CAP. 29 – BITCH Emma cerró la puerta tras la partida de George y se quedó unos segundos apoyada contra la madera, intentando recuperar el aire. El silencio de la casa era denso, pero pronto algo llamó su atención: un pequeño objeto clavado en la puerta, apenas visible bajo la luz del mediodía. Se acercó y descubrió una espina de acacia, larga y afilada, encajada en la madera como una advertencia. Atada a ella, un papel con una sola palabra escrita en tinta estable: b***h. Emma quitó la espina de acacia de la puerta con cuidado. El golpe fue inmediato. No era un mensaje enigmático como los anteriores, sino una acusación directa, un insulto que la traspasaba como la misma espina. Emma sintió que la rabia y el miedo se fusionaban en su pecho. Alguien la seguía observando, alguien conocía

