La mansión es una locura, camiones por un lado, meseros por el otro, seguridad revisando las cajas que entran es por eso que estamos aquí lejos de mi casa, aunque no entiendo muy bien lo que está pasando y por qué estamos haciendolo en este lugar. Creí que podriamos, no lo sé, hacerlo en otra parte. No, de hecho hoy no quiero hacerlo pero hay algo que inquieta.
¿Miki está abajo por placer o solo porque es mujer? Pero parece disfrutarlo, quizá yo también debería probarlo. Cuando yo lo hago prefiero estar arriba, pienso que los movimientos son más flexibles y le dan al cuerpo una mejor posición ¿se siente mejor cierto?
-Nicci como es tu cumpleaños dejare que comiences tu.- Adonii se acerca a mi cuello. La verdad es que no estoy muy interesada en hacerlo ahora. –¿Quieres que comience yo?- niego. No tengo el animo para hacer eso.
-No tengo ganas de hacerlo y mucho menos contigo.- vuelvo a ver a Darel. Adonii es demasiado intenso y no quiero que mi trasero duela esta noche.
-Tu siempre tienes ganas de hacerlo.- no es verdad, de hecho detesto hacerlo. No puedo creer que me convencieran de hacer edto, no es divertido por lo menos no era algo que quería hacer con ellos.
¿Qué tiene de interesante hacer yoga con ellos?
Mi madre me obligaba a hacerlo de pequeña pero realmente no me gusta, mucho menos esos movimientos donde tienes que trabajar en pareja aunque no estoy muy seguro si es preciso tener que hacerlo con alguien más. Miki está en su mejor momento, Darel la tiene sujeta de la cintura y ella trata de equilibrarse pero no sé si lo logre. Que intenso.
-Chicos esto es muy aburrido, debimos haber ido a surfear o algo.- me siento sin ánimos de hacer eso. No, esto no va conmigo.
-Es divertido, tu madre es quien ha mencionado el hacer esto.- ruedo los ojos. Adonii y su amor platónico por mi madre.
Estamos en la mansión de la familia Zero, los padres de Darel. Mi padre ha insistido que no quiere tenerme rondando la mansión cuando ha contratado a un sinfín de hombres, no entiendo muy bien por qué ha hecho eso y supongo que piensa que podría distraerlos o algo.
-Nicci ¿está bien si pedimos una pizza o si le pido a mi chef que la prepare?- ¡Pizza! Me casaría con Darel.
-Pidamos una, en especial una pizza gigante suprema.- mi estómago comienza a rugir. Me encanta la pizza.
Paso alrededor de tres horas con los chicos. Miki no deja de coquetear con Darel y me pregunto porque no son novios de una buena vez, ambos tienen un buen rango así que pueden estar juntos y no habrá problemas con las familias. Adonii y yo... hubo algo pero ahora solo somos amigos.
-Chicos ¿Qué creen de nuestro viaje a Alemania?- cojo otro trozo de pizza. El viaje a Alemania, me emociona. Solo faltan unos dias.
-Me emociona mucho la idea de que estemos lejos de casa. Nuestros padres nunca nos han dejado permanecer tanto tiempo lejos de las casas principales.- estoy de acuerdo con Miki, después de todo nuestros padres son hermanos y es obvio que piensen casi igual. Estrictos.
-A mí también me emociona, nosotros cuatro hemos sido amigos por siempre así que es como una súper aventura estar en el extranjero, Alemania.- asiento, esta pizza esta buena.
-Pero Nicci ¿segura que quieres vivir con el hombre este que dice Amaroo?- me quedo a medio bocado. Ese hombre, quiero conocerlo.
-¿Con Labrador Vetra?- los tres se ríen. No sé por qué les causa risa su nombre cuando a mi realmente me parece un nombre bonito, diferente, único en un hombre.
-He investigado sobre él, solo sus amigos cercanos pueden llamarle Labrador de lo contrario todos se dirigen a él con su segundo nombre Iason Vetra.- ese nombre es muy raro para un médico. –Nicci no creo que puedas vivir con él.- cojo otro pedazo de pizza, me pregunto si puedo pedir otra. No quiero indagar con Vetra, ya llegará su tiempo.
-Nicci hay algo más...- levanto la mirada. –Está en proceso de divorcio.- dejo mi pizza al aire. Ahora si me he interesado.
-¿Divorcio? No lo creo, sabes lo que mi padre opina del divorcio y no creo que me enviaría a casa de un hombre que se está divorciando.- esto me parece muy extraño. Labrador Vetra está casado.
-Es por eso que he mantenido el secreto con mis padres, si Iason Vetra está divorciándose dudo mucho que Amaroo quiera enviarte con él, por eso pensé en decírtelo.- frunzo el ceño confundida. No le diré a mi padre sobre eso.
-Chicos lo amo con toda mi alma y saben que me gustaría vivir con ustedes pero de verdad estoy intrigada por este hombre.- ¿Por qué? Ni yo lo sé. –He pensado que si mi padre confía en él tiene que ser alguien muy importante, la idea de vivir con un extraño me parece emocionante.- sonrío esperando comprensión.
-Pero Nicci le dices a Amaroo de este divorcio podrías quedarte con nosotros en la casa.- suspiro, vivir con ellos. Darel se levanta y coge su laptop seguido se sienta a mi lado. –Escucha esto; Iason Vetra está en medio de un gran escándalo por una supuesta infidelidad de su mujer, es posible que Vetra no haya podido satisfacer a su mujer y esta lo haya dejado por un hombre veinte años mayor.- leo entre líneas y realmente no me interesa mucho el asunto. Mujer sucia.
-¿Hay una foto de Labrador?- pregunto, no he querido conocerle por fotos pero no está de más hacerlo ahora.
-No las hay, eso es lo extraño.- frunzo el ceño. ¿Cómo que no hay fotos del tipo? –Su mujer es modelo retirada, Iason Vetra es director del Hospital Franziskus-Krankenhaus. Parece que están llevando el divorcio muy mal, justo hace unos días Vetra ha estado en una conferencia de cardiólogos en Estados Unidos.- cojo la laptop y leo un poco más. El asunto del divorcio me ha intrigado, definitivamente mi padre no me dejaría ir si de eso se tratara.
-Nicci creo que deberíamos decirle eso a mi tío.- niego. De ninguna manera, esto no hace sino más que emocionarme.
-Ni una palabra del asunto, viajaremos en unos días y punto. Chicos siempre estaremos juntos, si hay algo que no me agrada me mudare de inmediato esa ha sido una condición que le he puesto a mi padre ante esto.- los tres me miran sin creerlo.
-¿Por qué te interesa ese sujeto? Nicci ni siquiera le conoces, no sabes qué clase de hombre es y sabes que ninguno de nosotros puede arriesgarse a meterse en problemas y poner a las familias en el ojo público.- ruedo los ojos.
-Sé con certeza que Labrador Vetra no es una mala persona y estoy segura que me llevare muy bien con él, ¿Por qué no lo haría? Soy genial.- dejo el asunto de la laptop y continúo comiendo.
-Aunque así sea nosotros nunca te dejaremos a la intemperie.- lo sé, lo sé, soy genial.
-Hablando de eso Nicci, mi tío me ha pedido que te convenza de llevar a Dainan contigo.- suelto un bufido, ¿hasta dónde llegara la sobreprotección de mi padre? –Mira, hemos hablado con los chicos y pensamos que es una buena idea, nosotros también llevamos seguridad pero no estaremos viviendo juntos, lo mejor será que lleves a Dainan contigo solo por si acaso.- niego, no quiero llevarlo.
-Chicos no quiero sobresalir, quiero ser solo una extranjera normal, no lujos, no caprichos, no padres millonarios vigilándome.- me acuesto en el suelo. Toda mi vida han sido lujos, solo quiero llevar una vida normal por lo menos un año. –Quiero divertirme sin miedo a que me tomen una foto y salga en los periódicos, quiero conocer a alguien que no quiera estar conmigo porque tengo dinero sino porque de verdad le gusto.- los chicos se acuestan a mi lado.
-Eso no puede pasar Nicci, somos privilegiados y somos las cabezas de nuestras casas no podemos dejar nuestros deberes, sobre todo tu que tienes un rango mayor, somos lo que somos y el extranjero no lo cambiara, no podemos dejar de ser herederos.- una idea aborda mi mente en un pispas. Si, podría ser.
-Claro que podemos.- digo. Me levanto de golpe y los tres me miran extrañados. –Fingiremos que somos de familias normales, piénsenlo, no tendremos exclusividad, los profesores no trataran de agradarnos solo porque tenemos dinero, tendremos amigos verdaderos que no estén buscando solo la fama de nuestras familias.- los tres me miran como si estuviera loca.
-Nicci estás loca, no podemos hacer eso.- claro que podemos y lo haré. –Y además, tenemos guardaespaldas y nuestros padres jamás lo permitirán.- sonrío con malicia.
-No se lo diremos a nadie, estando allá hablare con sus guardaespaldas y así podremos infiltrarlos en la universidad.- es una grandiosa idea, nada de lujos para no sobresalir. Los chicos me miran y sé que se están debatiendo entre el asunto. –Piénsenlo, podremos tener una vida normal, haremos cosas que solo una familia normal puede hacer. Iremos al súper, cocinaremos nuestra propia comida y podremos ir a clubes donde adolecentes normales van.- es excelente.
-En la facultad ya han elegido una casa enorme para nuestra comodidad.- dice Adonii. Eso es lo de menos. –Pero podemos decir que estamos ahí por excelencia y podemos invitar a otros que sean aplicados.- asiento. Los tres se levantan pero Miki parece no estar a gusto con mi idea.
-Vamos Miki, solo tienes que intentarlo puedes salir con Darel sin la necesidad de ser el centro de atención.- esto la hace pensarlo. Vuelvo a ver a Darel y le hago una señal de que actue.
-Sí, Miki. Nicci tiene razón, podremos ser chicos normales paseando y conociendo, podremos tener amigos que no sean estirados como los de aquí que lo único que les importe es nuestra posición.- la sujeto de las manos. –Y sabes que Nicci siempre ha querido tener una vida normal.- asiento. No es del todo cierto pero algo se le puede hacer. Miki me mira entre diciendo sí y no. Vamos prima, todo saldrá bien.
-Vale, hagámoslo.- dice. Me tiro sobre ella abrazándola. –Pero tengo una condición.- me separo de ella. Bien, si mi prima es igual que mi tío Sebis esto se pondrá duro.
-¿Qué es Miki Alderweireld?- entrecierro los ojos. Me mira por unos segundos y hace un mohín con la nariz, es una forma muy extraña de hacerlo y el único que puede igualarla es tío Sebis.
-Tendrás que llevar a Dainan contigo, nosotros haremos todo eso que quieres pero tú tendrás que llevar aunque sea un guardaespaldas.- pide poco, siempre puedo sobornar a Dainan y todo tranquilo.
-Venga, si eso es lo que piden está bien con tal y que tengamos una vida normal me basta. No viviremos bajo el mismo techo pero disfrutaremos de Alemania como debería ser.
-Entonces brindemos...- Darel coge unas copas con coca cola y nos reparte una. -¡Por una vida normal en Alemania!- dice. Todo levantamos las copas.
-¡Por una vida normal en Alemania!- decimos al unísono. Esto saldrá excelente.
Dos horas después de pasar haciendo planes de las cosas que podremos hacer, como engañaremos a nuestros padres y el trabajo que me ha costado convencer a los chicos de viajar en un avión comercial. He viajado en aviones comerciales pero creo que solo fue una o dos veces, usualmente viajo en el avión de la familia o en el de mis amigos así que no sé muy bien que siente.
Mi padre me envía un mensaje pidiéndome que regresa a la mansión principal lo más rápido posible pues hay alguien al que tengo que conocer. Espero que no sea algún "prospecto de pretendiente" porque de verdad que me da un infarto, o quizá solo sea una sorpresa aunque no hay nadie más a quien quiera ver, tengo suficiente con Kolet.
Llego a la mansión en cuestión de segundos. Dainan no me deja ir por la entrada principal sino que me hace caminar hasta el pasadizo que lleva del estacionamiento a la bodega de vinos y al final lleva a la ala este de la mansión. ¿Qué hay haya arriba que no quieren que vea? Dainan ignora cada pregunta que le haga, le tiro piropos pero ni así.
-Dainan ¿podemos ir por el lugar más corto?- me vuelve a ver con una sonrisa y niega. -¿Podemos quedarnos aquí un momento?- se ríe pero niega. –Te pagare con un beso.- me acerco hacia él por la espalda.
-No señorita Alderweireld, su padre ya me había advertido que trataría de sobornarme con algo así, por suerte aprecio mucho mi empleo.- Amaroo Alderweireld haciendo de las suyas como siempre.
No le digo nada más porque es en vano, pasamos por la bodega de vinos y no reparo en tomar una botella y llevármela conmigo. La abro y le doy un trago que otro, Dainan cuando se da cuenta me quita la botella y regresa a ponerla en su lugar, que pesado. Cinco minutos después de semejante travesía por fin llegamos al ala este donde tengo que caminar por dos pasillos más hasta llegar a la oficina oval... nah mentiras, hasta llegar a la oficina de mi padre.
-¡Eh Nicci ven aquí!- me doy la vuelta hasta la voz que aclama mi inmaculada presencia.
-¡Kolet!- trato de correr hasta él pero Dainan me lo impide. Me rompe el corazón.
-¡Eh Dainan suelta a mi hermana por un rato!- Dainan se da la vuelta para verle.
-Tiene una reunión con el señor Alderweireld.- vuelvo a ver a Kolet pidiéndole ayuda pero este niega. ¿Por qué nadie se atreve a desobedecer una orden de mi sacrosanto padre?
-En ese caso llévala de inmediato.- Dainan asiente y comienza a tirar de mi hasta la oficina.
-¡Traicionero!- grito. Este solo se ríe y me tira un beso. Como no amar a ese chico.
Dainan anuncia mi llegada y en seguida abre la puerta para que pueda entrar. Entro con el menor de las preocupaciones y mi padre se acerca a mí, antes de que pueda decirme algo corro a él y me tiro en sus brazos donde por la fuerza casi caemos.
-¡Nicci cariño!- se ríe y yo le doy un besito en la barbilla. –Cariño tenemos visita.- ¿tenemos visita? No me importa.
-Si lo sabe Dios que lo sepa el mundo.- le doy un beso en la mejilla haciéndolo reír.
Me deja en el suelo y seguido siento una presencia a unos cuantos metros. Me giro y no sé si estoy viendo algo bueno o simplemente veo algo que no debería. Es un hombre. Es un hombre muy atractivo. Es un tipo altísimo, me dio rubio pero algo castaño y uau, que ojos tan preciosos tiene. ¿Les ha pasado que se quedan medio idiotas viendo a tío bueno? No es mi caso pero casi. El tipo se acerca a mí y me da una muy pero muy falsa sonrisa. Me cae mal de inmediato. Pero es guapo... muy guapo, está usando un traje formal y lleva el cabello revuelto con un descuido "formal", tiene barba pero parece cuidársela muy bien, lo importante son sus labios... maldición, tengo que probar esos labios algún día.
-Nicci él es Iason Vetra.- oh, es Labrador... un momento... ¡Es Labrador Vetra!
Da unos pasos hacia mí y no evito sorprenderme al saber quién es. Este hombre es con quien viviré, uau, uau, es jodidamente atractivo. Se acerca a mí a unos cuantos pasos y me permito admirarle por completo, una excelente selección de ropa, se ajusta perfecto a su figura.
-Señorita Alderweireld es un placer conocerla.- extiende su mano hacia a mí y esta vez la estrecho sin abalanzarme por un abrazo. –Feliz cumpleaños espero que todo este yendo bien en día tan especial e importante.- sonríe, ¿Por qué pareciera que hay algo de sarcasmo ahí?
-La verdad es que estoy pasándola muy bien para ser solo una parte del día.- le estrecho y siento un apretón demasiado fuerte. Que rayos con este hombre. Me pongo en alerta en verle de manera tan extraña conmigo.
-Cariño Iason ha venido a conocerte porque es posible que no pueda asistir a la fiesta de esta noche.- mi mirada viaja de mi padre a él. Realmente le llaman Iason. Mi mirada se centra en él, sus ojos me miran con frialdad y ahora me pregunto una cosa ¿él no quiere que viva en su casa?
-Lamento escucharlo.- respondo con simplicidad. Él me mira de una manera muy extraña. –Sería un honor tenerlo aquí señor Vetra.- doy unos pasos hacia él. Sus ojos me siguen y si, no hay que ser mago para ver que me mira con molestia.
-Me temo que tengo asuntos que atender en Alemania así que tendré que viajar lo antes posible.- responde. Me mira y yo no desvío la mirada. Me remojo los labios. Su acento es muy sexy.
-Cariño tendrás que viajar un día antes de lo acordado pues Iason tiene un asunto que atender.- dice mi padre pero realmente no le estoy poniendo mucha atención.
Labrador Vetra, eh. Es un tipo guapo pero muy extraño, ¿Por qué me mira de esa manera? Si no quería vivir conmigo simplemente pudo haber dicho lo de su divorcio. Ha. Esto me parece intrigante. Atractivo e intrigante.
La puerta se abre dejando a Louis a la vista. Desvío la mirada por primera vez. Labrador me gusta. No sé si es su mirada amarga o esa interesante aura a su alrededor. Qué es esa mirada despectiva. Me mira con seriedad y yo le sonrío restándole cualquier importancia.
-Señor, tenemos un problema con ese asuntito.- eso capta mi atención. Desvío la mirada hacia mi padre. Sigo sintiendo la mirada de Vetra sobre mí.
-¿Asuntito?- pregunta mi padre. Louis asiente y yo vuelvo a ver a mi padre. -¡Oh, sí! El asuntito.- dice.
-¿Qué asuntito?- inquiero.
-En este momento voy.- dice. Entrecierro los ojos y mi padre no se atreve a verme. Qué anda mal.
Mi padre camina hasta la puerta y se disculpa con nosotros por un momento, qué asuntito es ese, vuelvo a ver a Louis pero se hace el que no sabe y sale tras de él. Raros. Algo raro está tramando.
-Parece que tiene una casa grande.- dice. Vuelvo mi atención a él. Se acomoda la chaqueta y yo me interesó en su actitud.
-La tengo.- respondo. Su mirada es gélida y cortante. –Pero parece que a usted no le agrada.- un hombre guapo pero amargado, quizás es culpa del divoricio.
-No me gustan las excentricidades, sobre todo cuando lo único que hacen es hacer a los niños unos maleducados sin consideración, despilfarradores de dinero y superiores a los demás.- uau, estoy entendiendo a este hombre.
-Buena manera de interpretar las cosas, supongo que entiendo su punto, señor Vetra.- arquea una ceja y yo sonrío. No le agrada mi riqueza.
-¿Mi manera de interpretar las cosas?- pregunta. Asiento. –No creo que este muy alejado de la verdad, ¿me equivoco?- dice, vaya bocota que tiene.
-El dinero es dinero señor Vetra, todos se vuelven locos con el. El lujo es parte de la vida de las personas.- la riqueza le molesta. Curioso.
-Supongo que de la suya también.- bien, sigámosle el juego. –Me sorprende que una chiquilla mimada como usted pretenda vivir una vida sola en un país extraño.- dice como si fuera una idea patética o estúpida.
-Todos somos extraños alguna vez.- respondo.
-¿Por qué quieres vivir conmigo?- sus ojos destellan enojo y ahora me doy completa cuenta de que no quiere un extraño en su casa. Pues bien. No soy una chiquilla mimada, señor Vetra.
-No lo quiero.- respondo. Su cejo se frunce. –Pero me parece emocionante la idea de vivir con usted señor Vetra.- su ceño se frunce aún más.
-¿Le emociona vivir conmigo?- pregunta. Pues claro. No respondo a lo que continua. –No es de mi completo agrado tener a un extraño en mi casa.- ha, así que eso era.
-Entonces no viviremos juntos.- respondo.
-He llegado a un acuerdo con Amaroo.- sonrío. Seguramente hay dinero de por medio.
-Entonces tendrás que soportarme por un tiempo.- comienzo a caminar hasta la salida. Me he cabreado y aburrido de este hombre. –Te veré en otro momento Labrador.- antes de salir me sujeta de la mano. Uau. Esta fría y aprieta muy fuerte.
-No me llames por ese nombre, no me conoces niña mimada.- dice con enojo. Suspiro. ¿He de vivir con un amargado?
-¿Por qué razón no debería?- me giro quedando a solo unos centímetros de su rostro. –Labrador.- susurro. Sus ojos se achispan y abre un poco la boca.
La puerta se abre y me suelta rápidamente. Sonrío. Así que de verdad le desagrada su nombre. Mi padre vuelve a entrar y me sonríe con emoción.
-Cariño tu madre está buscándote y Kolet quiere hablar contigo.- me dice. Sonrío y le doy un beso en la mejilla.
-Iré con ellos.- respondo. Me giro hacia Labrador. –Que tenga un buen viaje señor Vetra, será una verdadera desgracia no verle esta noche, me encantaría bailar con usted.- sonrío.
-Felicidades otra vez señorita Alderweireld.- dice gelido. Sin decir más salgo de la oficina.
Que intenso.
Labrador Vetra eh. Definitivamente será muy entretenido vivir con él y claro, no me culparía de intentar algo con semejante atracción humana. Esto será muy divertido.