CAP. 21 – THOMAS BLAKE 2 El bosque le cuenta sin frases: Margot, la hija mayor, que escribía poesía y ahora calla. Eliza, la menor, que conversaba con células y ahora con murallas. Le hace ver una noche de invierno, una puerta entornada, una mirada perdida. Emma siente el peso de esa historia como si fuera propia. No la vio, ni la vivió. Pero el bosque se la ofrece, como quien descansa en una guardiana. Las raíces se enredan en sus pasos, no para detenerla, sino para bordar el camino. "Ve," parece expresar el tronco hueco. "Ellas no logran salir. Tú sí puedes entrar." Emma aprieta la pala. No como un arma, sino como llave. El bosque no olvida, y cuando habla, es para que alguien accione. Hay un dolor en la boca del estómago en Emma que sólo se va cuando ella retoma su impulso de ju

