Todo de mi.

1022 Palabras
Estaba más nervioso yo que ella, que estaba normal y deslumbrante. No se dejó deslumbrar por tantos lujos a su alrededor; se comportó como si no fuera gran cosa. Cualquier otra mujer estaría mirando a su alrededor, pero ella se mantenía firme y con la mirada al frente. Antes de entrar, nos esperaba el organizador, que al vernos informó rápido para que nos anunciara. Tuvimos que esperar un momento hasta que escucháramos nuestra entrada al gran salón. Estaba nervioso, un poco asustado, pero no podía aparentar que era débil. Si mi padre me mira, me iba a castigar por mi comportamiento. - Recuerda que yo voy a estar contigo en todo momento, cariño... No tengas miedo. - Lo sabía muy bien, pero yo era su esposo; yo debía protegerla, no ella a mí. Tomé valor y apreté su mano. - No, yo te voy a proteger, mi amor... - Al darnos la señal, escuchamos nuestra presentación y las puertas se abrieron. La luz del lugar y los murmullos inundaron el ambiente; los murmullos de mujeres llenas de envidia y de hombres al ver a mi mujer. Incluso sus miradas se posaron en ella. No me gustaba que la vieran de esa manera; era mía, no tenían derecho alguno a mirarla. Ahí estaba mi familia al frente, entre todos: mi padre sentado en medio y mi madre a su lado, y al otro lado, mi hermana con su hija y esposo, mis tíos y primos, y sobre todo, el más odioso de todos, mi primo Lucas. Al llegar, sentía todas sus miradas posadas en nosotros, como si fuéramos la comida. Ya no quería estar allí; mi familia no me gusta, me daba miedo. - Salud, padre y madre... Les agradezco que hayan tomado la molestia de hacer tal magnífica fiesta para presentarme como m*****o de su familia. - No mostró ni una pizca de nerviosismo, ni siquiera miedo; era admirable que ella no temiera ante mi padre o mi familia. Me estaba enamorando de ella; en todo momento mostró respeto y eso a mi padre le agradó, lo que le hizo sonreír. - En persona... eres mucho más hermosa, sobre todo... porque no muestras temor... Interesante. - Me tranquilizaba que a mi padre le agradaba; si ese era el caso, nadie de mi familia se atrevería a tocarla, y su reacción era lo que esperaba: no les agradó que mi padre dijera eso. - ¿La vas a aceptar así, nada más, papá? Ella me ofendió enfrente de toda la familia y los socios. - La mirada de mi padre se posó en Elizabeth, a lo que ella ya no dijo nada y agachó la mirada indignada. Mi madre hizo una seña y todos los camareros empezaron a repartir las bebidas. Mi padre tomó uno y lo alzó. - Bienvenida... a la familia... Y espero muy pronto un heredero. - Eso significaba que me daría el poder completo si Scarlett me daba un hijo, pero yo no lo quería; no quería esta vida, estaba bien con la que tenía, lejos de ellos, solo con mi mujer. Todos empezaron a brindar y a celebrar. En la familia, no miraban con buenas intenciones a Scarlett, y eso me provocaba miedo: que fueran a lastimarla en la fiesta. No iba a bajar la guardia en ningún momento, pero todos los socios se empezaron a amontonar a mi alrededor. Todos estaban apreciando su presencia y lo hermosa que se veía. Sus atributos, que se resaltaban con su vestido, le daban un aspecto más sexy y más hermoso. Un grupo de empresarios aprovechó para unirse a nosotros; todos la volteaban a ver y la miraban con expresión de gusto. Se veía que todos estaban admirando su belleza y elegancia. - Tu esposa es una mujer muy hermosa; en verdad, tienes mucha suerte de tenerla a ella. - Los halagos no paraban; me sentía orgulloso, pero a la vez incómodo. No me gustaba cómo lo decían. Scarlett, en cambio, se mantenía pegada a mi brazo y eso me hacía sentir seguro. - Agradezco sus halagos; ¿qué puedo decir al respecto? Mi esposo siempre me lo dice. - - ¿Quién iba a creer que el frío Demian se casara sin avisar, pero sobre todo con tal belleza? - James Brown y mi primo Lucas se unieron a la conversación. Al igual que todos, sus miradas se posaron en mi mujer, a lo que quité mi brazo de su agarre y la tomé de su cintura para pegarla a mí. Eso no los detuvo para acercarse y James presentarse. - James Brown, para servirle, madam... Nos conocimos en la reunión hace poco. - De ver que tomó su mano y le dio un beso, me hirvió la sangre. Debía controlarme y no sucumbir a mi instinto oscuro. - Sí, lo recuerdo y también a... el primo. - Su sonrisa, esa que solo era mía, se las estaba dando a ellos. No lo merecían, solo yo podía ser merecedor de ello. Lucas evitaba mirarla; tenía un rubor en su rostro y no me gustaba. - Me encantaría que me diera el honor de conocerla un poco esta noche. - No sé por qué lo decía con otro propósito; me estaba poniendo celoso. Nadie tenía derecho a conocer a mi mujer más que yo; solo yo podía conocerla más a fondo. - Si ese es el caso... puede preguntarle a mi esposo; él sabe todo de mí. Si hay algo que mi esposo no sepa, puede preguntarme con toda confianza, aunque no creo que sea necesario porque él sabe todo de mí. - Me sentí orgulloso de que la atrajera más a mí, y una sonrisa de satisfacción se formó en mi rostro, aunque a James no le ofendió porque no dejaba de ver a mi mujer. - No, no me malinterprete... Simplemente es una conversación de algún tipo y nada en el tono romántico. Es para hablar en el transcurso de la noche de negocios, ya que me interesa hablar sobre un tema o dos, y creo que puedo hacer una buena propuesta respecto a ese tema con Demian. -
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