel grupo de hombres de entrar al lugar, por experiencias conocían el carácter de algunos turistas que se resistían a cumplir las reglas o respetar los límites, pero jamás habían llegado muy lejos, así que idearon un plan de vigilancia, debían también avisar a los otros para que entre todos contuvieron el problema.
Una hora después los chicos estaban llegando al borde de un acantilado que justo llegaba a la entrada una entrada apenas visible a través de unas rocas en la montaña los primeros en descender fueron Peter y Bryan que además de ser los que tenían más experiencia en escalar, también era los que no se habían visto afectados por el virus que aquejan a los otros tres, sin embargo cuando todos ya se encontraban en el suelo se vieron en emboscados por un grupo de hombres encapuchados que los sometieron, logrando escapar dos de ellos y traspasar la entrada tan aseada, se trataba de Frank y Eric, quienes se vieron cegados por una luz intensa que no les permitía abrir los ojos, en un momento sus ojos se ajustaron y al abrirlos encontraron a Tres mujeres hermosas, parecían unos ángeles su cabello era prácticamente blanco, sus cuerpos que se encontraban cubiertos por algunas telas casi transparentes dejaban poco a la imaginación, sus labios carnosos eran tentadores, sus pechos turgentes apenas estaban cubiertos y sus pezones rosados eran una invitación al pecado, aquellos hombres por un momento pensaron que habían muerto y se encontraban en el cielo frente a unas diosas del olimpo.
Ellas parecían no tener miedo, por el contrario se mostraban excitadas ante su presencia, así que al ellos acercarse ella simplemente se dejaron hacer, uno de ellos rozó el rostro de la que más le había gustado mientras él otros había jugueteado con el cabello de su elegida, cuando se disponían a llegar más lejos fueron detenidos por Thomas, quien a pesar que le había generado todo tipo de emociones, la que lo miraba curiosa desde la distancia tenía claro que ellos no eran de allí y debían irse de inmediato, así que sometió a los sujetos y los llevó de nuevo de vuelta a la entrada para que regresaran por donde habían venido, solo esperaba que la irrupción que habían hecho no hubiese sido tan larga como para traer consecuencias posteriormente.
Los turistas finalmente fueron acompañados al hotel donde se hospedaban y traslados a otra ciudad mientras esperaban el vuelo de regreso a su país, considerados personas no gratas en el lugar y firmando un compromiso de no revelar lo que había pasado allí, pues se estaban librando de una multa y un tiempo en prisión.
En la ciudad de Ghreta al otro lado del pasaje se corre rápidamente la voz de lo ocurrido las Nothers normalmente comparten residencia, pero ante los eventos ocurridos toman la decisión aunque tardíamente de aislar a las que fueron tocadas por los humanos, según cuentan las historias la unión entre ambas razas era posible, pero el lazo que compartirán después del contacto iba más allá del tiempo y cuerpo, pues se creaba una conexión donde se transmitían mutuamente pensamientos, experiencias y hasta enfermedades, para que esto no sucediera se debía hacer una ceremonia previa con la sangre de ambos, de lo contrario sus destinos, almas y cuerpo quedarían entrelazados hasta que alguno de los dos falleciera.
El rey supremo de los Thers, Bricio, estaba enfurecido, se había roto un pacto milenario de respeto mutuo entre las especies, donde la primera premisa era que ellos debían pasar desapercibidos, ser invisibles al mundo, para ellos sus Nothers eran sagradas ya que no solo eran pocas sino que tenían en sus manos la tarea más importante que era dar vida a las siguientes generaciones, por ello no vivían en parejas sino su sociedad se basaba en la pluralidad, la sexualidad era practicada sin celos ni pertenecías, solo el disfrute, felicidad y preservación de la especie, el único que podía optar a escoger una pareja para toda la vida en monogamia en el momento en que se casaba era el Rey, pero hasta ahora Bricio de 125 años no se había decidido a escoger pareja, según se decía él debía tener una premonición y eso no había ocurrido aún, por ello se había dedicado a entrenar a su ejército, realizar mejoras para la creación de alimentos y preservar la vida y la tranquilidad de sus ciudadanos, su población era pequeña y recursos abundantes.
Pero tenían problemas muchos más complicados respecto a la reproducción pues una Nothers sólo podría tener solo dos hijos a través de toda su vida, la cual en promedio, era de 200 años o poco más, y además por muchos estudios que realizaban seguían naciendo con más frecuencia niños que niñas ese era un asunto de estado que no había podido solucionar tenia expertos en biogenética estudiándolo pero hasta ahora no había logrado solución a un problema que a futuro les traería la extinción, su genética era una evolución de Elfos y Celtas que había poblado el mundo desde su creación, ahora se avecinaba un problema aún mayor con la irrupción de los humanos de manera no controlada, solo oraba a sus seres supremos que no pasara a mayor.
—Buen día, Señor, tenemos un problema.
—Diga, comandante Ender.
—Las dos Nothers en cuarentena se encuentran graves y hay 5 más enfermas, el doctor piensa que no se mejoraran, el virus que padecen no tiene tratamiento al menos para nuestros desarrollos, fallecerán en las próximas horas.
—No puede ser, esto es una catástrofe, ¿ya fueron aisladas?
—Si—, dijo apenado
—Eso dejaría solo 5 Nothers para una población de 80 Lothers, es demasiado desproporcionado, traerá problemas en poco tiempo, pero no debemos infundir miedo, no solo el hecho de perderlas traerá tristeza sino el humor de todos se hará más agrio por no poder cubrir sus necesidades.
—Señor, necesitamos una solución rápida.
—Debemos llamar al consejo a reunión inmediatamente.
Todos en Ghreta están conmocionados, nunca había muerto Nothers jóvenes y en edad reproductiva y todos se lamentaban porque eso los dejaba sin posibilidades de reproducirse, el consejo ya se encontraba en el gran salón, todos alterados hablaban al mismo tiempo hasta que llegó Bricio y todos se quedaron en silencio y se sentaron en su lugar.
—Bien sabemos porqué estamos aquí, necesitamos tomar decisiones respecto a que haremos debido al perjuicio que los humanos han causado y cómo solucionaremos la falta de Nothers.
—Queremos venganza, matemoslos, debe pagar por su falta, esto acabará con nuestra especie—, gritó uno de los sabios molesto.
—No pensemos desde el dolor, si los asesinamos lograríamos vengarnos es cierto, pero eso en que resolvería el problema de procreación debemos analizar nuestras opciones, por favor escuchemos lo que tiene que decir nuestro médico experto en genética sobre esto.
—Cómo lo saben desde hace tiempo hemos analizado los diferentes escenarios para mejorar el problema de fertilidad y pudimos llegar a una posible solución, los humanos en su vida pueden ser muy prolíferos, una mujer es fértil desde muy joven pero alcanza su madurez s****l a los 20 años y pueden tener hijos aproximadamente hasta los 40 años, así que tienen 20 años de fertilidad.
—¿Y eso en que nos beneficia?—, preguntó otro sabio.
—Hemos pensado que si traemos un grupo de humanas que cada una tenga un hijo al año al menos serán 20 hijos en toda su vida y eso en unos pocos años nos llevaría al equilibrio por lo menos en cantidad sin contar con el hecho que algunas mujeres pueden tener embarazos múltiples.
—Y si era una solución tan fácil, ¿por qué no se hizo antes?.
—Porque perderemos años de vida, un humano en promedio vive hasta los 80, eso hace que el ADN se degenere además de las funciones del cuerpo, por mucho que se mezcle con nuestro material genético puede que se alargue mucho más que hasta los 100 años, pero si hacemos esto solo por una temporada se podría llegar a una evolución de la especie donde podamos volver a extender el tiempo de vida, hay que hacer un registro minucioso de las especies y combinaciones, para que no se relacionen entre familiares.
Después de exponer esto el doctor todo se quedó en silencio, la posible solución traía consecuencias no solo tendrían que lidiar con los humanos y sus defectos sino además acortaría su vida, era una decisión basada en la búsqueda de su supervivencia, ante la muerte de las Northes estaban al borde de la extinción, Bricio entonces tomó la palabra, —Debemos votar para tomar una decisión, quien estén a favor de traer a humanas levanten la mano,—, se escucharon los murmullos mientras iban levantando las manos, en pocos minutos se había tomado una decisión y la respuesta era afirmativa.
Bricio volvió a tomar la palabra, —sabemos que solo traeremos las que sean necesarias para vengarnos y reproducirnos pero ¿cuál es la cantidad que secuestraremos?
Entonces habló el doctor, — como especialista en el tema debemos traer entre 10 y 12, será necesario que sean escogidas con la seguridad que son sanas, así que a los guerreros que participen en la selección se les asignará un escáner y verificar que todo esté en orden, también dispondrán de tranquilizantes, somníferos y los instrumentos necesarios para someter a las elegidas.
—¿Cuándo partirán?.
—Será mañana a primera hora que comenzaremos, yo iré con los voluntarios.
—De acuerdo, deberán realizar la ceremonia esta noche para que estén protegidos para la misión que realizarán no queremos más enfermos ni muertes—, dijo el sacerdote máximo para concluir la reunión.
Todos en la aldea estaban alterados, las muertes de las Nathers y ahora la inminente partida en una misión de riesgo de un grupo de guerreros los hacía sentir temor, sin embargo, confiaban plenamente en el Rey Bricio, quien los había mantenido durante todo estos años que tomó el trono, viviendo tranquilos en paz y felices. Así que tenían por seguro que esta no será la excepción y saldrán bien librados de esto.
La ceremonia fue larga y cargada de rituales cuando finalmente terminó y cada uno de ellos tenía un tribal tatuado en el brazo los enviaron a casa a descansar, para partir a la siguiente mañana, tenían poderes y conocimientos sobre hierbas y conjuros, pero en este momento necesitaban de todo lo que pudiera contribuir al logro de la misión, Bricio se encontraba desnudo frente al fuego de su habitación, el hogar crepitaba mientras consumía la madera y a él se le hacía similar al que sentía en su interior, tenía la difícil tarea de conducir a su pueblo al preservación y bienestar o a la extinción, ni siquiera tenía un cuerpo de una pareja que calentara su cama y le hiciera olvidar los problemas que atormentaban su mente.
Finalmente se quedó dormido en medio del cansancio y tuvo el sueño que había esperado por tantos años el que le indicaría quien debería ser su pareja de por vida, todo era muy vivido para él, se encontraba recorriendo un bosque, podía sentir sus pasos en la hierba húmeda, entre la maleza y los árboles se escuchaba suspirar de deleite a una dulce voz, sentía su respiración agitada la garganta seca y las emociones a flor de piel, y al apartar los arbustos estaba allí una mujer, su mujer, de cuerpo escultural y cara de ángel, su piel era lechosa, sus hombros y espalda estaban salpicados de pecas y su cabello parecía de fuego, era de rojo intenso y caían como una cascada sobre sus pechos turgentes, era un espectáculo a la vista, emocionado se despertó excitado a la par de conmocionado, era ella su piel su sexo lo sentían ahora solo era cuestión de tiempo para que la encontrara y cuando así fuera la haría suya, era claro que no pertenecía a su comunidad pues su rostro era nuevo para él.
Se dio a sí mismo placer para relajar su mente y su cuerpo y luego se preparó para salir, ya era hora, seguro sus guerreros estaría ya reunidos en el patio central, tenían que disfrazarse de humanos para poder pasar desapercibidos los que se les hacía extraño pues su vestimenta habitual apenas los cubría, la sensación de la tela contra su cuerpo era una sensación incomoda, solo había usado esa ropa en pocas oportunidades en casos de emergencia como ahora, pero era un mal necesario para camuflarse y realizar su labor con bajo perfil, no querían enfrentamientos con los humanos, solo manifestaría su decisión al grupo de humanos que estaba encargado de vigilar la entrada y el resto correría por cuenta de ellos.
—Hoy nos enfrentamos a una batalla diferente, está más decir que de ello depende nuestra supervivencia, debemos ser sigilosos y procurar no usar los poderes en público, nuestra misión es traer a 12 hembras fértiles y sanas, deben ser tratadas con respeto y cuidado porque formarán parte de nuestra comunidad por mucho tiempo, a pesar de ser humanas serán tratadas como iguales no como inferiores, ya veo que todos están vestidos correctamente pero de igual manera intenten actuar con normalidad, mézclense entre la gente, lo ideal es dividirnos para cubrir más terreno, confió en que todos podamos cumplir esta encomienda sin contratiempos, a medida que las vayan encontrando deben traerlas aquí sin espera ni mirar atrás, yo me quedaré hasta el final con el último grupo.
Caminaron llenos de ansiedad la barrera había sido traspasado apenas por un par de ellos, así que la expectativa flotaba en el ambiente, una luz intensa los cubrió y se repente se sintieron abrazados por un calor inexplicable, el ambiente había cambiado definitivamente estaban en otro lugar, ajustaron su vista y observaron la naturaleza que los rodeaba, verdes montañas un pequeño riachuelo adornando el paisaje una cascada que creaba un rocío sutil que les humedecía el rostro y enfrente del corredor en que se encontraban, la pequeña casa que habían construido entre Mark Hassen y Bricio hace tantos años atrás, caminaron con pasos seguros hasta lo que correspondía al patio y abrieron la cerca, unos perros que se encontraban sueltos en el lugar intentaron atacarlos pero uno de los guerreros con su mente dominó a los animales y los puso a dormir, continuaron hacia la puerta y tocaron insistentemente hasta que les abrió un anciano se trataba de su gran amigo Mark, —no puede ser los que mis ojos ven, he sido bendecido—, ambos se quedaron viéndose y luego se dieron un fuerte abrazo, este los invito a pasar dentro y así lo hicieron, había mucho por hablar.