Tiempo fuera

1348 Palabras
Tocan a la puerta justo cuando Valeria se está dando un baño por un momento piensa que puede ser su invitado nocturno, ¿"Será que al tío se le ha olvidado algo?", cómo puede se coloca rápido el albornoz y sale totalmente enjabonada de la ducha, patina por momentos pero logra llegar a la puerta sin caerse a pesar de el desastre de agua y espuma por todo el lugar, —¿Quién?—. —Servicio a la habitación. —Yo no pedí nada. —Es una encomienda. Valeria abre la puerta y encuentra a Ricardo de punta en blancon, perfecto y con una sonrisa pícara en los labios, observando el reguero de agua y jabón por todos, además de ella con champú y jabón por todos lados lo que se le hace totalmente apetecible. —¿Qué venías a entregar con tanta urgencia?. —Yo también te he extrañado en estás—, y ve su reloj, — dos horas desde que nos despedimos. —Muy gracioso, cómo ves debo ir a terminar mi baño, dime cual es el motivo de tu visita. —Vine primero a preguntarte, si tienes un vestido para esta noche o te puedo recomendar una tienda de una amiga que puede atenderte con gusto. —Creo que lo ideal es que opte por lo segundo, traje poca ropa y pensaba en algunas salidas con mi hermana pero quizá no sea de ese estilo. —Bien, entonces ten la tarjeta ella te esperara atenderte y lo segundo es que quiero devolverte algo que te pertenece—, en ese momento extiende su ropa interior de conejitos y ella se la arranca viendo hacia los lados del pasillo a ver si alguien los vio, te confieso que tenía ganas de quedarmelas pero prefiero que tu me las regales a yo robarlas. —Eres….. El le coloca un dedo en la boca para silenciarla y la ve fijamente a los ojos, —me lo dices esta noche después de la cena, ya sabes a las 8:00 de la noche paso por ti—, y la deja allí todavía como congelada.  Ricardo hacía mucho tiempo ya, que no se dejaba llevar por las primeras impresiones, ni sus instintos en el amor pues cuando estaba en República Dominicana en uno de los hoteles se había sentido totalmente atraído y cautivada pero resultó que estaba enamorada de otro, pero Valeria le había resultado cautivante y hasta graciosa desde el momento que se había colado en la fiestra de cunpleaños de su amiga y  esposa de su primo. Los besos y caricias compartidas en el ascensor tenía que reconocer que le gustaron y antes de que se durmiera ella había mencionado un hombre que la traicionó con mujeres más jóvenes y bonitas, lo que de inmediato pensó es que aquel era un imbécil en toda regla, pues ella era hermosa, joven y con un cuerpo de infarto, no es que eso fuera su problema pero quería que pasara al menos un velada romántica para que se diera cuenta de lo atractiva que era. Él continuó en sus actividades, ya había planificado la noche y ahora solo debía terminar sus responsabilidades en el hotel, mientras tanto Valeria terminaba de bañarse y estaba vistiéndose para ir a comprar el vestido mientras escuchaba para inspirarse una canción de Pablo Alborán llamada Dónde está el amor No hace falta que me quites la mirada Para que entienda que ya no queda nada Aquella luna que antes nos bailaba Se ha cansado y ahora nos da la espalda ¿Dónde está el amor del que tanto hablan? ¿Por qué no nos sorprende y rompe nuestra calma? Déjame que vuelva a acariciar tu pelo Déjame que funda tu pecho en mi pecho Volveré a pintar de colores el cielo Haré que olvides de una vez el mundo entero Déjame tan solo que hoy roce tu boca Déjame que voy a detener las horas Volveré a pintar de azul el universo Haré que todo esto solo sea un sueño Tengo contados todos los besos que nos damos Y tú fugitiva, andas perdida en otro lado Yo no quiero caricias de otros labios No quiero tus manos en otras manos Porque yo quiero que volvamos a intentarlo En ese momento tocan la puerta de nuevo, pero esta vez es su hermana, la deja pasar tiene cara de no haber dormido en absoluto eso no era extraño en ella, solía cuando su trabajo se lo permitía salir de juerga hasta el amanecer, ella no se había preocupado pues le dejo un mensaje diciendo que aquel tipo aue había conocido en la fiesta le había dado un maraton de sexo increíble y que valía la pena aprovecharlo al máximo, el tipo era de Madrid y se habían entendido bien, en ese momento Valeria se dijo asi misma que ella no era quien para detenerla no solo era una adulta sino que esa era su forma de lidiar con el dolor, del sufrimiento del pasado. —Solimar tienes mala cara, ¿te sientes bien?. —Es porque no he dormido prácticamente nada, ese tipo no sólo era un portento sino que tenía una capacidad de empalmarse en segundos, creo que literalmente me dejó sin útero. —Uf, no quiero escuchar detalles. —Pero si te has aguantado cuentos interminables de mi vida s****l ¿que tienes ahora?, ¿te fue mal anoche?, mira que el rubio con el que te fuiste y estabas bailando era una belleza. —Pues no recuerdo nada de anoche y tengo una idea de el motivo, me explicas ¿que pasó?, porque estoy segura que estás involucrada. —Solo quería que te relajaras, hermana entre el trabajo, la niña y el desgraciado del paco, vives tensa, no dejas salir esa Valeria alegre y vivaz que conozco, este es tu tiempo fuera aprovechalo, lo que vivas aqui se quedara aquí. —Pero sabes que no suelo hacer estas cosas tu lo sabes, ni siquiera antes de casarme. —Hermana, vivimos por nuestras profesiones rodeadas de muerte, tristezas y pérdidas, claro también hay días buenos pero la vida todo los días nos muestra lo que podemos perder y que hay que disfrutarla, ya mañana al finalizar el día cual cenicientas se habrán hecho las doce, disfruta el momento, pasalo bien lo mereces. —¿Y tú qué vas a hacer mientras tanto?. —Después de acompañarte a ti, dormir un poco y reencontrarme con la bestia de Mauricio. —Si es así, entonces vayamos que nos esperan y sabes voy a tomarte la palabra voy a disfrutar lo que la noche esté por darme. Piden un taxi al salir del hotel y rápidamente las acerca a la dirección que se encuentra escrita en la tarjeta, el lugar es increíble, es un local pensado para un cambio de imagen total, tiene desde ropa hasta un área de salón de belleza, se presentan a una chica que se encuentra en una pequeña recepción y solo pasan unos minutos cuando llega una rubia con cara de angel, cuerpo exuberante y personalidad arrolladora a presentarse. —Hola, debes ser Valeria, mi nombre es Patricia Castillo, creo que mi amigo se quedó un poco corto cuando dijo que eras bellísima, eres super sexi, wow. —Mucho gusto. —Hola, se que me están ignorando, pero soy la hermana de la preciosidad que estás alabando—,intervino Solimar al sentir que toda la atención estaba centrada en Valeria. —Tú también, eres muy atractiva y tengo debilidad por las pelinegras, ¿están seguras que ninguna de las dos son lesbianas?. —Estamos seguras, pero si cambiamos de parecer te avisamos—, contestó de nuevo Solimar. —Bien, entonces mis nuevas amigas, empecemos, me encantará ver cómo hacemos que tu belleza destaque aún más, bienvenidas. Pasaron el resto de la tarde probándose ropa, peinado, zapatos, maquillaje y hasta ropa interior, Patricia resultó ser un amor, atenta y positiva, que además de embellecer aún más a Valeria le subió el autoestima y las ganas de disfrutar lo que estaba por venir.
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