Capitulo 2

3373 Palabras
Lagrimas Evolet Camino por las calles desalojadas, mirando a mis alrededores, encontrándome solo con puertas cerradas que al ver que doy un paso dentro de este pueblo se disponen a esconderse, como si fuese la misma lepra. Al fondo de las calles se vislumbran unas cuantas siluetas, siluetas que hacen detener mis pasos para que quede totalmente quieta en mi puesto, como si algo en mi hiciese que el miedo no me permitiera reaccionar. Las siluetas caminan a paso veloz en mi dirección, traen algo en sus manos, objetos con los cuales se que descubriré cual de ellos es mas doloroso. Por fin logro reaccionar, pero ya es demasiado tarde, ya que una mano me agarra las muñecas dejando melas inmovilizadas a mi espalda. > - saludemos a la huérfana, el bicho, la rata de alcantarilla, lo peor que pudo haber creado el mundo, una escoria nacida de dos escorias mas. Quiero hablar, decir algo, pero mi mente sabe que a la mas mínima palabra me pasara algo peor, siempre es así. - dime escoria, ¿vas a ayudarnos a tantear la fuerza de este bate? - risas, eso es lo que escucho por parte de los demás que me rodean. > Siento como el que me tiene agarrada de la parte de atrás con un golpe en mi espalda hace que caiga de relleno contra el duro piso, recibiendo el duro dolor del golpe en mi rostro. Lagrimas salen de mis ojos al recibir el primer impacto del bate en mis piernas a la vez que una mano agarra mi cabello para levantar mi cabeza bruscamente dejándome ver el rostro de uno de mis atacantes. - maldita escoria, debiste morirte con tu abuela - y con eso el golpe del bate no es lo que mas me duele sino las patadas en mis costillas haciendo que escupa sangre mientras aborrezco haber nacido. - ¡¡no quiero!! - me levanto de donde me encuentro sobresaltada con lagrimas en mis ojos. Trato de calmar mi respiración al sentir como me ahogo a medida que las lagrimas son mas gruesas, ¡no quiero que me toquen!, ¡no quiero mas golpes!, ¡no quiero sufrir mas!, solo quiero reunirme con mis padres, con abue. - pequeña -escucho que dicen a mi alrededor pero solo me concentro en sollozar mas y mas - pequeña, mírame, mírame pequeña- siento como alguien toma mis brazos dejándome estática en mi puesto ante el repentino contacto que hace que sienta un cosquilleo por toda mi columna vertebral - bonita, no te hagas mas daño... por favor no te lastimes mas - suplica mientras una lagrima se me resbala al enfocar esos ojos azules en los cuales se percibe dolor. Bajo mi rostro encontrándome con sus manos sosteniendo mis muñecas, en las cuales mas arriba doy con arañazos que supongo me acabo de hacer. Siento la leve caricia de su dedo justo aun lado de donde encuentro un tubo conectado a mi piel. Trato de respirar normalmente, mientras intento calmar mi respiración errática y mi corazon desbocado, pero lo ultimo es algo difícil, pero sospecho que no es a causa de la pesadilla. - ya...¿ te sientes bien? - pregunta en un tono cuidadoso haciendo que asienta en respuesta a lo cual el suelta todo el aire que parecía que tenia retenido. Distingo que estoy en un cuarto que desconozco, es algo parecido al que me encontraba la anterior vez que desperté. Escucho como una puerta es abierta dando paso a una mujer adulta vestida con una bata y unas gajas arriba de su pelo. - veo que ya despertó luna - dice mientras se va acercando a la cama en la que me encuentro, y yo solo giro mi rostro en busca de alguien que se llame luna - Alpha - habla hacia el chico enfrente mio, ¿porque le dice Alpha?, ¿se llamara así? - Delia - dice el chico antes de soltar mis muñecas haciendo que cierta soledad se apodere de mi, pero que? - ¿ como esta mi luna? Vuelvo a girar mi rostro en busca de una cuarta persona en la habitación, pero nada, ¿quien es su luna? - por lo que veo ya cogiendo color debido al suero que le tuvimos que inyectar , pero hay otras cosas que prefiero solo decir celo a la luna - veo como el tal Alpha frunce su ceño casi a la vez que yo. - no me iré a ningún lado Delia, si tienes que decir algo, lo deberás hacer con los dos aquí - Delia suelta un suspiro al ver la terquedad del chico a unos metros de mi. - de acuerdo Alpha... - dice antes de girar su rostro en mi dirección - luna, necesitara tomar algunas pastas para los dolores que se que debe tener por las heridas en su cuerpo. Alek ¿Que es lo que acaba de decir?, ¿heridas?, ¿ en su cuerpo?, quedo un momento paralizado antes de girar mi rostro ante mi bonita, la cual le empieza a temblar el labio inferior ante las palabras de Delia. - luna, no me quiero adentrar en este tema, tiene bastantes moretones, algunas heridas abiertas que ya cure pero se ve algunas son recientes, y otras, me temo que no tanto - ¿que es lo que esta diciendo?, ¿han tocado a mi luna?, ¿la han lastimado?, ¿ lo ha hecho ella misma? Mi bonita no da respuesta alguna, lo único que hace es agachar sus rostros mientras veo como pequeñas gotas caen en la cobija que la cubre dándome así la razón de que todo lo que dice Delia es cierto, y que nada es producto de ella. " han maltratado a nuestra mate" gruñe con rencor y dolor Derek - deberá mantener reposo, entre mas mejor, fue una suerte que el Alpha llegara a tiempo o se hubiese desangrado con la herida de su muñeca. Trago saliva ante la situación para después pararme de la cama y caminar rumbo a una esquina de la habitación para controlar todo el enojo que esta emergiendo de mi. ¡¿Como se atrevieron a tocarla?!, ¡¿como pueden ser tan despreciables para hacerle daño?!, quiero encontrarlos, verles sus rostros, y desmembrar cada uno de sus miembros para después tirarlos al fuego, quiero que sufran todo lo que mi mate sufrió, quiero que lo pasen diez veces peor de lo que ella lo paso. Ella es mi bonita, MÍA, y nadie debe tocarla, deben respetarla, admirarla por ser tan perfecta, tan fuerte. - Alpha...- escucho que me llaman volviendo de mis ensoñaciones - quiero que llame a la señorita Zoe, se le ve bastante agitado. Miro en dirección de mi mate, la cual esta acurrucada en la cama mientras me mira con tristeza, dolor e incertidumbre. Tengo la respiración agitada por el enojo, al igual que Derek quiere hacer acto de presencia, pero no puedo permitirlo, asustaría a mi bonita. - no... gracias por todo Delia , déjame las instrucciones de los medicamentos que mi luna debe tomar, yo me encargare que los siga al pie de la letra. - de nada Alpha - se queda un momento mirándome, como si analizara que salir de esa puerta no fuera lo mejor, pero después de un momento y ver como asiento, decide dejarnos solos. Veo como la pequeña pelirroja se esconde tras las sabanas, dejando solo a la vista pequeñas hebras rebeldes. Camina a paso lento a su dirección quedando enfrente de ella, aun parado, tomando aire mientras escucho como su pequeño corazon se acelera con mi cercanía, nose si para bien o para mal, pero aun así evito no dejarme llevar por las emociones. - mi bonita, lamento por todo lo que tuviste que pasar, no sabes como siento no haberte encontrado antes, pero te prometo que no descansare hasta encontrar los responsables de tu dolor y hacer que te supliquen perdón. La cobija se baja un momento dejándome aturdido ante la combinación de su pelo rojo alborotado, y sus ojos verdes resplandecientes. - y-yo...- empieza a decir pero se detiene de inmediato para empezar a negar con su cabeza. Aunque es tan solo un segundo el que tuve de escuchar su voz, no evito la sonrisa de alegría. - ¿quieres que los mate sin que te pidan perdón? - suelto como si nada haciendo que ella se exalte ante la sorpresa de la crudeza de mis palabras. - Al...pha no - dice aun dejándome ver solo de su rostro sus ojos. Esperen, ¿me ha dicho Alpha? No evito dar dos pasos hacia ella para quedar a nada de su cercanía, haciendo que alce su bello rostro para enfocarlo en el mio. - bonita, tu ni tienes porque llamarme Alpha, puedes llamarme Alek, ese es mi nombre - digo con una sonrisa haciendo que ella se quede un momento dubitativa. - A..lek - por la diosa, mi nombre dicho por esos bellos labios es fantástico, siento hasta que se altero una parte de mi cuerpo que tiene vida propia. " hasta yo me altere, ya quiero que diga el mio" dice Derek con voz rasposa. - si, ese es mi nombre... ¿y el tuyo?- digo mientras trago saliva por la emoción de escuchar su bella voz. Veo la duda en sus ojos, y al pasar los segundos me decido por mejor no presionarla, ya es mucho que me haya dicho unas palabras. - comprendo que esto ha sido mucho para ti... no puedo dejarte sola, espero lo entiendas - digo con voz suave. Esta claro que después de lo ocurrido no pienso dejarla sin supervision, no quiero que vuelva a lastimarse, debo estar seguro que estará bien. Veo como aun se mantiene escondida tras la manta unos segundos antes de escuchar un suave susurro de su parte, pero que escucho perfectamente haciendo que una sonrisa domine mi rostro. - Evolet Detallo sus ojos verdes con alegría antes de hablar nuevamente. - Evolet, que bello nombre - y aun mas bello es agregarle Mi Evolet. Su nombre es tan perfecto con toda ella, es la palabra perfecta para su presencia, para mi luna, mi bonita. Evolet Días pasan tras haber despertado de mi intento de suicidio, y tal como lo ha dicho Alek, se ha mantenido todo el tiempo en esa habitación conmigo mientras me voy recuperando. Delia me ha dado algunas cremas para los moretones que son difíciles de cicatrizar, ademas de los medicamentos que he tenido que tomar bajo la supervision de ese chico pelinegro que no deja que falte ni a las hierbas medicinales para algunos dolores estomacales que he sufrido por la perdida de sangre. Convivir con Alek ha sido bastante interesante, no le he permitido que me toque, ni para aplicarme las cremas, pero al menos ya dejo que se siente cerca de mi, ademas que he soltado una que otra palabra ante las varias historias que me cuenta con respecto a su hermana Zoe y su sobrino Daniel, los cuales dice que me quieren conocer. La verdad nose que pensar con respecto a eso, es algo complicado pretender que ya estoy bien cuando no es así, cuando me despierto a mitad de la noche a causa de mis fatídicas pesadillas, en las cuales revivo una y otra vez como cada una de las cicatrices en mi cuerpo y en mi mente se han formado. - ya es hora de que te tomes la pasta para el dolor - dice Alek sacándome de mis pensamientos. Esta sentado en la parte posterior de la cama, mientras yo me encuentro en la cabecera con mis piernas flexionadas en estilo indio. Sus ojos azules me detallan con cuidado mientras estiro mi mano para tomar la pastilla que se encuentra en una de las mesitas de los lados de la cama con un vaso de agua que el mismo me trajo. Cierto cosquilleo es apropiado por mis manos, al igual que un leve sonrojo llega a mis mejillas, al sentir su mirada sublime en mi, como siempre esta al pendiente de mis actos, y como trata de grabar todos mis aspectos en su mente, como si estuviese apreciando una obra de arte que entre mas la miras, mas bellezas le encuentras. > Trago saliva antes de llevar la pastilla a mi boca seguida de una bocanada de agua para así sentir como la pasta va bajando por mi garganta. Alek se fija en que me haya bajado la pasta antes de que yo abra mi boca mostrando que no la tengo escondida. El pelinegro sonríe al ver mis acciones, ya que ya se me ha quedado grabado esto desde la primera vez que el me superviso con mi primera pasta para después hacer que abriera mi boca por si no me la había bajado. > - muy bien bonita ...- bonita, esa es otra palabra que me la dice a cada momento, como si fuera mi nombre, algo que me hace sonreír por tan solo saber el significado de la palabra, y saber que él se refiere con ella a mi - yo quería hacerte una propuesta... - dice de una forma como si tanteara terreno. ¿Una propuesta?, no evito mi cara de sorpresa ante lo ultimo dicho, algo que lo hace tartamudear un poco , como si estuviese entrando en terrenos desconocidos. - y-yo... yo quería llevarte a al primer piso, podríamos comer con Zoe y Daniel, Delia...ella dijo que te haría bien salir un poco de esta habitación, podrías... nose - sacude su pelo con nerviosismo - divertirte con mi hermana, suele ser muy habladora, pero de seguro te encantara conocerla, ademas de Daniel, ese enano de seguro te agradara - veo el brillo en sus ojos debido de la ilusión porque acepte a sus palabras. No se si sea muy rápido para mi, aun nose ni porque estoy aquí, solo que Alek me ha cuidado como si fuese valiosa para él, algo que hace mucho no percibo en ninguna persona. > Asiento levemente, causando que una sonrisa refleje todo su rostro. Alek se levanta de donde estaba sentado, para después acercarse a donde estoy, manteniendo cierta distancia de mi. - ¿te ayudo a levantarte? - pregunta haciendo que levante mi rostro encontrándome con unos bellos hoyuelos que hace que quiera aceptar. Un leve recuerdo de una mano en mi muñeca llega a mi mente, como los dedos hacían presión en mi piel mientras me obligaba arrodillarme en el suelo para después recibir un codazo en mi pecho que me quitaba todo el aire. " miren a la muerta de hambre" risas. " quiere llorar" " de seguro la anciana de tu abuela te ayudara" " llámala pequeño engendro para que pase lo mismo que tu" > - ¡bonita! - alzo mi rostro, al parecer lo agache, encontrándome con la cara de preocupación de Alek - ¿estas bien? Siento como una gota se desliza por mi mejilla cayendo en la palma de mi mano. > - s-si ...- hablo en un leve susurro para después levantarme con cuidado de la cama sin utilizar ninguna ayuda. Cuando ya me encuentro completamente de pie, me encuentro con el pecho de Alek tras la camisa negra que trae puesta, nose si soy yo la pequeña o él el gigante, pero me lleva bastante de altura. Levanto mi rostro dando con el suyo, el cual me mira con desilusion al haber dejado a un lado su ofrecimiento de ayuda, ¿porque tengo que ser así?, ¿porque no eres normal? - vamos- dice Alek resignado de no poder tocarme para después caminar rumbo a la puerta y abrirla para que yo pase. Caminamos por el gran pasillo, cada uno al lado del otro, hasta dar con las escaleras, donde bajamos llegando a un gran salón con varios sillones amplios y elegantes. Tiene algunos cuadros en las paredes, al igual que un par de jarrones con flores. A mi me gustaban las flores, madre y yo solíamos pasar nuestras tardes plantando nuevas clases en nuestro jardín, o uniendo extractos de cada una para algún remedio. Cuando veo que giramos rumbo a una puerta una voz se hace escuchar por el lugar. - ¡¡¡Daniel, ven aquí!!! , ¡¡¡pequeño travieso no te escondas!!! - es la voz de una mujer. Giro mi rostro hacia Alek, encontrando con que este también lo giro hacia mi, nos quedamos un momento viéndonos, yo al no entender, él ¿quien sabe porque? Pequeñas pisadas se escuchan seguidas de un pequeño cuerpecito que se escucha por las escaleras hasta que tengo enfrente mio un niño , el mismo que vi por la ventana aquel día. Distingo que me llega hasta por debajo de mis senos, y así de cerca se le ve mas detallada su piel blanca, al igual que esos rizos rubios, pero no evito dejar pasar mi sonrojo al descender por su cuerpo descubriendo que el pequeño no trae ropa puesta. > ehh? Giro mi rostro sonrojada al alcanzar a ver el amiguito que esconden todo el genero masculino entre sus piernas. - Daniel, que haces sin ropa - dice Alek mientras yo detallo lo bella de la pared detrás de mi. Una risa se escucha departe del niño, Daniel, para después escuchar la voz del pequeño. - jeje, ¡tío! - es lo único que dice antes de ver por el rabillo de mi ojo como se le lanza a Alek para abrazarlo obligando a que el pelinegro lo cargue. Algo en mi interior quiere soltar una pequeña risa ante la imagen de tener al pequeño, sin ropa enrollado en el cuerpo de Alek, mostrando sus nalguitas rosadas. > - bájate enano, ¿donde esta tu mamà? - dice Alek como si estuviese apenado. - no lo se - ¡Daniel! - y tras el grito de una voz femenina el niño se baja rápido de Alek para hacerse detrás de él. La figura de una chica, con bastantes curvas llega ante mi, mas el pelo rubio alborotado, como si hubiese corrido un maratón. - Daniel Vigoret, deja de esconderte detrás de tu tío y sal para que te ponga la ropa - escucho un sonido de parte del cuerpo del hombre que esta en medio de la pelea, quien hace gesto extraños a la peli rubia. Después de un momento, la muchacha se gira en mi dirección, analizándome un momento antes de mostrar una gran sonrisa. - ¡Hola! - dice con entusiasmo a lo cual yo solo sonrió levemente. - Zoe, ella es Evolet, ¿ te acuerdas que te hable de ella? - dice Alek al ver que el desconcierto en la chica por mi no respuesta. Zoe después de un momento parece que capta un mensaje sublime porque sonríe aun mas. - eso es estupendo, soy Zoe, la hermana de este grandulón enojon- dice mirándome con cierto brillo. ¿Que debo responder?, nose como reaccionar, giro mi rostro a Alek con algo de nerviosismo al sentir como mi respiración aumenta por tantas personas a mi alrededor. - bueno hermanita... lo ultimo fue demás - Alek hace que el pequeño salga de su escondite para que este me mire con curiosidad. - ¿ella es...? - dice señalándome. - mi bonita Daniel - dice como si fuera una especie de código. El niño me sonríe igual de entusiasta que Zoe, para después dar pequeños brinquitos mostrando su cuerpo desnudo provocando un sonrojo en mi. - ¡Evolet! - dice antes de correr a mi dirección y abrazar mis pies así sin nada mas que su piel a la luz del sol. Miro a Alek, luego a Zoe buscando ayuda, nose como actuar en esta situación. - ¡seras mi nueva amiga, Evolet! - dice Daniel feliz, ¿yo su amiga? - molestaremos a mi tío, jugaremos con mis juguetes, robaremos golosinas, ¡y no nos bañaremos! - ahh? - y-yo... - veo que la familia se ha agrandado - dice Zoe con una sonrisa en su rostro mientras sostiene la ropa del pequeño y yo me encuentro rodeada por los pequeños brazos de Daniel.
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