Ahora no era el momento de enfrentar más problemas, estaba tranquilo porque Katerina esta en manos más que capaces para retenerla hasta que él tuviese la cabeza despejada para encargarse de ella o mejor aún, esperaría hasta que su esposa estuviese en las condiciones propicias para ir por ella a Turquía y que fuese la regina quien se encargara de ella, después de todo la mayor afectada por las acciones de la rusa había sido su prometida, quien después de la inyección correcta de medicamentos y monitoreos constantes estaba mostrando mejoría, pero su cuerpo lo estaba lo suficientemente fuerte como para que abriera los ojos y eso lo mantenía sumido en la desesperación. Montserrat permanecía acostada en la camilla, ya no estaba tan pálida, pero aun el deje de la muerte se veía en su rostro, f

