Elena se quedó mirando junto a William como los dos se alejaban hacia otro grupo de personas, el joven se dio cuenta de inmediato la turbación en el rostro de Elena por lo que acababa de suceder.
—¿Estas molesta? —quiso saber el inglés con dulzura.
—No, William, ¿por qué habría de estarlo?
—Veamos, se me ocurren dos motivos. Uno, porque él estaba muy bien acompañado. Dos, por el atrevimiento que me tomé de dejarle claro a tu ex marido de que yo estoy aquí por ti.
Elena miró a los ojos de William para responder.
—Voy a ser sincera, sí, es extraño estar en el mismo sitio estando acompañados por otras personas, pero no estoy molesta contigo por nada que hayas hecho, en cierta forma no es mentira que estas aquí por mí y no tengo por qué ocultarlo, soy una mujer libre y puedo salir con qu
