ELLA TAN BELLA Y EL TAN BESTIA

En la habitación presidencial del hotel intercontinental de Meridian, dos jóvenes se encontraban profesando su amor el uno al otro. — Te amo Marck  — y yo te amo a ti Daniela. —¿Puedes prometerme que después de estar conmigo, no me tratarás como a una extraña? Marck le dio un beso en la frente a Daniela y le dijo con ternura — Nunca te dejaría, eres lo mejor que me ha pasado. Daniela besó los labios de Marck encantada con la respuesta del hombre. Los besos y las caricias del hombre se hicieron presente y a pesar de no tener ninguna experiencia s****l no quería perder la oportunidad de trabajar en conjunto con el hombre que tanto amaba. La noche se hizo larga entre besos y caricias de los dos amantes que se entregaron por completo el uno al otro. A las 4 de la mañana, el hombre que abrazaba a la chica mostró una sonrisa tierna y besó la frente de su amada. Luego de ir al baño reviso su teléfono y la sonrisa tierna que tenía en su rostro se desvaneció, miró a la chica que estaba dormida en la cama con una mirada complicada, luego se vistió y salió de la habitación con un rostro hosco y lleno de resentimiento. A las 9 am la mujer por fin despertó de su sueño y quiso abrazar al hombre a su lado, pero solo se encontró con un lado de la cama vacío y no había rastro del hombre por ningún lado. Daniela tomó su teléfono y llamó una y otra vez al teléfono de Marck, pero su número parecía haber sido colocado en la lista negra. La chica se sentó en el borde de la cama abrazándose a sí misma mientras lágrimas caían por su rostro “soy una idiota” Daniela se tomó sus pertenencias y salió de la habitación, cuando quiso salir del hotel fue retenida por el personal de seguridad. — señorita, no puede salir del hotel a menos que cancele la totalidad de la factura. Daniela frunció el ceño — ¿qué clase de hotel es este? Siempre se paga al entrar, se supone que todo debe pagarse antes, incluso si pedimos algo debe ser cargado a una tarjeta de crédito. — Lo siento señorita, no sabemos qué pasó con su registro, pero en el sistema dice que no se realizó ningún pago previo. “Ese m*****o me dejo e incluso tengo que pagar el hotel ¿en qué me metí? no tengo dinero ¿qué voy a hacer?” Daniela tenía los ojos cristalinos, quería llorar, pero ya había cometido un error y ahora tenía un gran problema. Daniela cerró sus ojos y se masajeo las sienes “no tengo más opción, tengo que llamar a Daniel” Daniela llamó a su hermano que no tardó en contestar el teléfono — Hola princesa ¿qué pasa, a qué debemos tu milagrosa llamada? ¿Cómo va tu vida de libertad absoluta, de independencia infinita y libre de las garras del malvado de tu hermano? — se burló Daniel. Daniela volteo los ojos “por eso no quería llamarlo, se va a burlar de mi” la chica puso la voz más lastimera posible — Dani, estoy en un problema, ¿puedes venir al hotel intercontinental? Daniel al otro lado del teléfono frunció el ceño y le colgó el teléfono a su hermana. Daniela pensó que su hermano la iba a evitar y que tendría que trabajar duro para pagar semejante factura “hasta mi hermano me da la espalda, que vida tan dura la del pobre, nunca debí independizarme, es mejor vivir en las garras de mi hermano que en las de la bestia de Marck” Daniela se quedó sentada en la sala de espera con la intención de al menos conseguir ser esclava del hotel hasta pagar la totalidad de la factura. Daniel llegó 20 minutos después al hotel intercontinental y el gerente lo saludó con mucho respeto — señor Colton, no sabíamos que conocía a la señorita. — Es mi hermana — dijo con un tono molesto. Daniel miró a su hermana que tenía algunas marcas que se podían ver en su cuello y de inmediato comenzó a crearse una película en su mente— ¿Qué pasó? — Dani ¿Puedes pagar la factura por mí? Te lo explicaré después. Daniel pagó la factura pendiente y llevó a su hermana al auto. Daniela se sentó en el asiento del copiloto y bajó la cabeza sin querer hablar, pero su hermano rompió el silencio — No me digas, acabo de pagar la factura para que se cogieran a mi hermana. Daniela comenzó a llorar sin cesar — yo…yo… waaa… Daniel negó con la cabeza y llevó a su hermana hasta su casa — Cálmate ¿ok? El que debería estar llorando sería yo, que tuvo que pagar por tu nochesita — Daniel comenzó a leer la factura en voz alta y Daniela se sentía cada vez más avergonzada — habitación presidencial, masaje especial para parejas, comida gourmet, especialidades de postre, sauna ¿no encontraron un vino más caro? — Dani…yo… Daniel se bajó del auto con su hermana y fue recibido por su esposa y su pequeño hijo de 2 años. Daniel beso los labios de su esposa y cargo a su hijo en brazos. Elena miró a su cuñada de forma complicada, ya tenía una idea de lo que había sucedido gracias a los mensajes de su esposo, que no paraba de escribirle. Elena había preparado un montón de comida chatarra a petición de Daniel que quería mejorar el estado de ánimo de su hermana. Daniel seguía molesto por lo que había pasado a su hermana y aunque parecía racional en la superficie, por dentro estaba hirviendo de ira y quería asesinar al hombre que había tocado a su hermana. Cuando las dos mujeres estaban distraídas Daniel tomó su teléfono y llamó al gerente del hotel — Quiero la información del hombre que estuvo con mi hermana anoche. El gerente estaba un poco asustado por el tono de voz Daniel que siempre había sido un hombre muy educado. — Se…señor Colton, no puedo darle esa información, el hombre que estuvo con su hermana es bastante poderoso y no podemos ofenderlo, lo siento mucho. Daniel colgó la llamada y caminó hacia la sala y al no tener información por parte del hotel tuvo que interrogar personalmente a su hermana. Se sentó a su lado — Daniela solo te haré tres preguntas ¿quién es ese hombre? ¿Hace cuanto lo conoces? ¿Por qué no me lo presentaste? Daniela respiró hondo para evitar llorar, pero fue inevitable y su rostro fue cubierto nuevamente por lágrimas. — Su … su nombre … su nombre es Marck salas, es un estudiante de intercambio, nos conocimos en la universidad hace seis meses, comenzamos a salir y dijo que quería casarse conmigo … no te lo presente porque tenía miedo de que lo rechazaras por ser pobre. “Ese hijo de puta, le mintió acerca de su identidad, quizás también mintió sobre su nombre” —¿Tienes una foto? Daniela negó con la cabeza — No tengo, siempre decía que no le gustaban las fotos y yo no quería molestarlo. — ¿estaban en las mismas clases? Daniela volvió a negar con la cabeza — Él estaba en otras clases … dijiste que solo me harías tres preguntas y ya parece un interrogatorio. Daniel se aclaró la garganta y no hizo una pregunta sino una afirmación — quiero creer que al menos utilizaron protección. Daniela respondió con mala cara — Claro que sí, aunque parezca, no soy tan estúpida. Daniel se levantó de su asiento “ya me puedo relajar al menos uso protección” Los tres adultos se cambiaron de ropa y decidieron pasar el resto del día con Daniela, tratando de darle apoyo moral. Daniel puso una película navideña y le pasó un paquete de papas y una lata de Coca-Cola a su hermana — Hermanita lamentablemente tuviste que aprenderlo de la peor manera, pero como te lo dije antes ¡Todos mienten! Elena le dio un golpe en el hombro a su esposo — ¿Tú también mientes? — No mi vida, jamás… Yo soy más fiel que los músicos del titanic y más honesto que el sombrerero loco. Tanto Elena como Daniela miraron al hombre con el ceño fruncido por la comparación que hizo. Daniel negó con la cabeza mientras sonreía — Bueno, como sea princesa, ¡si vas a llorar que sea por los kilos de más y no por el idiota del tal Marck! Daniela mostró una sutil sonrisa y se recostó en el hombro de su hermano — Gracias, tu sí que eres el mejor… Daniela cerro los ojos y pensó “al diablo con el amor el amor”