Estoy flipando, cómo es que de un momento para otro deje de ser una simple mesera, para introducirme en el mundo de las empresas mas grandes de Ee.uu. Lo único que me dejaba con muchas dudas era el porqué mi padre nunca había contado nada, para nosotras él era un simple mecánico de un taller de autos, y aunque nunca me faltó nada, siempre he tenido todo lo que he necesitado ni más ni menos, nuestra vida podría haber sido totalmente diferente si él hubiera hecho uso de toda su fortuna.
Después de que Ian me mostrara la empresa, quedamos en que mañana volvería luego de mi turno en el bar, aunque insistieron en que ya podía renunciar y dedicarme de lleno a mi nuevo puesto, decidí esperar un poco más, todo es demasiado nuevo y todavía creo que en cualquier momento me dirán que todo esto ha sido una puta broma.
Volví a casa en mi bici, el sol ya se había ocultado así que ya no hacía el calor insoportable de hoy temprano, si no mas bien una suave brisa golpeaba mi cara, en el camino pensaba si debía contarle a mi madre o debía esperar un poco más. No quiero mentirle pero tampoco preocuparla, tiene que cuidar de su embarazo.
Llegué y estaba preparando la cena
-Hija ¿ donde has estado? podrías avisar al menos que vas a llegar mas tarde, todo el día con el móvil pero ni avisas ni respondes - hablaba mi madre mientras se abanicaba con un cuaderno de recetas
-Lo siento mamá, olvido que tengo que pasarte parte de todas mis actividades diarias para que puedas controlarme como un conejillo - dije irónicamente mientras abría la heladera para tomar un poco de agua.
-Lola no le hables así a tu madre, solo esta preocupada y sabes que no es bueno para ella ni para tu hermanita - respondía Isaac mientras servía la comida en la mesa - la cena esta servida princesas, pueden venir a sentarse - es tan amable, se nota que ama mucho a mi madre , y de mí no puedo decir nada, siempre me trato como si fuera su hija, solo que yo siempre puse una distancia entre nosotros, jamás podría ocupar el lugar de mi padre.
-No tengo hambre, voy a mi habitación - mentí, me rugía el estomago , pero quería evitar que me hagan preguntas sobre donde había estado - y hoy no voy a salir mamá, así que puedes dormir tranquila - le dije mientras besaba su cabeza y acariciaba su barriga que apenas estaba asomando. Mi madre es bellísima, tiene un cuerpo extraordinario y aún en su estado sigue conservando su figura.
- no te vayas Lola, quédate aquí con nosotros un rato, comparte conmigo hija, por favor, ¿ hace cuanto que no cenamos en familia? - dijo mi madre mirándome con cara de niña a punto de llorar
-Bien, pero nada de preguntas , no quiero hablar de mí - respondí, mientras me sentaba en una silla frente a ella . La noche transcurrió de lo más normal, Isaac hacía chistes , mi madre los festejaba como si fueran graciosos y yo también reía, ahora solo estaba disfrutando un cálido momento. Mañana sería otro día.
Sonó mi despertador, y me levanté directamente a darme un baño, me cambié , me puse un jean clarito con una camisa rosada , y cambie mis zapas por unos zapatos bajitos negros, me hice una trenza y me maquille un poco dándole color a mis labios con un labial a tono con mi camisa. Le avise a mi madre que hoy también llegaría tarde, y antes de que pueda hacerme alguna pregunta salí, hoy iría en bús.
Terminé mi turno en el bar y me fui a la empresa a seguir introduciéndome en el nuevo mundo, llegué y la secretaria me hizo pasar a la oficina del Sr. Adler
-Siéntate , te mostraré los lugares que exportamos vehículos y te enseñare a enviar planillas y fax- hablaba sin levantar la vista de su laptop, parece que a alguien no le agrado - La tarea es sencilla, espero que no tengas dificultades y eches todo a cagar, tu padre era demasiado bueno en su trabajo, espero que tú seas igual - seguía hablando mientras yo me acomodaba en mi silla y me retorcía un poco incómoda por los nervios. Podría haberle contestado groseramente, pero yo sí era educada y decidí mantener silencio.
- Tu despacho será el que usaba tu padre, esta al lado del de Ian, puedes irte - terminó de decir mientras abría la puerta de su oficina y me señalaba el lugar que sería mío
- Muchas gracias, muy amable - dije en tono sarcástico y salí.
Estaba a punto de entrar a mi despacho y veo venir a la novia de Ian , echa una furia, pasando por mi lado casi ni dándose cuenta de mi presencia hasta que tropezó conmigo
-Quítate idiota ¿ no ves que tengo prisa? cada día mas incompetentes los empleados de esta empresa - dijo la muy idiota, chocando su hombro con el mío
-A ver si te enteras que empleada no soy, y dejas de tratar a la gente como si fueran tu alfombra o si no...-
-O si no qué - habló el Sr Adler saliendo de su oficina - ella es Ana mi hija, así que el trato con ella será el mismo que tienes conmigo, pasa hija - dijo el maldito dejándome con la palabra en la boca.
Joder, que la tipa esta que se cree la reina del mundo viene a ser hija de el socio de mi padre, ahora mío. No puedo creer que alguien tan bueno como Ian salga con una estirada como esta. Me volví a la puerta de mi despacho para poder entrar y otra vez me veo interrumpida, pero esta vez por una presencia que sí es agradable.
-Hola Lola ¿ como va tu primer día ? - decía Ian mientras se acercaba a mí con la sonrisa perfecta que lo caracteriza y esos ojos que hacen que cualquiera quedara totalmente perdido.
-Pues venía bien, hasta que vi a la bruja de tu novia y me entere que es hija del Sr Adler, ¿ acaso no hay un día que no se levante sin maltratar a alguien ?- dije mientras metía la llave en la puerta intentando abrir, pero parecía atorada
- tienes que darle tiempo, no es así como pinta - me respondió sin dejar de mostrar sus hermosos dientes, y yo seguía forcejeando con la cerradura.
- Déjame que te ayude - y puso su mano encima de la mía y sentí un escalofrío, una electricidad que me recorrió todo el cuerpo, tan solo con sentir su tacto sobre mi piel, y en un segundo la puerta estaba abierta.
-Juro que estaba atorada, maldita llave, estaba durísima.
-No te preocupes Lola, estoy para servirte.-