Capítulo 3.

1559 Palabras
Keira se encontraba en camino a casa de los padres de su amiga Kiara, le habían dado la noticia de que por fin le había. dado del alta en el hospital y que no recordaba algunas cosas lo cual la preocupo pero a la vez la hizo sentir más tranquila al saber que ya la habían encontrado y que pronto estaría junto a su hija. Al llegar bajo del auto, sacando a Emily de su asiento para niños. —Gracias por traerme amor.— Agradeció a su novio quién le había ayudado con la pequeña. —No es nada hermosa, llámame para cuando quieras que venga por ti.— Dijo dejando un beso en sus labios. Los dos se despidieron, keira camino hasta la casa para tocar el timbre. A los segundos una mujer mayor abrió la puerta. —Buenas tardes, vengo a ver a kiara.— Saludó. —Buenas tardes señorita, pase por favor, la señora nos avisó de su presencia.— Respondió la mujer que al parecer era una trabajadora de la casa. Pasó sin poder evitar observar con curiosidad el lugar. —¡Pero miren a quien tenemos aquí.!— Exclamó con felicidad Patrick quién iba saliendo de la cocina. —Es mi hermosa sobrina.— Se acercó a keira para tomar a la niña. —Hola keira, gracias por venir hasta acá.— Saludo cargando en sus brazos a Emily. —Gracias a ustedes por avisarme de Kiara ¿puedo pasar a verla?— Preguntó. Patrick asintió. —Esta acostada en su habitación, es subiendo las escaleras ven vamos.— La invito a seguirlo. Subieron mientras Patrick le explicaba algunas cosas. Al llegar tocó la puerta con sus nudillos y una frágil voz respondió al otro lado aceptando que pasara a la habitación. —Me alegro volver a verte.— Soltó keira al ver a su amiga. —Yo también estoy muy feliz de volver a verlas.— Quiso estirar los brazos para tomar a su hija pero una mueca de dolor apareció en su rostro al hacer tal movimiento. —No te esfuerces por ahora no puedes cargarla.— Explicó Patrick dejando a Emily sentada en la alfombra con varios juguetes que había ido a comprar esa misma tarde. Kiara observó a su hija con nostalgia y alegría. —Lamento que tengan que verme en esta situación.— Habló avergonzada Kiara. keira negó —Un accidente le puede suceder a quien sea, no tienes por qué disculparte.— Dijo intentando no cometer algún error. Kiara dio una media sonrisa. —Cuando me recuperé podemos ir a diferentes lugares turísticos.— Sugirió su amiga. —Me parece muy buena idea.— Acepto encantada. Hablaron un poco más de cosas sin sentido, bromearon y dieron ideas de cosas que podrían hacer. Pasaron algunas horas hasta que keira miro su celular. —Ya es tarde, será mejor que me vaya.— Miro a Emily y luego a Kiara, no sabía si tendría que dejar a la pequeña con su mamá o podría seguir cuidando de ella unos días más. —Sobre Emily........ —¿Puedes llevarla contigo en lo que me recupero?— Pregunto Kiara al ver el dolor en los ojos de keira. sabía lo difícil que era separarse de alguien con quien has pasado bastante tiempo. Keira tomo a la niña en sus brazos soltando el aire que al parecer estaba conteniendo sin darse cuenta. —Gracias por dejarme pasar más tiempo con ella.— Agradecío con una sonrisa. Minutos atrás le había marcado a Jayden para que fuera por ella. *DÍAS DESPUÉS.* —No lo sé amor.— Respondió dudosa. —¿Con quién dejaremos a Emily?— Pregunto. —¿Podemos dejarla con Kiara?— Pregunto no muy seguro. Keira negó. —Sabes que en estos momentos ella no puede.— Respondió, mirando la cara de su novio. —Bien, perdón tienes razón.— Jayden rasco detras de su cuello avergonzado. Keira lo miro para después soltar un suspiro y después sonreír. —Deja de hacer esos gestos.— Pidió, pasando sus brazos por el cuerpo del contrario. —Esta bien vayamos.— Al final acepto. —Dejaremos a Emily con mi vecina Lucy, ella es muy buena cuidando niños — Jayden la envolvió en un abrazo emocionado. Ese día se había encontrado a unos viejos amigos de la secundaria los cuales le regalaron dos boletos para ver el torneo de boxeo profesional al cual el admiraba y emocionaba por completo. Al llegar la tarde estaban ya en camino al lugar. Keira miro el lugar, era bastante enorme. Aún no sabía quienes eran los que iban a pelear pero su novio se veía emocionado y eso bastaba para tomar las fuerzas y ingresar al lugar. Caminaron por un ancho pasillo el cual los llevaba a sus asientos. Keira sentía una extraña sensación en el pecho cuando observó el lugar donde los peleadores tendrían su encuentro en algunos minutos. Las luces se apagaron y un reflector apunto al ring. Los gritos no se hicieron esperar. —¿Quienes son los que van a pelear?—Pregunto sin poder ocultar su curiosidad. —Segun mis amigos, El Dragón y Bestia. ¿Sabes que son los mejores peleadores hasta el momento?— Preguntó emocionado. —De bestia he escuchado muchas cosas, dicen que nadie a podido ganarle ni una sola vez.— Explicó alzando un poco la voz por las personas eufóricas del lugar. Keira sintió una extraña sensación recorrer su cuerpo. —¿Bestia?— Pensó. Sabía que había escuchado ese apodo en algún otro lado. —¡Amor! ¡Amor! ¡mira ya va a empezar!.— Grito apuntando un pasillo donde iba entrando un hombre. Keira sintió el aire abandonar sus pulmones. Era el. Era Alexander. En su mente el recuerdo del apodo llego. Sintió su estómago revolverse. Observó cómo subía al ring. La música cambio y del pasillo contrario entró otro hombre el cual si no se equivocaba se llamaba o tenía por apodo dragón. Volvió a mirar a Alexander, había cambiado por completo. Ahora tenía mucho más tatuajes y había ganado mucha más masa muscular. Keira tomo de la sudadera de Jayden el cual gritaba emocionado desde que la pelea había nadie inicio. Ella tan solo veía con miedo la escena ante sus ojos, los golpes que se daban eran brutales. Pero bastaron diez minutos para que Alexander lo derrotara por completo dejando el cuerpo inconsciente. —¡Mierda esa bestia es grandiosa.!— Exclamó Jayden. Keira observó subir a una mujer el cual se colocó al lado de Alexander pero lo que más llamo su atención fue a la pequeña persona que caminaba hasta ellos. Demasiados sentimientos se instalaron en el pecho de keira. Era su pequeño Nicolás. Lo estaba viendo, estaba viendo a su niño. Sus ojos empezaron a cristalizarse y las ganas de correr hasta el y abrazarlo la carcomian. —"¡EL GANADOR ES BESTIA."— Grito un hombre alzando el brazo de Alexander. Todos en el lugar gritaron, celebrando la grn victoria que había tenido. Minutos después, Ya se había terminado todo ya no había nadie en el ring y las personas empezaban a salir del lugar. —¡Estuvo grandiosa la pelea.!— Dijo Jayden rodenadola con su brazo. —Gracias por acompañarme — Beso su mejilla. Keira sonrió de lado. Aún no daba crédito a lo que había visto. Caminaron hasta el estacionamiento. —¿Amor?— Jayden hablo. —¿Si? ¿Que pasa?— Keira pregunto abriendo la puerta del auto. —Necesito ir al baño ¿podrías esperarme?— Preguntó su novio. Keira volvió a cerrar la puerta del coche,asintiendo. —Te espero solo no te vayas a tardar mucho.— Advirtió. Jayden asintió para darse la vuelta y perderse en la antrada del lugar. —Pero vaya sorpresa.— Escucho una voz masculina detrás ella., una voz que conocía perfectamente. Un escalofrío recorrió su espina dorsal, se giró despacio. —Alexander.— Nombró a la persona que tenía enfrente. —Hola.— Saludo sin saber que más decir. —¿Hola? ¿encerio? ¿Es lo único que tienes que decir?— Preguntó con la ceja alzada, cruzó sus brazos delante de su pecho dándome un aura demasiado oscura. —Yo...Bueno no se qué es lo que quieres que te diga.— Confesó. aquella situación la estaba sobrepasando. —Te largas dos putos años y ¿apareces así sin más?— Pregunta. —No sabía que ibas a pelear en este lugar.— Dijo dando un paso hacia atrás. Keira dio un pequeño brinco al sentir la mano de Alexander en su mejilla. Lo miro a los ojos. Su mirada se mostraba vacía, sin brillo. Dio otro paso hacia atrás para quitar el agarré de su mejilla. —¿Donde esta Nicolás?— Pregunto al no verlo por el lugar. —¿Acaso te importa?— Preguntó con seriedad —Tu mejor que nadie lo sabe, sabes que intente comunicarme con el en más de una ocasión.— Hablo con voz baja. —¿Donde esta?— —El está ...... —¡Amor! ¡Amor!.— Jayden llegó hasta donde estaba ella. —Ya estoy listo.—Se colocó a su lado. Alexander apretó sus manos en puños. ******* *Somos extraños de nuevo pero está vez con recuerdos*.
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