Han pasado dos semanas desde que entre a trabajar y realmente me eh adaptado bien, todas las personas que están aquí se conocen desde hace más. Es como una gran familia y esas cosas cursis. He hablado con todos, tenemos a Margaret y Paul, un matrimonio que lleva unos años, sin hijos. A Diego, el condenado es hijo del jefe, ya me extrañaba tan joven y tan buen trabajo; igual es simpático. A Hugo, un veterano que poco se siente. A Carolina, que es algo cambiante, a veces de buena a veces es mejor ignorarla. Nicole, conversamos todos los días, ahora al menos coqueteamos más seguido, es una mujer con la que puedes hablar lo que sea sin miedo de cagarla. Aunque somos algo distintas y su perfume sea fuerte. (Nariz sensible) Supongo que es imposible que me agrade todo de alguien. Pero por dios, ¡es tan hermosa! Tiene unos labios tan bien cuidados, siempre la miro embobada cuando se pone su labial. Una vez me pillo y me guiño el ojo. No eh podido invitarla a nada, generalmente llega y se va echa un rayo cuando es hora de irnos; además no nos conocíamos tan bien, ahora creo que somos lo suficientemente conocidas para pasar algún tiempo juntas. Y besarla ¡Oh sí! Añoro rozar esos labios con los míos.
Y luego, esta Kate, la rara del trabajo o algo así le dice Nicole, no se llevan mal. Sólo no combinan, el trato es amistoso y ya. En mi caso no lo sé muy bien…
Días atrás:
‘’termino el libro feliz, leo hasta el pequeño texto al final del libro ‘’tomo cero’’ y frunzo el ceño. Llevo tres días leyendo aquí después de trabajar, además la presencia de Kate no es molesta. Aunque siempre me voy primera, me pregunto si se irá a su casa alguna vez.
-Eh uhm ¿Kate?- Digo como si me fuera a gritar por interrumpirla.
-¿Si?- dice leyendo.
-¿Sabes por qué este libro dice tomo cero?
Frunce el ceño.
-Porque es el tomo cero claramente.
-Muy graciosa- me indigno. Se me pasa cuando recuerdo que se supone que esta mujer no bromeada.- ¿Sabes cuál viene después?
-¿Qué viene después del cero genia? – Levanta una ceja. Me rio
-Ya vale.- Me levanto y pongo el libro en la vitrina. Esta vez sin errores. Leo las portadas y la miro, está leyendo con un rostro divertido. ¿Se está burlando de mí?
-¿Te estas burlando verdad?- la apunto y mi codo se golpea contra la madera. Me lo sobo y me levanto la manga de la blusa, ella me mira aguantando la risa. Estoy segura de que soy torpe, pero curiosamente esto se multiplica en las ‘’tardes de lectura con Kate’’, como las llamo dentro de mi mente.
-La verdad si, lo siento. Eres molestable Alejandra.- La miro anonadada ¡Me dijo Alejandra! No sé por qué me pongo feliz pero joder ¡Me dijo Alejandra! Carraspeo, debe ser que es porque es un logro que ella te hable.
-No te acostumbres- digo algo herida- entonces ¿Cuál viene?
-Tienes 3 opciones, ‘’El testamento de Sombra’’, ‘’El testamento del Gris’’ y ‘’el testamento de MAD’’ por ahora.
-¿Y qué me recomienda la casa?- bromeo. Sonríe, la miro sorprendida. Sus labios son más rojizos de lo normal, debe ser tu tez, no me parece que use labial.
-El testamento de Sombra.
-Perfecto- sonrío. Lo busco y ella se ensarta en su lectura.
No lo encuentro maldita sea.
-Segunda fila cerca del centro. – Dice sin mirarme.
-Ah gracias- digo, lo encuentro y sigo leyendo.
En fin, hemos cruzado un par de frases por día y ya. Tenemos la decencia de despedirnos y saludarnos y no la he vuelto a ver en el edificio.
Me leí dos libros y hoy inicio el tercero. Recuerdo que el viernes de este fin de semana que pasó salí con mis amigas y decidí ir a casa a dormir un poco y no pude, realmente me había acostumbrado a leer después del trabajo, es decir es muy relajante y las historias muy buenas. El jefe si sabe de productividad o eso creo.
-Eh ¿te has quedado después del trabajo?- comenta Nicole antes de irse.
-Sii, los libros están buenos. ¿No te gusta leer?
-No realmente- sonríe- Prefiero hacer otras cosas.- Me mira coqueta
-Oh ¿Cómo cuáles? – Digo traviesa.- Quizá pueda acompañarte.
-Me gusta salir- sonríe – ¿te interesa?
¡Claro que sí!
Espera hazte del rogar.
-Me interesa- sonrío
-¿Qué tal mañana?- dice feliz.
-Está bien, ¿a dónde iremos?
-A beber, es viernes. ¡¿Qué esperas?! ¿O no te gusta?- hace un puchero
Contigo me gustará todo tranquila.
-Si me gusta. – Digo sonriente.
-Entonces déjamelo a mí- Me da un besito fugaz cerca de la boca y se va.
Voy contenta a empezar el otro libro. Me siento y leo unas 50 páginas cuando el calor de la oficina me invade, empiezo a pestañear y me duermo.
Despierto en la penumbra ¡y ya son las 8 pm maldita sea! me sorprendo al ver el celular. ¿Cuánto eh dormido? ¡Hoy no pegaré un ojo! ¡Es que esta tan calentito! ¡Y huele bien!, me tapo con la frazada. Al parecer Kate no vivía aquí, pienso viendo el sillón desocupado.
Un momento… ¡ni que esto fuera cama! Tomo la prenda que me cubre y prendo la luz y es… un abrigo. Me parece que es de Kate, pero ella ¿preocuparse por mí? Lo dudo…
Lo observo bien y si, no cabe duda. Miro a todos lados como psicópata y lo huelo avergonzándome de lo que hago, no es nada personal. El olor es suave, no sabría describirlo, me relaja y es un poco adictivo… me rio entre dientes avergonzada de pensar eso. Aunque debe ser por ese motivo que dormí tanto esta tarde. ¿Debería llevarlo conmigo? Decido que si o se lo pueden robar, nunca se sabe. Me voy al auto y llego a casa a comer ¡Estoy famélica!
Llego al otro día a trabajar y Kate está tecleando en el pc de su mesón. Paso sigilosa y dejo el abrigo detrás de su asiento.
-Gracias- dice sin detenerse.
-Gracias a ti de hecho.- Sonrío.- Dormí muy bien.
-Y roncaste muy bien- frunce el ceño mirando la pantalla.
-Yo no ronco- la miro feo.
-No me dejaste leer.
¡Qué vergüenza!
-Lo… lo siento.- Digo sin mirarla un poco avergonzada. –La edad.
Me mira dudosa.- ¿Qué edad tienes?
-29.
-Ah.- masculla.
-¿Y tú?- yo le doy unos 28 con suerte.
-30.
-¿¡QUÉ!?- Kate me mira horrible.
-Cállate.
Niego con la cabeza y me siento a trabajar. Que se joda. Treintona.
Un par de horas más tarde voy al baño. Me abrazan del hombro mientras me lavo las manos.
-Hey ¿conoces este lugar?- Ah es la voz de Nicole. Miro su celular. Es…
-¡Es el bar donde vamos con mis amigas!
-Entonces si- se ríe. – Fui un par de veces con unas amigas. Tiene buenas cervezas- comenta.
-Las mejores.- Digo feliz ¡No sabía que frecuentaba esos lugares homo! ¡Tengo una oportunidad! – ¿Iremos ahí?
-¡Ooooh yeah! te veo dentro a las ocho- dice guiñándome el ojo y cerrando la puerta. ¡Genial!
Terminamos de trabajar, me levanto y tomo mis cosas. Veo a Kate sentada leyendo, siento una especie de pesar en el pecho; supongo que me acostumbré, sonrío por dentro. Pero se vienen más días. Lo de hoy amerita no leer.
Llego a las ocho y veo a Nicole mirando su celular en la barra con un vaso al lado.
-Hey empezaste sin mí- digo como saludo.
-Lo siento, entré y había una barra, unos vasos y alcohol… Y una cosa lleva a la otra. – Me mira fingiendo arrepentimiento. Me siento al lado y pido para mí y la miro; esta con unos botines, unos jeans preciosos y una blusa rosada de un tono pastel.
-¿Qué ves?- me mira coqueta.
-A ti, te ves bien- sonrío.
-Oh vamos, tú estás bien buena- se ríe.
¡Me dijo que estaba buena! ¡Me dijo que estaba buena!
-Gracias- sonrío. La verdad estamos algo parecidas, solo que yo uso colores más oscuros y una chaqueta simple.
-De nada. Entonces Ale. Cuéntame de ti. ¿Qué te gusta hacer?- Me sonríe.
-Pueees, me gusta leer, ver documentales y salir con mis amigas.- digo un poco avergonzada. Se dará cuenta de que soy aburrida.- ¿Y a ti?
-Que tierno- dice entre risas – Bueno yo prefiero los reallitys, el drama, la música fuerte, la fiesta y al igual que tú salir con amigas.
Carajos, llevo odiando a mis vecinos cuando suben la música. Lo demás me parece muy normal, me da confianza.
-Suena bien.
-¿Alguna relación?- me da un golpecito en el hombro con el suyo.
Cómo me pregunta eso, ¡no saldría de esta manera si estuviera con alguien!
-Claro que no. Tuve algunas hace años, pero fueron un desastre.
-¿A si? ¿Por qué?
-Hum pues la primera, me duró unos cinco meses y me terminó para empezar con otra. La segunda, duro un año y pues, se apagó la llama, pero quedamos bien. Y la última, prefería tener más parejas que lo normal. – Pienso hastiada, que me diga que era su favorita no ayudó en nada.
-Wow, no suena a que seas muy suertuda- dice mirándome con los ojos como platos.
-A pues impresióname- bromeo sentida.
-Ah la verdad a mí me va bien, pero relaciones serias eh tenido unas 3. Aunque cuando iba en secundaría cambiaba de parejas seguido. El primero me aburrió, duramos como 6 meses. La segunda me celaba mucho y la engañé con el primero para que me dejara en paz y la tercera pues, fue genial duramos 4 años. Pero francamente no éramos la una para la otra.
-Pero fue harto tiempo- odio esas relaciones, me da una fobia horrible pensar que me podría pasar.
-Sí, y creo que nos aburrimos.- Dice sin más- somos amigas de todos modos, aun salimos.
-Eso es… genial- digo algo insegura.
-Claro, es divertido. –Sonríe. Le sonrío coquetamente.
Miro al lado al reconocer el ‘’ki’’ de mi amiga. Ella va de la mano con Sandra y achica sus azules ojos a mi dirección.
-Estúpida- digo traviesa. Nicole suelta una risita. Fer me mira, se ríe y me abraza, nos saluda junto con Sandra y dos amigas más, Angie y Noelle.
-Hey que hay- me guiña el ojo mirándola de reojo. – Bueno si quieren puede ir con nosotras, prometemos no molestar, me guiña el ojo.- Ya lo hiciste perra.
-No sabía que vendrías hoy.- La miro indignada.
-Es viernes nena- se ríe.- ¿Entonces vienen?
No sé qué decir pero antes de que abra la boca, Nicole dice ‘’Claro’’ feliz. Se me olvidaba que no tiene problemas de integración, eso es bueno.
Nos sentamos y Nicole habla con mis amigas sin problemas. Bueno son todas unas alcohólicas fiesteras, así que eso es genial. Miro mi celular, las nueve. Kate ya debió irse, de alguna forma leer no es un hábito poco atractivo para mí de pasar un viernes; recuerdo que muchas tardes lo pasé así en mi casa. Hasta que Fer llegó a mi vida y me dijo que nadie quería a las ‘’empollonas’’ pero que era broma que ella igual me adoraba y que saliéramos a celebrar.
Si… ni yo lo entendí bien. Lo tomaré como un: ‘’eres una empollona y lo acepto pero salgamos a beber más seguido joder. ’’
Se me resbala el celular, blanqueo los ojos cuando choca contra el vaso.
-Eh cuidado zopenca- se ríe Fer sujetándolo – con la bebida no.
-¡Podrías tener un hijo igual!- gimoteo.
-Joder, espero que no.- Dice Sandra al lado de ella. Nicole me mira con extrañeza.
-No sabía que fueras algo torpe- dice en una risita.
-¿No te molesta o sí?- pregunto bebiendo.
-Hmm me da igual- dice levantándose de hombros Fer la mira pensativa y bebe. Sonrío. Uf, sé que eso no le gustaría a nadie, así que me siento afortunada.
Pasamos la noche conversando y me percato de sus coqueteos, me toca la pierna, la mano etc. Me emociona, aunque a las 3am ya están todas desperdigadas y Nicole está riéndose más allá con una tipa mientras viene de la barra y se sienta a mi lado.
-Wow esta noche ha sido genial.- comenta feliz.
-Hmm- me siento un poco solitaria.
-Estas bien, ¿tienes sueño?- me pregunta cómo no creyéndoselo.
-No- sonrío- estoy un poco mareada, eso es todo.
-Dímelo a mí –se ríe- Pero eso tiene cosas positivas.- Sentencia mirándome con intensidad.
-Ah… ¿sí? – Dios, eso hizo que me pasaran cositas allí abajo.
-Claro- se acerca coqueta besándome. Me sorprendo como el infierno pero no me detengo ni un solo segundo, siento su lengua jugueteando con la mía. ¡Por dios me estoy besando con mi compañera de trabajo! Se separa y me guiña el ojo. Yo sonrío imbécilmente.
Otro, otro, otro…
Así pasamos una hora más, besándonos como almas que lleva el diablo y yo ¡vaya! Siento que lo he hecho bien, me dio un último beso antes de mirar su celular e irse. Después no tardé en seguirla, de todos modos hoy vine aquí por ella. Llego a mi casa y me pregunto si habrá llegado bien… Decido que sería buena idea al menos mandarle un mensaje si es que está durmiendo ¡Y me doy cuenta de que no tengo su jodido número! Sólo nos encontramos y ya. Ay, error de principiante… Me tiro en el sillón amargada por mi idiotez.
Paso el sábado recostada pasando un poco la resaca cervecera y el domingo leyendo en mi cama llenándome de carbohidratos. Es una lástima que no se puedan sacar los libros del trabajo, este ya lo he leído varias veces.
Estúpido y sensual Harry Potter.
El lunes me despierto con toda la emoción de ver a Nicole. Admito que estoy algo avergonzada, en condiciones normales, no me hubiese atrevido a besarla. Aunque sospecho que ella sí, así que está todo bien, me convenzo de que será un día muy bonito.