Hoy es el día en que saldré con Elizabeth, me levanté más temprano para dejar todo listo en el rancho.
Es la primera vez que invito a salir a una chica, hoy la sorprendente con una cena. Tengo planeado llevarla al restaurante Star es un restaurante elegante y quiero que se sienta como una reina.
—¿Estas listo para tu cita?—Me pregunta mi madre
—Eso creo—Le digo mientras termino de darle comida a las vacas.
—¿Ya sabes a dónde la llevaras?—Me pregunta.
Mi mamá ha estado muy pendiente de esta cita. Se que me quiere ver feliz
—La llevare el restaurante Star —Le digo
—Buena elección, es un lugar muy bonito—Me confirma y sonríe
Se que si, además, ese restaurante es especial para ella. Allí fue donde conocio a mi padre y dónde se comprometieron.
—¿Cómo está el ganado? ¿Hoy no perdimos nada?—Me pregunta
—No, gracias a Dios hoy no—Le informo
Tanto ella como yo estamos preocupados por la perdida de los animales ya que nos cuesta dinero.
Llega la hora y estoy listo para buscar a Elizabeth, cuando estoy por salir me encuentro a mi madre en la entrada esperándome con una rosa en la mano
Sonrió porque sé que me hará llevarla.
—Que guapo estás hijo, no olvides llevarla—Me dice mientras extiende su mano y me pasa la rosa
—Gracias—Le digo y me despido dondele un beso en la frente
salgo y me voy en mi otro auto, tengo uno para ocasiones especiales como está, es un
Fiat 5001 Saloon lo mejor.
Voy camino a buscar a mi cita, cuando llegó a la tienda me encuentro a la señora Stuard
—Buenas tardes Maicol —Me dice muy sonriente y añade—Estas muy guapo, déjame buscar a mi nieta—Me dice mientras se va a buscarla
Me quedo esperando, pasan diez minutos y vienen.
Estoy sin habla Elizabeth es hermosa, tiene puesto un vestido rojo carmín que le llega a las rodillas, zapatos de tacón, su cabello recogido, sus ojos son hermosos y sus labios tentadores. Al verla quedó sin aliento, es la mujer más bella que he visto.
Me aclaro la garganta y le saludo
—Buenas tardes señorita Elizabeth, está hermosa—Le aseguró mientras la miro y saco la rosa que me dio mi madre.
—Buenas tardes señor Maicol y gracias por la rosa es muy linda—Me dice y la huele
—No tanto como usted. ¿Nos vamos?—Le pregunto y le sañalo la salida.
Ella solo sonríe mientras esconde su rostro tras la rosa. Es tímida pero me encanta.
—Hasta más tarde Señora Stuard—Me despido y me voy con Elizabeth
—Tengan cuidado—Nos índica.
Salimos y noto que ella se queda perpleja frente al automóvil.
—¿Te gusta?—Le pregunto al ver su reacción
—Es muy bonito—Me afirma.
Le abro la puerta para que se suba al automóvil.
—¿Has visitado el restaurante Star?—Le pregunto mientras condusco
Niega con la cabeza
—Pues allí es a dónde donde nos dirigimos, seguro te gustara—Le afirmó entusiasmado
No la miro de más porque fácilmente podría tener un accidente, además, cuando la miro ella sonríe y dirige su mirada a la ventana. Noto como sus mejillas se tornan rosa y así se ve más hermosa.
Se que no le soy indiferente y eso me emociona.
Llegamos, estaciono en la entrada del restaurante y le doy mis llaves al chico que guarda los automóviles.
Le ofrezco mi brazo a Elizabeth para entrar juntos y ella lo acepta.
Entramos y rápidamente nos dirigen a una mesa que ya tenía apartada. Mientras nos sentamos llega un ranchero vecino y nos saluda
—Buenas noches, Maicol ¿Cómo estuvo tu ganado hoy? A mí mí me faltan dos cabezas de ganado. Debemos reunirnos de nuevo y cazar a ese cosa o nos llevará a la ruina—Me índica
—Pues las mías están completas hasta ahora. Luego nos reunimos y planeamos que hacer—Le digo mientras miro a Elizabeth.
Ahora no es tiempo para hablar del mismo tema. Solo quiero pasar unas horas en compañía de una hermosa mujer
—Nos vemos, hasta luego—Se despide mientras se quita el sombrero y se va.
—¿Problemas con el ganado?—Pregunta ella
—Si, hemos estado sufriendo perdidas a causas de ataques que aún no sabemos explicar—Le informo mientras llega el mesonero.
Pedimos la comida y les puedo asegurar que el tiempo se me fue volando mientras hablaba con ella.
—Elizabeth ¿Podría saber qué haces aquí?—Le pregunto pues es raro que una mujer tan linda este en este pueblo y sola
—Pues mis padres se fueron a vivir a Londres y yo me quise quedar mi abuela y ayudarla—Me informa
Es una mujer inteligente, bella e independiente.
Después de esa noche nos hicimos inseparables, la visitaba todas las noches.
El pueblo continuo recibiendo ataques pero aún no sabes que asecha. Dicen que son hombres sin alma pero aún no he visto el primero.
Mi madre se preocupa cuando salgo a ver a Elizabeth. Sigo comprando los alimentos en la tienda.
—Hijo, me gustaría conocer a Elizabeth. ¿Porque no la invitas a cenar aquí?—Me pregunta mi madre.
La verdad me gustaría traerla.
—Dejame invitarla hoy, iré a buscar el alimento del ganado y le diré—Le afirmó y ella sonríe de emoción al escuchar lo que le dije
Salgo a ver por unos escasos minutos a mi futura novia, solo llevamos unos meses saliendo pero para los ojos de todo el mundo es mi novia.
Claro que no se lo he propuesto pero lo haré.
Cuando llegó a la tienda la veo, allí está Elizabeth con el cabello suelto, lo tiene largo. Tiene puesto un vestido n***o que la hace ver más blanca y resalta mucho sus ojos azules.
—Buenas tardes hermosa señorita ¿Cómo está?—Le pregunto mientras me arecuesto al mostrador y le sonrió
Ella me regresa la sonrisa y se sonroja
—Hola Caballero, estoy bien y ¿Usted?—Me pregunta
—Bien ahora que la veo, quiero invitarte a cenar a mi casa. Te quiero presentar a mi madre—Le digo con un poco de temor pues quizás la espante y no quiera ir.
Ella se asombra pero afirma moviendo la cabeza
—Me encantaría Maicol—Me comenta y me alegro pues es la primera vez que me llama por mi nombre.
—Te paso buscando a las siete preciosa—Le indico mientras tomo el alimento para los animales y me voy.
Estoy contento porque acepto ir, esto es un paso serio en estos tiempos. Solo salimos con alguien cuando de verdad queremos una relación.
Mientras voy al rancho el día se torna oscuro, casi podría llegar a pensar que son las seis de la tarde pero no es así.
Llegó a casa y bajo lo que compre. Mi madre al ver que regreso vine de prisa a mi
—Dime qué vendrá—Me dice
La miro extrañado pues no sé a qué se refiere
—Maicol, hablo de Elizabeth ¿Vendrá?—Me pregunta y cruza los brazos
Me paso la mano por la frente pues imagine que esto sería tan importante
—Si, la buscaré más tarde—Le aseguró
—Pues iré a preparar todo, le diré a Penélope que hoy hay cena especial—Grita mientras se va a la casa.
Me causa impresión verla así. Penélope es nuestra ama de llaves y la que se encarga de cocinar. Esta con nosotros desde que tengo memoría
Mientras le doy comida a los animales, se acerca un automóvil. Es YHON FERRER uno de los rancheros más afectado por los ataques.
—Buenas tardes vecino ¿Puedo hablar con usted?—Me pregunta desde su automóvil
Me acerco hasta el
—Dime—Le respondo
—Anoche pude ver lo que ataca a el ganado—Me cuenta
—¿Sí? ¿Que viste?—Le pregunto
—Esa cosa no es un animal, eso es como una persona. Lo vi a la mitad de la noche, los perros se volvieron locos ladrando. Me acerqué a ver qué pasaba y bajo la oscuridad vi una silueta de un hombre que estaba encima de una de las vacas—Me informa muy convencido de lo que pudo llegar a ver
—¿De verdad?—Le pregunto.
No es la primera vez que escucho eso, varios han visto una sombra humana pero cuando nota nuestra presencia sale muy rápido y no podemos ver a dónde se dirige
—Si, voy a cazar y matar a ese mal nacido que ataca mi ganado. Me va a llevar a la ruina y antes que eso ocurra lo voy a matar. Eso es un vampiro, un ser sin alma que baga en la oscuridad buscando comida Maicol—Me afirma
Pero con decirme que es un vampiro me hace pensar que está loco.
Ahora todos piensan que hay vampiros pero eso es inaceptable, no creo en eso. Solo son cuentos.
Nadie puede volver de la muerte y menos vagar por el mundo sin alma. Creo que mi vecino debe estar borracho o se fumo algo.
Le sigo la corriente y le digo
—Cazalo, bueno te dejo. Tengo algo pendiente que hacer compañero—Le informo y me retiro.
El se va aen su automóvil, mientras yo me dirijo a la casa.
Al entrar encuentro a mi mamá con Penélope en la cocina, ya comenzaron a preparar todo. Mi madre actúa como cuando hacía esas grandes fiestas para celebrar cualquier logro de mi padre.