Valeria, ha despertado en los brazos de un desconocido y por si fuera poco no tiene idea de lo que pasó en la noche anterior, evalúa la situación pero no tiene respuesta coherente para nada, ¿qué hacer en una situación así?, hace años que estaba fuera del mercado y no tiene idea de cómo manejar las relaciones casuales porque nunca tuvo una, su única pareja había sido el patán de su esposo que tenía años sin tocarla.
Intenta arrimarse poco a poco hacia el borde de la cama, pero el brazo que la sujeta la envuelve por completo y mientras más intenta zafarse la atrae hacia su cuerpo, que Vergüenza nunca se considero de las mujeres debora hombres y no empezaría ahora, comenzó a hacer un checklist para evaluar qué tan complicada era la situación.
1.¿Estoy desnuda?. No
2.¿Es la ropa que tenía puesta anoche?. No
3.¿Tengo algún efecto de haber tenido sexo?. No.
4.¿Es la misma ropa interior de anoche?. No
Mientras ella continúa sin saber que hacer el hombre que está detrás de ella se pega aún más a su espalda, es que siente todo su cuerpo, desde los vellos de sus piernas hasta su... "Hay Dios le siento el paquete",se dice. Huele a perfume caro, el hace de nuevo un movimiento, esta vez le pasa una pierna por encima de las suyas entre lanzándose y ella sin poder brinca al sentir que él se está excitando y termina cayéndose de manera aparatosa de la cama,"Tragame tierra".
—Buenos días, hermosa que haces allí, vuelve a la cama y repitamos lo de anoche—, su voz es masculina y profunda a ella se le erizan los vellos, es que hasta le pareció erótica.
Valeria que sigue tirada en el suelo al lado de la cama evalúa sus opciones "Sera que me hago pasar por muerta, o monto un show de mujer fatal, ya me vio al menos en ropa interior porque solo estoy vestida con una franelilla y unos cacheteros.
—Pero vamos preciosa, no seas tímida, después de todo lo que compartimos, al menos me debes un mañanero.
—Eso sí que no, descarado, no cuentes con eso—, y cuando se levanta para insultarle lo consigue con una pose sexi, al parecer solo es boxers cubierto por un poco de sabana, viéndola con unos ojos azul intenso y una sonrisa pícara en los labios, "uf pero que pedazo de hombre por Dios, vamos Valeria concentrate".
—Al fin sales de tu escondite mi amor.
—Mira, no voy a decirte lo que pienso, porque la verdad estoy bastante confundida en este momento.
—Lo importante es que anoche estábamos claros en lo que deseábamos, la mejor noche de mi vida, eres increible.
—Olle, que no recuerdo nada de anoche, ya lo dije, macho que no tengo idea de nada de lo que hicimos.
—Pero si fue especial, nuestra entrega fue fuera de este mundo, ven aqui para hacértelo recordar, hasta te presente a mi famila y casi nos comprometemos—, observa que Valeria está a punto de llorar y entonces sin poder contenerse más explota en una risa sonora, —Disculpa es que no aguantaba más.
—¿A qué te refieres?.
—A que no pasó nada entre nosotros, tranquila solo te gastaba una broma.
—¿Y entonces porque tengo otra ropa diferente a la que use para salir anoche?
—La respuesta es simple, te vomitaste encima y debi enviarla a lavar con el servicio del hotel tanto la tuya como la mía.
—Que vergüenza, se que sonara trillado pero yo nunca hice algo asi ni en mis momentos de juventud.
—¿Y es que eres una vieja?.
—Sabes a lo que me refiero a que nunca hice algo así ni en mis épocas mas salvajes.
—Así que reconoces que tienes un pasado reprochable pilla.
—Noooo.
—Esto parece una mala copia de la película lo que pasó ayer, yo estaba tomando unos ricos cócteles sin alcohol y después de allí no recuerdo nada más.
—Eres muy graciosa.
—Te digo la verdad, yo no tengo sentido del humor hace años que lo perdí.
—Eso sí es triste de escuchar, siempre hay que ser optimistas, siempre habrá una luz al final del túnel, por cierto, anoche nos conocimos, pero dudo mucho que lo recuerdes mi nombre es Ricardo Rivas un placer.
—El mío es Valeria, ¿entonces no pasó nada anoche entre nosotros?.
—Pasó, pasó, no pasó mucho pero si paso algo, además tan mala es la idea que hubieses pasado la noche conmigo, te juro que me estoy que me acomplejo, acabas de bajar mi autoestima en unos puntos.
—No me referia a eso por favor.
—Te juro que si hubieses dormido conmigo tuvieras ganas de más.
—Que creido.
—Es confianza, se que soy bueno, me encantaría seguir discutiendo de mis capacidades contigo pero tengo cosas que hacer, voy a llamar para que traigan nuestra ropa—, después de la llamada pasaron solo unos minutos y tocaron a la puerta con dos bolsas para ropa con lo que vestían cada uno la noche anterior, sin ningún tapujo lo vio vestirse frente a ella, dejándola disfrutar del striptease a la inversa.
—Lo siento tanto, ¿puedo pagarte la tintorería?.
—Acepta una salida conmigo y estamos a mano.
—De acuerdo, ¿cuándo, dónde?.
—Paso por ti esta noche a las 8:00 de la noche.
—¿Qué tipo de ropa debo usar?.
—Usa vestido de cóctel, algo sencillo.
—De acuerdo.
—Entonces bella, hasta la noche, por cierto, me encantaron las braguitas de conejo me parecieron super sexis—, abre la puerta le guiña un ojo y se va.
Valeria se tira de espalda en la cama y cierra los ojos, aquel hombre era hermoso sexi y con modales parecía Pablo Alborán pero rubio que bello, cuando le contara a su hermana se moriría de la envidia.
De pronto comienzan a llegarle pequeños flashes de la noche anterior recuerda cuando entraron en el ascensor, su mirada intensa como si pudiera hacerla suya solo con eso y luego el beso apasionado ella tomándolo del cuello, pero qué momentazo con el rubio, se sentía una colegiala, "que le den a paco y todos los complejos que le dejó".