Salir de mi casa fue todo un acontecimiento, ya que éramos ocho, cuatro de los cuales necesitaban juntar sus pertenencias ya que no sabía si los iba a volver a ver alguna vez en mi vida. Pensando en eso, necesitaba preguntarle a Sam de dónde los había sacado, porque nunca me había contado absolutamente nada.
Pero bueno, eso no era lo importante ahora, lo importante era encontrar un lugar para desayunar y calmar a Silvia que si no encontraba algo pronto podía ser capaz de iniciarse en el canibalismo.
-Nuestras opciones son...-comenzó Alex mirando una cafetería muy popular.
-Ni se te ocurra.-lo corto Rubius.
-¿Y qué otro lugar para desayunar ves por aquí cerca genio?-no pude evitar preguntarle con mi gran bocota.
-Mejor eso antes que morir de hambre.-le dijo Mangel haciendo que se relajara un poco.
Era extraño tener a estos youtubers tan reconocidos a mi alrededor como si nada; era extraño que estuviera tan tranquila comparada con la noche anterior.
Sin hacer tanto escándalo, entramos a la cafetería y buscamos un lugar espacioso para poder estar cómodos.
Mientras los chicos iban a pedir, nosotras nos sentamos guardando los asientos.
-¿Quién los conoció y por qué no me dijo nada?-la pregunta se escapó de mis labios antes de poder acomodarme mejor en la silla.
Sam río.
-Yo conocí a Carlo hace como un mes, y bueno, nos hicimos amigos. Me olvidé de contarles el pequeño detalle.-me dijo, haciendo que las tres la miráramos.
-¿Pequeño?-dijimos al mismo tiempo Vicky y yo.
Silvia rió y volvió a mirar a Sam con un brillo en sus ojos que significaba peligro.
-Así que… ¿amigos?-enfatizó la última palabra y nuestra amiga se convirtió en un camaleón ya que cambió automáticamente a un potente color rojo.
-Claro que sí, amigos.-murmuró avergonzada, haciendo que nos miráramos entre nosotras.
-Si tu lo dices.-acepto Silvia y cambio de tema.
Hablamos unos minutos de una serie nueva que ella estaba viendo, y luego vinieron los chicos con todos los pedidos, haciendo que nuestra charla se desvaneciera para poder disfrutar de la comida.
Luego comenzaron todos una charla sobre algo que realmente no me interesó porque estaba muy concentrada en mi perfecta porción de lemon pie y mi té de chocolate.
-¿Laila?-alguien habló detrás de mí, haciendo que toda la mesa quedara en silencio.
Cuando me gire, me llevé una muy feliz sorpresa.
-¿Facu?-le pregunté al chico que se encontraba parado frente a mí, mientras intentaba tragar la porción que había llevado a mi boca.
Facu asintió y elevó sus brazos invitándome a un abrazo.
-Tanto tiempo amiguita.
Me levanté del asiento y lo envolví justo como él a mí, en un fuerte abrazo.
-Estas muy cambiada.-declaró cuando nos separamos un poco.
-Tú también, hace cuanto que no nos veíamos?-le pregunté con una sonrisa.
Su sonrisa era tan genuina, verlo me había desbloqueado un recuerdo, pero un carraspeo detrás de mí, me hizo dar cuenta de que estaba acompañada por más personas; y sabía exactamente de quién era.
-Hola Facu.-Vicky apareció a mi lado sorprendiéndome, más que nada por el codazo que me proporcionó.
Explicó, Facu fue algo así como un enamoramiento que tuve en la secundaría, pero solo quedó ahí, nunca le dije que él me gustaba, fue solo un buen amigo. Por eso el comportamiento de Vicky.
-Vicky, qué sorpresa verlas juntas.-dijo con ironía haciendo que soltamos una risita.
-¡Facu!-una voz se escuchó detrás de él y casi al instante apareció una chica.
Lo que me sorprendió no fue el hecho de que sea pequeña ya que media lo mismo que yo, y a mi lado todo el mundo era alto, esa chica era bastante parecida a mí y la mirada que me dio Vicky me hizo entender que no había sido la única que lo noto.
-Oh, ¿ya terminaste?
-Claro que si amor.-murmuró Facu, quien claramente no esperaba la aparición de su novia.
La chica pareció notarnos y su cara cambió drásticamente a una completamente emocionada.
-¡No puede ser! Ustedes son las de youtube-su grito hizo que todos en la cafetería se dieran vuelta-, soy muy fan de ustedes dos.
Eso claramente me sorprendió, casi nunca me pasaban esas cosas, era muy raro que me reconocieran ya que era más famosa en Argentina que en España.
-¿Puedo abrazarlas?-preguntó la chica y quedé pasmada nuevamente.
Sonriéndole Vicky asintió con su cabeza haciendo que ella se acercara y nos abrazara a ambas al mismo tiempo.
-Lo siento, estoy muy contenta.-murmuró mientras se separaba de nosotras.
Facu estaba mirando toda la situación un poco sorprendido; cuando capto que mis ojos lo miraban, me lanzó una mirada intensa y luego volvió a mirar a su novia. Eso fue raro.
Luego de todo ese circo que montamos, la pareja se despidió y prometimos mantener el contacto, cosa que dudaba.
Cuando nos volvimos a sentar, todos los que estaban en la mesa nos miraban expectantes, aguantando las ganas de preguntarnos lo que había pasado hacía tan solo unos momentos atrás. Pero los ignore y decidí darle un sorbo a mi bebida que ya empezaba a enfriarse; y pensé que iba a tener la suerte de que nadie preguntara nada, pero no siempre las cosas salen como uno espera.
-¿Quién era ese chico tan lindo?-y evidentemente era Silvia la que necesitaba saber todo lo que pasaba a su alrededor.
Vicky me miró y supe que estaba a punto de contar alguna anécdota que me incluía, así que decidí hablar antes que ella.
-Un amigo de la secundaria.-solté y corte el tema de raíz… o eso pensaba yo.
-Las miradas que te lanzaba eran completamente diferentes a las de un amigo.-murmuro Sam y le dio un sorbo a su bebida.
Vi como todos en la mesa asentían.
-No es así chicos, están imaginando cosas, además estaba con su novia, por Dios.-me hice la desentendida y seguí comiendo mi desayuno.
-¿Puedo preguntar algo que no entra al caso?-Alex preguntó mirando especialmente a Silvia que degustaba su desayuno muy felizmente.
Cuando todos afirmaron, él giró a mirarme.
-¿Eres Laila la del canal LailaLand?
Mirándolo, asentí y no tuve tiempo de responderle.
-Soy tu fan.-dijeron Rubius y Mangel al mismo tiempo interrumpiendo mi respuesta.
Los mire sorprendida y una risa irónica brotó de mi pecho.
-Que loco, fan de tus ídolos.-declare.
-¿Eres mi fan?-me preguntó Mangel sorprendido.
-Claro.-le dije sonriendo.
-¿Y mía?-ahora Rubius era el curioso.
Lo mire asintiendo.
-Soy tu fan, de Mangel, Alexby, Carlo, Vegetta, Willy y todos sus amigos youtubers.-enumeré.
-Wow, ¿no estás de coña?-cuestiono Rubius.
-¿Tengo cara de estar de coña?-lo miré con intensidad haciendo que sus ojos me devolvieran la mirada con la misma potencia.
-No.
-Bien, entonces déjame terminar mi desayuno.
Después de eso, la mesa siguió con conversaciones random, haciendo que nos conociéramos un poco más entre todos. De vez en cuando, mi mirada chocaba con la de Rubén, y me ponía nerviosa, ya que no sabía el motivo de su intensidad, era como si estuviera estudiándome, tratando de leer mis ojos o algo así.