Lena Llegamos a la clase de Defensa Mágica y Duelos, listos para enfrentar un nuevo desafío. El pasillo resonaba con el murmullo de los estudiantes, sus voces llenas de anticipación y curiosidad. Nate y yo caminábamos juntos, nuestros pasos sincronizados, como si nuestro vínculo se reflejara en cada movimiento. Cuando llegamos a la puerta del salón, algo inusual llamó nuestra atención: una nota pegada en la madera oscura. "Los espero en el parque." Nos miramos, la confusión reflejada en nuestros rostros. Habíamos esperado una clase normal en el aula, pero esto prometía algo diferente. Sin decir una palabra, comenzamos a salir, siguiendo la corriente de estudiantes que también habían leído la nota. El aire fresco del parque nos recibió, un contraste refrescante con la atmósfera cerrad

