Se suponía que Theo vendría por los gatos hace dos días, pero no lo hizo y antes de darme cuenta, estuve alimentándolos, dándoles sus vitaminas, colocándoles sus medicinas para las pulgas y limpiando su arena por tres días. No sé si mi vecino se ha olvidado de que dejó a sus gatos aquí durante estos tres días o si no regresó en absoluto a su apartamento. Lo que sé, es que, ni siquiera me ha respondido los mensajes que le mandé, recordándole que debía de venir por ellos, incluso insinué que los echaría a la calle, y a pesar de eso, no tuve respuesta. Pan, Mermelada y Café, como he decidido llamarlos provisionalmente mientras desayunaba al día siguiente de que Theo dejó a los gatos aquí, no parecen interesados cuando les digo que no rasguen mi sofá y, frente a la situación de mi vecino no a

