VACACIONES EN CRUCERO

2049 Palabras
Luz Carime está muy emocionada por el viaje que va a emprender, otro capricho que su padre le complace, ahora tendrá las vacaciones de su vida en un crucero, y no solo a ella sino que a sus amigas también con todos los gastos pagados, las chicas están como ella de emocionadas por el viaje que van a tener, es una buena escapada del estrés del estudio, las cuatro chicas se pusieron de acuerdo para ir de compras, piensan estrenar muchas cosas y aunque estén en alta mar no quieren perder el glamour,  necesitaban muchas cosas para el viaje. —Coleguis, solo ropa ligera, recordéis que es un crucero, comenzara aquí, he iremos por toda Europa, así que es un viaje placentero ¡Vale! —Luz, ya quiere que llegue el día del viaje— —Que rico, mi cuerpo merece unas buenas vacaciones, la universidad y todo lo que eso conlleva y otras cositas más que me tienen un poco estresadas, será bueno alejarme de ellas. —Claudia tienen deseos de marcharse de los problemas de divorcio que están pasando sus padres— Frida y Diana solo tienen que pedir permiso a sus padres y listo, aunque saben que no se lo negaran, ya que el padre de Luz tiene mucha influencia en la sociedad, es un hombre respetado y amado por el círculo de amistades que con el pasar de los años ha hecho, aunque la mayoría de sus allegados y el de su propia hija,  ignoran el lado oscuro que tiene Rodolfo, ya que padece de la ludopatía que es una enfermedad que se caracteriza por un fracaso crónico y progresivo en resistir los impulsos de jugar apostando dinero. Su vicio cada día empeora, no puede dejar de jugar ni siquiera una noche, donde hay noches que ha ganado buen billete y otras pierde todo lo que anda. Silvina su acompañante y amante de turno, la musa de la suerte como la sabe llamar, siempre que va a ese casino la busca a ella. Silvina encantada, porque cuando él gana le da muy buena propina, aunque no un buen polvo, ya que no dura ni diez minutos cuando ya está dormido. Ella aprovecha para quitarle el dinero que pueda, sin que él lo note porque si reclama eso la haría perder su empleo. Su ausencia de casa lo recompensa con premios, viajes y dinero para que su hija derroche a lo grande, sin embargo ignora que su hija sufre porque él no le dedica tiempo,  lo extraña en momentos donde desea hablar de cosas que le pasan, envidia a sus amigas, de cómo sus padres las llevan a viajes familiares, pero ha sabido sobrellevar la ausencia de ambos padres, sumergiéndose en las fiestas y gastando dinero sin medida, en las noches más oscura cuando no está con sus amigas y no anda de fiesta, es donde siente la ausencia de su madre y su padre, eso hace que llore por horas para descargar la presión que siente al no tenerles junto a ella. Su nana la consciente en todo, ya que son órdenes estrictas de don Rodolfo, que se le consienta y se le dé todo lo que ella pide, Florencia es una de las personas que sabe la verdad en esa casa, pero tiene prohibido decirle a la joven, aunque cuando la ve levantarse con sus ojos hinchados de tanto llorar, su corazón duele. —Buenos días, Nana. —Trata de verse siempre alegre— —Buenos días, mi niña. ¿Va a desayunar? —Solo frutas, hoy quiero ir de compras, mañana es el viaje y quiero tener todo listo. —La voy a extrañar, pero me alegro de que se divierta, solo cuídese, he oído que esos barcos se hunden con facilidad. —Nana, estaré en un barco seguro, además solo por una semana, ¡Que me puede pasar! —Nunca se sabe, mi niña, la maldad está en todas partes. —No os preocupéis, estaré bien, solo divirtiéndome como nunca. Luz salió de su casa rumbo al centro comercial donde la esperan sus amigas, el chofer le dijo que la esperaría en el paqueo, ella solo rueda los ojos, sabe que su padre lo ha contratado para vigilarla, cosa que le choca. Las tres chicas se sumergen en el derroche de dinero, entrando de tienda en tienda, obteniendo todo lo que está de moda. Desde Zapatos carteras y ropa, compran accesorios a juegos con cada prenda. —Creo que hoy si estamos listas. —Todas gritan de emoción, al escuchar a Luz— Nos divertiremos como locas, quiero bailar toda la noche. —Solo con que esté lejos de mis padres, eso es suficiente. —Claudia solo quiere escapar de la realidad— —Como es la vida de injusta, tú no quieres estar con tus padres y yo sufriendo por la ausencia de ambos. —dijo con nostalgia, Luz— —¡Vale! ¡Disculpa! Solo hable sin pensar, no quiero ser aguafiestas, mis viejos son otro rollo, es mejor estar sin ellos, créeme. Luz trató de disimular su tristeza, aunque su amiga diga eso, no es lo mismo, sea como sea los padres son parte fundamental para cualquier hijo, sonrió ante sus amigas para que no la compadecieran, porque algo que le choca es que le tengan lástima, por eso finge ser feliz. —¡Vale! ¡Vale! No pasa nada. —Luz, despejo su mente de pensamientos tristes— Después de comprar de todo, se retiraron a sus hogares, gracias a que Luz tiene a su Nana, siempre hay alguien que la recibe en casa y como siempre su padre aún no ha llegado, ni los fines de semana la pasa con ella, Luz sabe que su padre tiene un amorío con una mujer, mientras no la traiga a su casa no pasa nada. —Nana, ¿Os llamo mi padre? —No, mi niña —Florencia, no sabe cómo justificar la ausencia de su patrón— Luz de inmediato borro su sonrisa de su rostro y subió con las bolsas a su habitación, sus ojos se le cristalizaron al ver que su padre ni siquiera tiene tiempo para hacerle una llamada y ver si ella está bien. Al encerrarse en su dormitorio comenzó a chatear con sus amigas, de cosas triviales para pasar el tiempo y poderse dormir sin pensar en nada. * HABLA, FERNANDO* Mi negocio está marchando sobre ruedas, ¡Mozzafiato! Estoy complacido con el trabajo que han hecho los encargados de la parte de mercadeo y la administración de la empresa, Leo es mi mano derecha sin él no sé cómo le estuviera haciendo, aunque es muy joven tiene una inteligencia envidiable.  En este momento solo quiero tener todo listo para cuando llegue el momento que me toque enfrentar a don Rodolfo Stuart, quiero que todo esté listo para cuando obtenga a mi nueva esposa, ya veremos cómo se comporta esa niña caprichosa, Tedy me ha informado que el padre de ella les ha comprado unos tiques para un crucero donde viajara junto a sus amigas, creo que me toca darme unas merecidas vacaciones también. Compre mi tique en línea, ya veremos que tal resulta el dichoso crucero. Tedy me envía fotos de ella, la veo en diferentes poses mientras está disfrutando ir de compras en el centro comercial, me indigna ver como gasta sin medida, sin pensar en las personas que tienen necesidad, aunque no podría esperar menos de una persona que nació en cuna de oro, cuando este conmigo todo eso va a cambiar, sabrá lo que es carecer de muchas cosas. Al entrar a la casa se siente un gran vacío, una casa de lujo no es la felicidad, pero también estar en la miseria no es agradable, nunca estamos bien como Dios nos tiene, entro a mi despacho y me sirvo una copa de vino, miro a través del cristal, mi vida es están solitaria. Tomo mi celular y contrato una chica de servicio s****l. A la hora la chica llega a mi casa, es una rubia, de ojos claros, muy linda la mujer, le indico que quiero un oral, ella sonríe y se limpia las comisuras de su boca, se agacha y gatea como una pantera, mueve sus caderas eróticamente, es una mujer experta sabe lo que cliente quiere. —No quiero que hables, solo haz tu trabajo. —Tú mandas yo solo obedezco papacito. Ella obedece mi orden, tomo la foto de la que será mi futura esposa, mientras ella comienza a ser su trabajo, chupa y lame mi erección, sumergiéndola hasta su garganta, dándome la mejor de las sensaciones, que tiene unos meses de estar inactiva, trato de no gemir, pero ver el rostro de ángel de mi futura esposa no lo puedo evitar, la servidora s****l me está haciendo un oral perfecto, no le quito la mirada a la fotografía, donde Luz anda un short corto y una blusita pegada a su cuerpo. Gruño sin cerrar mis ojos, solo de pensar que pronto la tendré desnuda y en mi cama, aumenta mi deseo, la mujer que me hace el oral, se regocija chupando de diferentes maneras mi erección, hasta hacerme terminar. Ella se levanta moviendo sus caderas queriendo continuar. —Este es tu pago, te puedes retirar. —Le deposito el dinero encima del escritorio, para que lo tome— —Papi, te haré uno gratis, solo déjame montarte. —¡Vete, es suficiente por hoy! —Tú te lo pierdes. —La mujer tomo el dinero y salió de ahí, rechinando sus tacones— Esa mujer dejo impregnado su perfume de mal gusto en mi ropa, me daré un baño, me quito mi ropa y me adentro a la ducha, dejo que el agua caiga en mi cuerpo, están relajante, mi mente vuela hasta ella, solo de imaginármela desnuda para mí, vuelvo a estar más duro que una piedra. —¡Maldición! Tendré que recurrir a manuela (su mano) —Comienzo a masturbarme para poder alivianar el dolor que me provoca la erección, al poder expulsar mi semilla, me recuesto en la pared del baño, no sé qué demonios pasa conmigo, estoy imaginándome a esa mujer en cada momento desde que la vi por vez primera en aquel club— Después que se complació se vistió con ropa de dormir, trato de dormir, pero como siempre le es imposible, las pesadillas lo atormentan hay noches enteras en completa vela, sin poder conciliar el sueño, en sus pesadillas ve como su verdadero padre los abandona y hace sufrir a su madre, recordar entre sueños su infancia, es algo que lo marca para siempre, al ver que no puede dormir se va a su despacho, enciende su laptop y revisa sus ganancias que estén bien contabilizadas. —¿Hasta cuándo el pasado seguirá afectándome? Te odio padre, no sé si te mereces que te llame así, que demonios estoy diciendo, no te mereces ni que estés en mis pensamientos, soy un imbécil por dejarme afectar por él. Miro las fotos de ella, Tedy me ha llenado el correo con fotos de ella, con diferente atuendo y poses, ella solo sale con sus amigas y su amigo gay, muchachos no le veo cerca, eso me gusta, no voy a permitir que nadie toque mi trofeo, solo espero el día que haga caer a su padre y me la entregue en bandeja de plata. Rodolfo Stuart cada vez más adicto al juego de las cartas, más ahora que está de buena racha, ni cosa mejor que haber enviado a su hija a un crucero, así no estar preocupado de que su hija este al pendiente de que él llegue a casa, durante el día se dedica sus negocios y por las noches visita los casinos. —Hola cariño, que alegría de tenerte nuevamente por aquí. —Hola, hoy serás mi musa, quiero ganar en las cartas, no te apartes de mi lado nena y os irá de maravilla, te daré muy buena propina. —Con tal me des el final feliz, yo te sigo adonde tú quieras papucho. —Lo tendréis querida, lo tendréis —Lo que don Rodolfo ni se imaginaba era que alguien estaba tejiendo una tela de araña a su alrededor, solo esperando el momento preciso—
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