Capítulo 1
Cada chica sueña con su baile de fin de curso y yo no era una excepción. Mis amigas y yo nos estábamos preparando para ir de compras de vestidos, pero mis padres simplemente no entendían lo importante que era esto para mí. Ellos creen que debería abstenerme de hacer cualquier cosa que pueda afectar mi imaginación y causar atención negativa sobre nuestro nombre familiar. Al parecer, ser la hija del Beta te limita a divertirte. Por supuesto, aprovecho cada oportunidad para disfrutar de mi vida y vivirla al máximo. Mamá dice que le recuerdo quién era ella antes de encontrar a su pareja y solía darme un poco de margen, pero papá es muy estricto con las reglas. Mi mamá, Sarah, mide un metro sesenta y ocho de altura, tiene una figura tonificada y cabello castaño claro que llega al pecho. Ella es una guerrera de nuestra manada y me ha enseñado a luchar desde que tenía cinco años. Mi papá, Ben, tiene un cuerpo musculoso propio de un jugador de fútbol americano, mide dos metros con uno de altura, puede levantar un automóvil y tiene tatuajes que lo cubren de pies a cabeza, con cabello n***o y lustroso. Él nunca ha sido fácil conmigo y estaba decepcionado de que no fuera un chico, pero eso no le impidió criarme como tal. Competí en todas las competencias de los chicos, pero todavía no he conseguido lo mejor de él. Él piensa que soy igual de buena y debería obtener la posición de Beta cuando él se jubile, si puedo mejorar y no causarle más dolores de cabeza. Me río pensando en todas las charlas que me ha dado a lo largo de los años.
«—¡Qué pareja querrá a una chica que sale de fiesta y es indulgente y despreocupada con las reglas, y mucho menos un Alfa que te querría como Beta!»
Me río porque crecí con el futuro Alfa, Damian.
Él es mi mejor amigo y ocasionalmente nos hemos besado, pero mantengo mi virginidad para mi pareja. Damian mide dos metros tres de músculos sólidos, tiene el pelo n***o corto, un tatuaje tribal desde su pecho hasta su hombro, alrededor de su cuello y brazo y en su espalda. Es un completo atractivo s****l con unos ojos azul brillante penetrantes. Su temperamento coincide con su apariencia de chico malo, pero siempre ha tenido una debilidad por mí. Sé que siempre he llamado su atención. Mido un metro setenta, tengo un cuerpo esbelto y tonificado con pelo oscuro ondulado hasta la cintura y ojos verdes esmeralda, tiendo a captar la atención de algunos chicos. Sin embargo, creo que la mayoría de ellos piensan que conseguirán la posición de Beta, así que tiendo a ignorarlos.
—¡Apúrense, Nina! —grita mi mejor amiga, Holly. Ella es hermosa con su piel de color moca cremoso y pelo n***o hasta los hombros. Puede que solo mida un metro sesenta y cinco, pero su actitud es la de una persona de dos metros cuarenta y cuatro. Salté de mi tocador y corrí hacia la puerta antes de que ella empezara a subir las escaleras. La hice esperar una vez ¡y casi derriba mi puerta!
—¡Ya voy! Tenía que terminar mi maquillaje —dije, un poco sin aliento.
—Zach, Damian y Trevor están en el coche esperándonos —Zach es otro hijo de un guerrero. Mide un metro noventa y ocho, tiene una tez pálida, ojos avellana y pelo rubio hasta los hombros. Es lindo a su manera, pero tiene una expresión más suave. Siempre ha tenido ojos solo para Holly, aunque ella no le presta atención. Siendo la hija del gamma, también ha recibido las charlas que yo he recibido. Trevor es su hermano y el hombre de confianza de Damian desde que nacieron con pocos días de diferencia. Mide un metro noventa y ocho, con un tono de piel más oscuro que Holly, pelo n***o azabache y los mismos ojos marrones oscuros con un destello dorado que tiene Holly. Aparentemente, es un rasgo familiar de ellos.
—¡Adiós mamá y papá!
—Adiós cariño, recuerda comportarte y háblame mentalmente si tienes algún problema. ¡No te metas en ninguna pelea esta vez! —gritó papá, desde la cocina.
Fue solo una vez y gané la pelea. No es mi culpa que un chico no pudiera entender un “no”. Papá no está demasiado preocupado esta vez, ya que prometí que los chicos vendrían con nosotras esta vez y nos “protegerían”. Como si necesitara a un chico para protegerme. Solo rodé los ojos y salí por la puerta con el brazo sobre los hombros de Holly.
—¡Apúrense chicas! No tengo todo el día —gritó Trevor.
—Oh, cállate Trevor, no tienes más que tiempo hoy —Holly le contestó mientras se metía en el asiento trasero de la Cadillac Escalade de Damian. Por supuesto, yo me senté en el asiento delantero junto a Damian. Algunas personas pensaban que era la pareja de Damian; nosotros no creíamos que lo éramos, pero tampoco estábamos en contra. Sin embargo, me trataban como tal y nunca me importó.
—Debería poder sentarme delante, mis piernas son mucho más largas que las tuyas, Nina, y si necesitáramos salir rápidamente y bien, necesitaría un mejor acceso que la tercera fila —murmuró Zach.
—Oh, ¿de verdad? ¿Quieres otra revancha, Zach? —Le arqueé una ceja. La última vez que me cuestionó, lo dejé fuera más veces de las que puede contar, pero aun así dijo que “me dejó ganar”.
Todos se rieron a carcajadas, excepto Damian, que simplemente levantó una ceja hacia Zach. Zach era un gran guerrero, pero cuando tienes sangre Beta corriendo por tus venas y has sido entrenado desde los cinco años, no hay mucha gente que pueda compararse.
—Solo intento ser un caballero aquí, Nina. Me gustaría tratarte como la princesa que eres —bromeó Zach conmigo. Solo ganó un resoplido y un rodar de ojos por mi parte y un gruñido de pecho por parte de Damian.—De todos modos —sonrió Holly, —¿Qué tipo de vestido quieres conseguir hoy?
—Mm… —reflexioné—. Tal vez uno ajustado que se detenga justo debajo de mi trasero con un escote en V profundo que sea transparente.
—¡Te jodes! —gruñó Damian.
Estallé riendo.
—Solo estoy bromeando, vaya, en realidad no sé. ¡Quiero uno largo hasta el suelo!
—Bueno, yo quiero uno corto que haga que mis piernas se vean más largas y abrace mis curvas.
—Holls, mamá y papá te matarán, ¿sabes eso, verdad? —preguntó Trevor mientras se pasaba la mano por la cara.
—Tú serás lo que me mate —susurró, pero con nuestra audición de lobo, todos lo escuchamos.
—Soy su princesa, ¡ellos no podrán! Además, si encuentro a mi pareja, ¡no podrán decir nada! —Holly dijo con una mirada decidida en sus ojos. Sabía por esa mirada que no iba a cambiar de opinión. Nuestra “graduación” no era exactamente una graduación. Al principio era una graduación tradicional, pero con los años, todos los jóvenes de dieciocho años sin pareja se colaban en la “graduación” de otros clanes en busca de su pareja o de un encuentro rápido, si no lo encontraban.
Mi cumpleaños era un día antes de la graduación, a una semana de distancia, y estaba muy emocionada. Finalmente sabré si Damian es mi pareja o no. Siento una extraña sensación en el estómago cada vez que pienso en esto. ¿Y si no es mi pareja y encuentra a otra chica? ¿Estaré bien con eso? En el fondo siempre me ha gustado que él me proteja, pero lo hace de una manera que aún puedo enfrentarme a los chicos y él está ahí, asegurándose de que no salga lastimada en el proceso.