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MI MALDICION

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segunda oportunidad
maldición
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misterio
renacimiento/renacer
sobrenatural
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Descripción

Sinopsis

Maicol Smith, es un joven ranchero con dinero que cree haber conocido al amor de su vida, pero está muy lejos de la realidad. Maicol vive las consecuencias de una terrible pandemia nunca antes vista.

Arrebatándole a su madre y prometida Elizabeth.

Piensa que es su final. Sin embargo, La vida le da otro giro, es castigado con la inmortalidad, al ser atacado por una criatura misteriosa. Dejándolo sin posibilidad de reencontrarse con su amada.

En cada vida de su amada, Maicol la busca para siempre perderla de nuevo y verse obligado a esperarla en su regreso cada vez, en vano.

Maicol conoce a Olvida, una mujer que lo hará dudar de su amor por Elizabeth y lo obliga a elegir entre ambas.

¿Será capaz Maicol de elegir a la correcta?

Acompañalo a descubrir un nuevo mundo donde puede ver a todos morir o darles el regalo de la vida eterna.

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CAPITULO 1
Esa una noche lluviosa en Misuri y me encuentro empapado resguardando a los cabellos que se escaparon del establo por causa de los relámpagos y truenos. Vivo en el pueblo de Avilla condado de Jasper retirado de la ciudad, Soy Maicol Smith un joven de 23 años que vive con su madre. Tenemos una finca con ganado y además nos dedicamos a la siembra. Mi padre falleció cuando apenas yo tenía 8 años, no lo recuerdo mucho y desde ese entonces a mi madre le tocó salir adelante conmigo. Esa una mujer extraordinaria, fuerte, amorosa. Aunque hay veces que puedo olvidar todo lo buena que es. A mi edad la mayoría de los hombres ya tienen familia, pero estoy ocupado ayudando a mi madre. Además, estamos recuperándonos de la desastrosa guerra que destruyo muchas familias. No acudí al llamado para no dejar sola a mi madre. Pero por fin pudieron doblegar a los alemanes y reanudar nuestras vidas Entro a la casa empapado y madre aparece —¡Por Dios! Maicol te vas a enfermar— Réplica mientras busca una toalla el clóset —Encerraba a los caballos —Le informo al mismo tiempo que me comienzo a quitar la camisa —Toma un baño, te prepararé un té—Gruñe y se dirige a la cocina Ella es un poco exagerada, pero se preocupa por mí. Me dirijo a mi recamara, me quito toda la ropa y me voy al baño. Uno rápido pues ya había tomado uno y este solo era para sacar de mi cuerpo el agua de lluvia, me visto y bajo. —Listo—Comenta mi madre señalándome el té Camino a la cocina, tomo asiento a su lado y me tomo el té —¿Cómo salieron los caballos? —Pregunta mi madre —La puerta del establo estaba abierta, quizás no quedo asegurada y la fuerte brisa de lluvia la abrió—Comento, suponiendo sin tener otra explicación —No ceo—Replica y mueve la cabeza negando esa posibilidad. Y añade —Últimamente están pasando cosas extrañas en el pueblo —¿No me digas que tú crees en esos cuentos de hombres que buscan sangre y atacan el ganado? Son solo cuentos mamá—Le afirmó —No estoy segura de que sean solo cuentos—comenta convencida Le pongo mala cara y termino mi te, solo quiero descansar y no pensar en nada. Me levanto de la mesa, le doy un beso en la frente a mi madre y añado —Te amo, iré a descansar. No crea todo lo que dicen madre, descansa Ella es una mujer muy inteligente y no sé cómo cree en esos cuentos. Me acuesto en mi cama y cuero mis ojos. Cómo dice mi mamá, últimamente en el pueblo ha tomado fuerza el rumor de hombres que toma sangre del ganado, pero eso no se ha comprobado, quizás sea un animal salvaje quien asecha al ganado.  Despierto para ir al baño y al ver el reloj ya son las cuatro de la mañana, hora de comenzar a trabajar. Cuando terminó en el baño, me visto, bajo a la cocina y mi madre ya tiene el café listo y el desayuno. Quizás este oscuro afuera, pero necesito energía para comenzar bien el día. Somos gente del campo porque vivimos de el pero económicamente estamos muy bien, más mamá ha sabido administrar la finca. Hoy es día de buscar el alimento de los animales así que iré a la ciudad como todos los viernes, termino de desayunar y me encaminó a la cuidad.  Toma media hora llegar, compro en una de las mejores distribuidoras de alimentos. Mi madre es cliente desde que tengo memoria, así que conozco muy bien a sus dueños.  Entro y me dirijo directo a la caja, para retirar mi pedido ya aparatado. Cómo nos conocemos hace años ellos ya tienen preparado todo lo que necesito y solo paso a recoger. Cuando llego a la caja tocó el timbre pues observo que hay alguien allí, es una silueta femenina. Insisto en el timbre y por fin llamo su atención. La chica se acerca a la caja —Buenos días, bienvenido ¿En qué lo puedo ayudar? —Pregunta la chica La miró y es la mujer más hermosa que mis ojos han visto. Es alta, con un cuerpazo, voluptuosa, es blanca como la nieve, cabello n***o como el carbón, ojos azules como el cielo y unos labios carnosos. Nunca la había visto aquí —En que le puedo ayudar? —Insiste Y es que estoy pasmado por su belleza, mi cerebro por fin comienzo a funcionar y entra en sintonía con mi lengua para lograr unir palabras y decir —Buenos días, disculpe vengo a retirar el pedido Smith por favor—Logro decir, estoy nervioso y sudoroso. —¿Su factura? —Pregunta La miró extrañado pues nunca me han solicitado factura —Hola Maicol. Elizabeth dale el pedido el no necesita factura, es cliente VIP— comenta la Señora Stuard ella es la dueña del local —Disculpa, es mi nieta. Está comenzando ayudar en el negocio—Me informa la señora Stuard mientras su nieta busca el pedido y me lo pasa Estoy feliz de haber venido por este pedido y conocer a tan hermosa señorita pienso mientras la observó. —Permite ayudarte—Le digo mientras le regaló una sonrisa y noto que sonríe. La verdad tengo la valentía de acercarme pues no me considero un hombre mal parecido, soy alto mido un metro ochenta, soy un tipo activo trabajo todos los días con peso y gracias a eso mis brazos son lo suficientemente fuertes y desarrollados, además de contar con un abdomen firme con músculos definidos.  Soy blanco cabello castaño claro, ojos grises. Cargo los sacos de alimentos y los llevo a mi camioneta. Regreso para despedirme de la señora Stuard y de su hermosa nieta. —Un placer señorita, hasta luego—Le comento a la Elizabeth y le sonrió Ella no desprecia mi sonrisa y me la d vuelve.  Me monto en mi camioneta, arrancó y pienso en lo hermosa que es esa chica. Nunca había visto alguien así y debo confesar que me atrajo mucho, quizás visite la tienda antes del viernes—Pienso mientras conduzco a casa  Al llegar a la finca, veo a mi mamá a lo lejos cerca del ganado. Me estaciono lo más cerca posible, bajo —¿Mamá que pasa? —Le pregunto mientras me acerco a ella, puedo notar que una res está en el piso echada y no se mueve. —La conseguí así—Me dice confundida Me acerco y la reviso, tiene dos agujeros en su cuello y no hay rastro de sangre. Parece que la drenaron, ¿pero para qué? Me pregunto mientras reviso al animal. No sé qué pensar, ni cómo explicarlo. Miro a mi mamá y no se qué decirle —Hijo te lo dije, algo está pasando y ataca nuestro ganado—Replica Se lo que piensa, pero me niego a creer lo. Pasan los días y el ataque continua, cada día son menos las reses. He tratado de cazar eso que nos acecha, pero no doy con ello.  La mortandad se esparce por el pueblo, los ataques no son sólo aquí sino en fincas vecinas.  Decidimos montar una cacería entre varios afectados y hoy descubriremos que es lo que sucede. Me preparo y preparo mi arma, soy un excelente tirador así que hoy descubriré que sucede. Esperamos la noche para desaparecer con la oscuridad y esperar a la presa. Estoy por salir y le digo a mi madre —Quédate aquí, yo regresaré. Te amo— le beso en la frente —Cuídate por favor—Comenta mientras me coloca una medalla de plata era de mi padre Sonrió al verla y siento mejor. Estoy preparado, salgo y subo a mi camioneta. Nos encontraremos en los linderos de la finca ya que allí se han visto varios ataques. Al llegar todos los dueños de finca y algunos campesinos están listos para comenzar la noche —Buenas noches—Saludo al llegar —El niño Smith se unirá a la casería—Replica unos de los viejos del pueblo. Aún me ven como un niño. No me molestan sus comentarios sé cómo son y no perderé mi tiempo en tonterías. —¿Viejo, aún estás para estas cosas? —Le pregunto para fastidiarlo. Mientras hablamos escuchamos sonidos de ramas de árbol caer. Todos volteamos y salimos a nuestros lugares.  Somos más de veinte personas así que es casi imposible que no veamos a este animal. Me escondo entre unos matorrales y preparo mi arma. Está cargada y listo para ser disparada Mientras volteo y trato de acercarme a un árbol que está a unos noventa metros de mí, logro divisar una sombra.  Es una silueta humana pero no estoy seguro pues está en agachado, camino con cuidado y me acerco más.  Se me unen tres campesinos más, pues vieron algo. Con señas logro decirles que algo está enfrente de nosotros agachado, pero sinceramente está muy oscuro y no se ve bien.  Hay un grupo que se acerca de lado izquierdo y otro de lado derecho sea lo que sea está acorralado. Cuando estoy solo a nueve metros lo que veo no lo creó y me paralizó. Es una res en el piso y alguien está sobre ella, uno de los campesinos se acerca más y más Está a poca distancia cuando la creatura mira hacia a nosotros y en un abrir y cerrar de ojos desaparece, es demasiado veloz. Tanto que no logro disparar, pero el viejo Máximo uno de los veteranos logra hacer un disparo y cree haber atinado. Esto sea lo que sea desapareció entre los árboles, pero de lo que si estoy seguro es que tiene forma humana, todos corrimos para ver si logramos ver a dónde se dirigía, pero fue en vano. Mientras caminamos miro al suelo intentando seguir un rato, pero noto que en el pasto hay una sustancia roja, me agachó —¿esto es sangre? —Pregunto y miró al viejo Max El observa, detalla, palpa y olfatea la sustancia. —Si, pero no es normal que se vea así—Me informa Y tiene razón pies es diferente, no es totalmente líquida. Es espesa tanto que se puede sentir coágulos en ella y no tiene ese color brillante de sangre. Además, es imposible que, desde la res, está aún fresca. Si que es imposible que sea de la res. Todos nos miramos y nadie dice nada. No me atrevo a especular, pero de lo que si estoy seguro es de que algo está pasando aquí y que la cosa que ataca a los animales no otro animal salvaje. Me aterra pensar que hay un loco suelto haciéndole esto a nuestros animales, pues si está tan loco podría atacar a una persona y eso es preocupante. Después de un rato de rastreo no conseguimos más nada y cada uno se monta en su automóvil y regresamos a casa. Al llegar me encuentro a mi madre sentada en la sala de la casa esperándome en vela —Hijo gracias a Dios llegaste y estás a salvo. Cuéntamelo todo—Pregunta ansiosa Me quedo un momento en silencio y me siento pues no sé qué decirle y no quiero seguir asustando la —No vimos nada, solo conseguimos una res muerta. Pero más nada—Comento sin darle mucho detalle. —Me pareció escuchar un disparo—Me indica, tiene buen oído todavía. —Fue un disparo de prueba— Replicó y me levanto —¿De verdad no vieron nada? —Insiste —Nada, esta noche fue una pérdida de tiempo. Pero para la próxima nos preparamos mejor. Está muy oscuro y no se ve nada.  Además, si ocurriera algo te lo contaría—Replico para calmarla y que intente estar tranquila.  No me gusta mentirle, pero hay veces en que es necesario. No quiero que se enferme pensando y creyendo cuentos. Ella, aunque es fuerte, está mayor y debo cuidarla. Me levanto del mueble y le digo —Es tarde, vamos a descansar Se levanta de mala gana y sé que no me creyó lo que le dije así que quiero descansar y ver qué puedo inventarle para tranquilizarla. Pase la noche casi en vela, no deje de pensar en lo que vi.  Trate de buscar explicación, pero no la tengo.  Me levanto con los ojos pesados y recuerdo que hoy iré a la cuidad, tengo un par de caballos nuevos que necesitan alimento.  Espero ver a Elizabeth y alegrar mi día.  Al llegar a la tienda, me recibe la hermosa Elizabeth con una encantadora sonrisa —Buenos días señor Maicol Smith—Me saluda —Buenos días, dime Maicol. No soy tan viejo para ser un Señor—Bromeo y sonrió Se que por respeto debemos tratarnos de usted, pero ella y yo somos jóvenes y no veo por qué se debe ser tan formal. —¿En qué le puedo ayudar? —Pregunta  Si supiera que me podría ayudar en mil maneras, no lo preguntaría—Pienso mientras la observo  Es bellísima y se ve como toda una dama. Después de la guerra las mujeres continúan trabajando, aunque antes no era bien visto.  La guerra obligó a las mujeres a salir de sus hogares y buscar el sustento de su familia.  La mayoría de chicas buscan hombres con dinero, he espantado a unas cuantas. Ya que solo les intereso por lo que tengo, yo quiero una mujer que me ame por lo que soy y no por lo que tengo. Por eso no visto trajes, ni hablo refinado. Prefiero que piensen que soy un simple campesino que huele a vacas. Y si le gusto así estoy dispuesto a mostrarle lo bueno de mi vida y compartirlo. —Necesito alimento para caballo—Le indico —Se le acabo muy rápido el que se llevó—Me pregunta Me gusta que se interese por lo que hago —Si, adquirí unos más y me faltará alimento para ellos —Respondo, la miró y pregunto—¿aceptarías si te invito un café? Lo siento, sé que es algo que no se debe tomar a la ligera, pero lo hice, me encanta y quiero conocerla  Ella me mira y puedo notar como enrojecen sus mejillas —Me gustaría—Responde Sonrió y siento alivio al escuchar su respuesta. —Pues vamos, ¿si puedes? — Le indico señalando con mis ojos la puerta —Ahora no, estoy trabajando. Pero podría mañana es mi día libre—Replica con un poco de nervios —Está bien, ¿Paso por ti mañana a las dos de la tarde te parece? —Le pregunto pues no sé si debo pedirle permiso a su abuela o que Antes de salir con una chica hay que pedirles permiso a sus padres, si ellos están de acuerdo uno puede cortejar a la dama. —¿Podrías decirle a mi abuela? —Me comenta y no puedo negarme a ese rostro —Por supuesto—Le digo y añado —¿Está aquí? —Si, la llamaré Va y la busca, vienen las dos cuchicheando y Elizabeth sonríe. Cuando la señora Stuard me ve sonríe —¿Tu invitas a salir a mi niña? —Pregunta Asiento con la cabeza y añado —Me gustaría compartir un café con su nieta Elizabeth, sería un honor salir con ella—Afirmo Ambas sonríen y la señora Stuard comenta —Puedes salir con ella, pero pórtate bien—Me indica Por supuesto, usted me conoce y sabe cómo soy yo y mi familia. —Por eso, acepto que salgan. Porque sé que clase de mucho eres y te conozco a ti y a tu familia desde hace años—Replica con buena cara —Me contenta que nos conozca bien, entonces hasta mañana —Me despido y me encaminó a mi automóvil.  Me contenta que Elizabeth aceptara mi invitación y que su abuela le permitiera salir conmigo.  Ahora debo comentárselo a mi madre pues es importante que sepa que podría conocer próximamente a mi futura esposa.  Es la primera vez que me gusta tanto una chica, aquí hay muchas y todas son lindas. Pero Elizabeth tiene un no sé qué, que me hechizo desde que la vi. Llegó a casa y mi madre está en el establo, le gustan sus caballos y los cuida mucho. —Llego la comida—comento mientras dejo la comida cerca del establo —Que bien, porque ya tienen hambre—Gruñe y añade —¿Qué te sucede? Estás cómo muy alegre— me conoce Sabe que pasó algo y le encanta preguntar —Si, ocurrió algo— Comento —¿Qué pasó? —Pregunta nerviosa —Nada malo, solo que conocí una chica—Añado mientras acarició a los caballos —¿De dónde? ¿Quién es? ¿Dónde la conociste? —Pregunta Quiere saber todo y la entiendo. Soy su único hijo y sé que quiere lo mejor para mí —La conocí en la cuidad, en la tienda de alimentos. Es la nieta de la señora Stuard, se llama Elizabeth—Le respondo  Ella está sentada en un banco frente a mí, me observa y no sé qué piensa.  —La familia de la señora Stuard es muy buena. La conozco desde hace años y sé que son excelentes personas—Me indica —Si, por eso decidí invitarla a salir —¿Y cuándo saldrán? ¿Y a dónde? —La invite a tomar algo, pero aún no sé a dónde llevarla—Le digo con sinceridad, pues aquí no hay muchos lugares para salir  —¿Ten en cuenta que cuando te vean con ella la gente dirá que es tu novia? Así que espero que se comporten y den buena imagen—Me comenta  —Por supuesto, la tratare muy bien. Además, no me molestaría que piensen que es mi novia En estos tiempos debes saber bien con quien saldrás pues si sales con alguien se supone que es porque es tu novia, tu prometida o tu esposa.  Así que como estoy seguro de que ella es buena como su familia decidí invitarla.  Además, quiero distraerme, quiero sacar de mis pensamientos el problema que vivimos con los animales. Necesito concentrarme en otra cosa y quizás comenzar una nueva vida desde ahora.  Me quedo afuera para revisar cómo están las reses pues ahora todos los días hay una menos, y sea porque murió atacada o está lesionada por un ataque. Al llegar veo que hay rastros de sangre, pero por lo que veo es de hace horas. —¡Mierda! Otro animal menos —Pienso Sigo el rastro que va desde el corral hasta detrás del corral de las reces. Y allí está, una vaca tiesa, helada sin una gota de sangre.   No veo por donde la drenan, solo se ve dos pequeña y casi imperceptible agujeros que no entiendo como los hacen.

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