El único de todo
Punto de vista de Bastian.
La observaba entrar con su vestido blanco y una larga cola, su pelo rubio y de ojos azules penetrantes.
Amy Morrow, la heredera de la familia Morrow, de aquella familia que le había quitado todo a la mía.
Ahora la tenía frente a mí, listo para consumar mi venganza y hacerla pagar por cada lágrima que su familia me hizo derramar, había empezado y no me detendría, y no me importaba amarla desesperadamente.
Flashback.
Apenas tenía 13 años cuando mi padre fue llevado a la cárcel, recuerdo ese día tan nefasto en el que mi vida cambió por completo.
Mi padre enjuiciado y llevado a la cárcel, siendo acusado de un fraude multimillonario por la familia Morrow, dicen que robó mucho dinero del banco.
—Todos de pies para recibir el veredicto— Dijo el juez con calma.
Yo estaba sentado detrás de mi padre con mi madre Elena al lado, ella me tomaba de la mano con los nervios de punta.
—El señor Jett Cross, es encontrado CULPABLE por el honorable jurado— Finalmente dijo el juez.
Vi como mi padre se dejó caer sobre la silla que estabas detrás de él. Miré a mi madre y ni ella misma lo podía creer.
Veo como Tadeo Morrow se acerca a mí padre, apoya sus manos sobre el pequeño escritorio y le lanza una sonrisa.
—Nadie se queda con lo mío querido Jett— Dijo con una expresión infernal.
Mi padre se levanta del escritorio, no podía creer que la persona que estaba frente a él fuera su peor enemigo. —Pensé que éramos amigos— Dijo mi padre.
—Amigo es el ratón del queso y ya sabes lo que le pasó— Le respondió con una dureza asombrosa.
Los policías se acercaron para llevarse a mi padre, pero yo corrí hasta el antes de que se lo llevaran y lo abrace con fuerzas.
—Les juro que no cometí ese fraude, lo juro por mi vida y ustedes que son lo más importante— Dijo mi padre con llanto.
—Te creo papá, sé que no hiciste nada d eso que se te acusa— Respondí enojado.
—Se que eres inocente cariño— Le dijo mi madre antes de darle un beso.
Finalmente los policías se llevaron a mi padre esposados para cumplir su condena.
Pasó un mes después de aquella batalla legal desfavorable, y ahora estaba sentado frente a una cama de hospital, mi madre había caído en coma por todos los problemas.
Mientras estoy mirándola y tomando su mano, suena mi móvil, lo contesto sin dudarlo.
—Buenas tardes, le llamamos para informarle que su padre se suicidó y dejó una carta para su familia— decía la voz detrás del móvil.
Me quedé pasmado, no podía creerlo, ¿Cómo que mi padre ahora estaba muerto y mi madre en coma?.
Aún con trece años de edad mi padre me enseñó a ser independiente. Tome un taxi que me dejó en la cárcel donde mi padre cumpliría su condena.
Al llegar me dirigieron a una morgue, entré y el cuerpo de mi padre estaba tapado con una sábana blanca, se la quité un poco y ahí no pude soportar las lágrimas del dolor.
—No puede ser, no puede ser— gritaba sin medidas, el dolor era demasiado fuerte.
Una mujer se acercó y puso su mano en mi hombro. —Tu padre dejó esta carta— Dijo al entregármela.
No tenía ánimos para sentarme a leer una carta, solo quería que mi padre fuera enterrado como se debía y eso hice.
Todos los que decían ser sus amigos, no fueron, con los dedos de mis manos conté a las personas que fueron a su entierro.
Dos días después, estaba en el despacho de mi padre, miraba su gran biblioteca, siempre le había gustado leer.
En ese momento recordé la carta que mi padre había escrito antes de morir. Tome asiento en la que era su silla, y la abrí.
“Querido hijo y esposa, a través de esta carta quiero decirles que soy inocente, jamás en mi vida sería capaz de realizar un fraude del que se me acusó.
Soy un hombre serio y espero que me crean, la familia Morrow nos ha destruido, pensé que ellos eran nuestros amigos pero parece que solo me usaron para su propio beneficio.
Me quitaron todo lo que tenía y yo no puedo vivir con eso, les pido perdón por favor.
Bastian debes hacerte cargo de la familia, prepárate y haz lo que tengas que hacer para ser grande.
En mi caja fuerte dejé dinero para tus estudios y para que intentes salir adelante junto a tu madre.
Perdóname, los amo, pero no puedo vivir así”
Lloré de la impotencia al leer esas letras, mi vida se estaba convirtiendo en una triste vida.
Pero ahora después de trece años de aquella tragedia, estoy aquí, he vuelto para cobrarme todo lo que la familia Morrow me quitó.
Hoy es un día importante, estoy saliendo del ascensor que me llevará hacia mi venganza, camino hasta la oficina del gran reputado hombre financiero Tadeo Morrow.
—Buenos días— Digo al entrar a la oficina.
—Buenos días señor, Black, es un gusto conocerlo— Dijo levantándose de la silla y extendiendo su mano.
Estreché su mano con fuerzas, fingiendo unan amabilidad que no había en mi.
—Es un gusto poder ser accionista de este prestigioso banco— Dije mirando a mi alrededor.
—Me alegra escuchar eso, ya sé que usted va a inyectar mucho pero mucho dinero y haremos grandes negocios juntos, pero me gustaría preguntar ¿Nos conocemos de algún lugar?.
Me quedé mirándolo y luego sonreí. —No creo, apenas estoy poniendo un pie en Estados Unidos— Le respondí tratando de sonar convincente.
Antes de que Tadeo pudiera decir algo más, la puerta de la oficina se abrió y la vi a ella, una hermosa joven de pelo rubio y ojos azules.
—Buenos días—Dijo con una hermosa sonrisa.
—Buenos días Amy— Le respondió Tadeo.
Sin poder quitar la mirada de ella, hice un ruido con la garganta que me hizo volver en sí. —Yo me retiro, el contrato de inversión estará listo en unos días— Dije.
No esperé respuesta, solo salí sin agregar nada más.