—¿Colocaste todo lo de la niña en su mochila?—.
—Claro paco, pero tampoco pretenderás que te voy a colocar la comida para un fin de semana entero—.
—Te has vuelto perezosa y despues me lo quieres achacar a mi, admitelo perdiste la gracia con los años demasiado te aguante—.
—Pero eso es lo hermoso del divoricio que no me tienes que aguantarme más ni yo a ti, puedes seguir saliendo con chicas jóvenes para sentirte renovado, pero te agradezco que Laura no tenga que pasar malos ratos con una de ellas, solo la vez un fin de semana al mes aprovechalo—.
—Si seguro que tu eres la que aprovechas para estar con otros hombres por eso me entregas a la niña con tanto ánimo—.
—Lo que yo haga o deje de hacer en mi fin de semana libre es cosa mía, para algo me busco la vida—.
—Si como paramédicos, arriesgando tu vida y trabajando turnos de noche, además de seguro más de uno de tus compañeros fue tu amante—.
—Al menos con mi trabajo ayudo a los demás y no soy una idiota egocéntrica y manipuladora, en fin disfrura a tu hija nos vemos el domingo en la noche, pasea con ella crea momentos especiales, es con lo que sueña todo los meses apenas tiene cinco años—.
—Adiós Valeria, ya estamos hablando demasiado para el tiempo que nos conocemos—.
—¿Ya te vas mami?—,pregunta la niña al acercarse.
—Si cielo, que disfrutes mucho con papi, recuerda a portarse y pasarla bien, enséñale los dibujos que hiciste en el cole para que vea la artista en que te has convertido—.
—Que artista ni qué ocho cuartos, Laura será abogado como su papá—.
—Eso si es apoyo de padre, es solo una niña ni modo que ande con un libro de derecho debajo del brazo, en fin adios amor que disfrutes muchísimo—.
—Adiós mami, que tu también la pases genial con la tía—.
—Con razón estamos tan animados es que vas a saludar con mi cuñada la sonsacadora—.
—Adiós Paco, no vamos a pasar toda la tarde con el tema—.
Paco y ella se habían casado muy jóvenes, se habían ayudado en un principio a seguir sus sueños pero cuando Valeria se embarazo despues de dos años de matrimonio todo cambio, comenzó a pegarle los cuernos con la secretaria y cuanta mujer se le atravesara, bueno quizá fue así desde el principio pero ella estaba ciega por el amor.
Pronto su relación se volvió un círculo vicioso de engaños, arrepentimientos y perdones, hasta el día que llegando ella del trabajo el quiso agredirla bajo la influencia del alcohol pensando que ella lo engañaba con otro paramédico que en ese momento era su pareja de guardia, esa mañana se juró que no la tocaria más y así lo cumplió.
Como abogado astuto quería quedarse con todo solo por amargarle la vida, sin embargo, ella no se dejó intimidar y al final de la disputa quedó con el apartamento y la custodia de la niña, sin embargo, más allá de sentirse exitosa el proceso de divorcio había dejado grandes heridas pues se ventilo siete años de matrimonio de donde pasaron de ser felices, compenetrados y cercanos a dos seres que solo se reprochaban con amargura tantos años perdidos.
Solo le había causado un sin sabor, falta de confianza y complejos pues mientras se acostaba con mujeres jóvenes a ella ni la tocaba, cuando Valeria lo tocaba buscando intimidad el ni siquiera lograba tener una erección y siempre la culpo por ello, según él no solo no era atractiva sino además no lo sabía calentar en la cama, inevitablemente ella se sentía poca mujer y femenina, las secuelas que había dejado eran más psicológicas que físicas pero ella estaba decidida a seguir adelante por su hija y no permitiría que nunca más la humillaran.
Y allí se encontraba en el aeropuerto de Barajas Valeria Gonzáles, una pelinegra, de piel tostada, ojos pardos y cuerpo contorneado a sus 28 años y su recién estrenada libertad esperando a su hermana menor por dos años Solimar, la cuál además de ser bombero, alocada y aventurera sería soltera forever según decía, para hacer algo que jamás había hecho en formas que era tener vacaciones, un fin de semana de disfruté solo para ella, para broncearse y tomar unos cócteles observando la playa.
De momento llega como un tornado que todo lo arrasara a su paso la tan esperada hermana, con su ánimo vivas, colores brillantes, una larga cabellera castaña que vuela en libertad y con una energía más bien eléctrica como Jim Carrey bajo los efectos del Redbull en la película si señor.
—Hola hermanita cómo te preparas para un fin de semana de locura—.
—Pero qué maja estas con esas pintas, me encanta, pareces una explosión de colores—.
—Sabes que cada vez que estoy libre del trabajo aprovecho de vestirme de colores vivos, ya vez que el uniforme oscuro no va con mi personalidad—.
—Y cuál es el itinerario, mi viajera empedernida—.
—Te prometo que mi plan es totalmente tranquilo, hice una reservación en el Hotel Olé en una playa espectacular llamada playa el Duque en Adeje, una habitación para cada una, playa, spa, en fin, full relax—.
—Hablando de todo un poco adivina ¿quien te mando saludos?—.
—Pues no lo sé entre mis cientos de admiradores—.
—Felipe Castillo—.
—¿El capitán moreno y bien firme?—.
—Pues si, te manda a preguntar que cuándo le vas a aceptar nuevamente una salida, que te escribe y lo dejas en visto—.
—Tu sabes que yo digo que de lo bueno poco, y él fue muy bueno así que mejor dejo pasar un tiempo para no tener una combustión espontánea cuando nos veamos—.
—Wow, entonces dejó una huella—.
—Yo diría que muchas, por eso mejor llevarla con calma. Entonces ¿estás dispuesta a living la vida loca esté fin de semana?—.
—Miedo me dan tus planes, pero intentaré dejarme llevar y sacarme el cassette de madre protectora—.
—Allí vamos Tenerife, prepárate para las hermanas González, que vamos con todo a aprovechar estos días como si no hubiese un mañana—.
Tres horas más tarde llegaban a Santa Cruz de Tenerife y las esperaba un transporte para llevarlas al hotel, el edificio es de color hueso y blanco, la entrada esta diseñada y a primera vista tiene un estilo de una carpa en el desierto, con larañhas telas blmacas que glotan con el viento, palmeras altas a cada lado y una fuente en forna de riachuelo.
Al llegar a recepción se toman unos minutos para observar todo hasta que uno de los empleados las llamó amablemente para atenderles, —Buenos días señoritas, ¿ya les atendieron?—.
—Hola buen día, pues no, recién estábamos llegando y observábamos el lugar, tenemos una reservación a nombre de Valeria y Solimar Gonzáles—.
—De acuerdo, denme un minuto para buscarlas en el sistema, bien acá está tienen asignadas dos suites con acceso total a las áreas del hotel, así que además de entregarles una tarjeta de su habitación les daremos a cada una su brazalete dorado que no deben retirarse hasta abandonar el hotel—.
—De acuerdo, gracias—.
—Aquí tienen, bienvenidas al Hotel Olé, esperamos que su estadía sea placentera, estamos a la orden para cualquier información y solicitud—.
Suben en el ascensor a sus respectivas habitaciones ubicadas en el mismo piso pero en pasillos distintos, es todo un lujo con una cama con una cabecera acolchada alta que domina la decoración del lugar, el baño tiene una bañera al estilo antiguo como también una ducha con hidromasaje que es una pasada la vista apreciada a través de los ventanales dan hacia la piscina y parte de playa, aquello es espectacular.
Valeria toma su maleta y la coloca dentro del closet luego con calma la desempacara, escucha la puerta y al abrir es su hermana que llega emocionada, ya preparada para ir a la playa, —¿Y en qué momento te cambiaste?, si solo han pasado unos minutos—.
—Tontita lo traía debajo de la ropa, vístete tu ahora y vayamos a la playa a tomarnos unos cócteles—.
—De acuerdo ya me cambio—.
—Preparan un bolso pequeño con algunas cosas y armadas con sus toallas y ropa ligera deciden dar un paseo por la playa para luego tenderse en las tumbonas—.
Playa del Duque es una de las playas más bonitas del sur de Tenerife está ubicada en Costa Adeje, donde se encuentran los complejos hoteleros más exclusivos de toda la isla, su arena es dorada es y el azul del mar intenso y palmeras alrededor, en sus alrededores hay tiendas y restaurantes exclusivos que invitan al turista a darse un capricho, para Valeria es más que eso es la primera vez que disfruta de un lugar así y todo gracias a su hermana, así que intentaria seguirle el paso para no cortale el rollo—.
—Valeria y ¿qué haces con toda esa ropa todavía, vamos quédate en bikini para que te broncees—.
—Lo que pasa es que desde el nacimiento de Laura no me siento tan segura con mi cuerpo—.
—Pero de qué hablas tía, si tienes un cuerpo de infarto te la pasas haciendo ejercicio comes sano, ya quisiera tener un cuerpo así después de tener un bebe—.
—Que linda hermana, son tus ojos de cariño los que me ven más hermosa de lo que soy—.
—Por el contrario, eres muy hermosa la que no lo ves eres tu por culpa del imbécil de tu ex que te acomplejo, recuerda esto que el no te haya sabido valorar no quiere decir que todo los hombres sean iguales, te lo dice alguien a quien engañaron durante años con su mejor amiga. Todos los hombres son perros pero de diferente r**a, jajaja, mentira todavía creo en el amor—.
Valeria toma confianza y se quita el pareo se recuesta de espalda para tomar un poco de color luego de que su hermana le colocara bronceador, esta relajada el sonido del marval fondo, la brisa y la sutil sombra que produce la sombrilla terminan por hacerla dormir, su hermana por el contrario se dedica a escuchar música de su lista de reproducción personal y esta encantada, al fin su hermana la acompaña en una de sus aventuras le tenia variad sorpresas preparadas y una empezaria esta misma noche.
Pasa por frente de ellas un hombre alto, rubio, ojos azules espectaculares para su sorpresa pasa de ella, quien le ha llamado la atención sin duda es su hermana, pero ella ni cuenta del asunto, por su manera de vestir se nota que es elegante y además tiene una actitud muy masculina y sensual, ella debía averiguar de quién se trata, así que llama uno de los chicos que atienden allí y entre susurros para no despertar a su hermana pregunta de quién se trata.
—Por quien me pregunta es el señor Ricardo Rivas, es el gerente de recursos humanos de la cadena de hoteles Olé, un jefe muy querido además—.
—Gracias por darme la información—.
—Para servirle, si necesita alguna otra cosa—.
—No gracias, por ahora es todo lo que necesito—.
Pasan un par de horas más de la tarde y luego deciden ir a darse un baño y prepararse para la cena, como siempre Solimar es rápida y opta por colores alegres mientras Valeria lo piensa un poco más hasta que se decide por un vestido blanco con unas rosas rojas y rosadas bordadas a un costado, un maquillaje sutil y su cabellera lisa oscura sujeta en media coleta para un look más sencillo.
—Vayamos a cenar algo del mar, aquí tienen varias opciones de restaurante y luego podemos ir a un bar—.
—Vale, aunque yo no quiero nada del mar me voy por papas arrugadas con cordero—.
—Listo entonces—.
Bajan al restaurante y como el resto del hotel tiene un toque del medio oriente, elegante y sensual, cena animadamente, la comida y atención son excelente, así que luego se acercan a un bar piden unos cócteles pero en esta oportunidad Valeria lo pide sin alcohol a lo que su hermana protesta.
—Pero si vinimos a pasarla bien a relajarnos y mañana no hay trabajo¿cuál es el problema?—.
—Sabes que tengo poca tolerancia al alcohol y no quiero ponerme ebria—.
—Cierro no me acordaba—.
En ese momento Solimar ve pasar a Ricardo por un pasillo cercano, se excusa de que va al baño y lo sigue de cerca, lo ve entrar en una sala de reuniones de donde sale música latina y que por lo poco que puede ver celebran una especie de cumpleaños, se le prende el bombillo es la oportunidad que quiere crear para que ese hombre tan apuesto conozca a su hermana, pero antes debe alcoholizar un poco a su hermana de otro modo no aceptará colarse en una fiesta y mucho menos va a estar relajada como ella quiere.
Es así que se le ocurre la idea de hablar con el bartender y le pide dos cócteles que se cubriera el sabor a alcohol, le lleva uno directamente y pide que le lleven un par de rondas más su hermana no es tonta y en un momento le dice que el trago tiene algo, pues se siente que la lengua se le está enredando y se está riendo de más.
—No pasa nada solo disfruta hermana—.
—Me siento acalorada—.
—Vayamos a bailar para que se te pase, al mejor estilo de las González, que bailamos de todo, sígueme—.
En un momento se encuentran frente a la puerta del salon de fiestas y como si se tratara de un par de adolescente entran una pensando que se trata de un baile público y la otra disimulando que se están colando, encuentran varios grupos disfrutando pero se deciden en un principio por bailar solas, suena la macarena y de inmediato toman el ritmo, moviendo sus caderas al ritmo dela música lo que las hace destacar, pronto están rodeadas por otros invitados y eso les da mas animo.
Suena luego Corazón Partio, el baile del gorila, Aserejé y cuánta música bailable ponen las chicas no se amilanan y continúan sin parar, de repente la cumpliañera Anna y su esposo se dan cuenta que no conocen de nada a las chicas que tanto llaman la atención pero lejos de molestarle, le hace gracia que le están animando la fiesta.
—¿Qué quieres que hagamos le pregunta su amiga Vanessa?—.
—Nada amiga mientras no hagan mas que disfrutar bailando y pasandola bien para mi no hay problema de seguro son huéspedes del hotel, además son muy lindas—.
De repente se acerca Ricardo hasta sus primos y sus esposas, —¿las conocen?, creo haber visto la de pelo n***o en la piscina esta tarde?—.
—Claro invitala a bailar, demuéstrale esos dotes tuyos que tanto conocemos, anda antes de que se te adelanten—.
—Siempre con tus cosas Anna ni que fuera un niño—.
—Que te conozco y ya le echaste el ojo, ve de una vez, además te encanta una cabellera negra, jajaja—.
Comienza a sonar bailando de Enrique Iglesias y se decide a acercarse a invitarla, ella amablemente acepta y de inmediato toma su mano y la pone en el pecho de él y la otra la coloca alrededor de su cintura y deja que el ritmo lo guíe.
Yo te miro, se me corta la respiración
Cuando tú me miras se me sube el corazón
(Aceleras a mi corazón)
Y en un silencio tu mirada dice mil palabras
La noche en la que te suplico que no salga el sol
(Bailando, bailando, bailando, bailando)
La noche calentando, tu cuerpo meneando
Subiendo y bajando (subiendo y bajando)
(Bailando, bailando, bailando, bailando)
Este fuego acá dentro, subiendo, creciendo
Ardiendo y quemando
Con tu física y tu química también tu anatomía
La cerveza y el tequila y tu boca con la mía
Ya no puedo más (no aguanto más)
Ya no puedo más (no aguanto más)
Con esa melodía, eres mi fantasía
Con tu filosofía, mi mente está vacía
No aguanto más (ya no puedo más)
No aguanto más (ya no puedo más)
Yo quiero estar contigo, vivir contigo
Bailar contigo, tener contigo
Una noche loca (una noche loca)
Ay, besar tu boca (y besar tu boca)
Yo quiero estar contigo, vivir contigo
Bailar contigo y tener contigo
Una noche loca (una noche loca)
Una noche loca
Oh, oh, oh, oh, oh
Tú me miras y me llevas a otra dimensión
(Entro en otra dimensión)
Tus latidos aceleran a mi corazón
(Tu suspiro acelera a mi corazón)
Qué ironía del destino no poder tocarte
Abrazarte y sentir la magia de tu olor
(Bailando, bailando, bailando, bailando)
La noche calentando, tu cuerpo meneando
Subiendo y bajando (subiendo y bajando)
(Bailando, bailando, bailando, bailando)
Este fuego acá dentro, subiendo, creciendo
Ardiendo y quemando
Al terminar la canción, no quieren separarse, no hay duda la están pasando bien así que se deciden a bailar un par de piezas más, mientras se conocen un poco, se preguntan apenas los nombres y la ciudad donde viven, cuando él le hace preguntas más íntimas como profesión o estado civil prefiere no contestar, pues solo quiere pasarla bien por un par de días no desea entablar una confianza con nadie.
—De acuerdo, eres una bailarina experta, se que te llamas Valeria y vives en Madrid, entiendo que si no respondes es porque no quieres confraternizar y la verdad eso me agrada en vez de molestarme—.
—No se trata de nada malo hacia ti, pareces agradable y respetuoso, pero solo vine a pasar unos días libres y ya—.
—De acuerdo entonces al menos concédeme seguir siendo mi pareja de baile por unas horas más, como puedes ver acá la mayoría está en pareja y donde voy a encontrar una chica que baile tan bien—.
—Creo que estas adulandome de más pero te tomo la palabra porque también quiero bailar—.
Mientras ella baila con Ricardo su hermana también encuentra un compañero con quien pasarla, en algún momento de la noche se desaparece con su acompañante y ella decide dar por terminada la noche también, está agotada, —Bueno Ricardo un placer compartir estas festividades—.
—Te acompaño a tu habitación, eso me hará sentir más tranquilo—.
—No te molestes por favor—.
—No es molestia para mí, es un deber como caballero—.
—Esta bien, lo agradezco—.
Entran en el ascensor y en un momento que se quedan mirándose a los ojos como si de un imán se trataran comienzan a besarse con pasión, em estrecha su espalda y ella lo toma del cuello, llegan al piso y sin parar de besarse entran a la habitación de ella, hasta llegar a la cama.
Al siguiente día, Valeria se despierta en su cuarto de hotel, le duele la cabeza increíblemente, tiene resaca aunque no recuerda haber bebido nada y luego se fija en el brazo que la sujeta desde atrás por la cintura.
"Dios mio que he hecho".