CAPÍTULO 7

1018 Palabras
¿Cómo llegamos a esto Jhan? Eres la persona a la que más he querido en toda mi vida. El único que se interesó por lo que sentía, mi compañero de lectura, mi cómplice de travesuras. Mi mejor amigo. Me duele tanto haberte perdido, tanto como no imaginas. Cae sal sobre esta herida abierta; me estremezco siendo incapaz de detener el cruel ardor. Estamos a tan pocos centímetros y no existo para ti; eso es algo que me carcome la paz, la poca alegría que logré esconder en lo más íntimo de mi ser para no enloquecer. Los gestos que haces son tan perfectos que debo hacer un esfuerzo por no caer rendida ante ellos; ¿Por qué no te quedaste a escucharme? ¿Por qué no me robaste y me llevaste junto a ti? Juro que eso era lo único que deseaba. Yo no podía, aún no puedo. Pero si no me hubieras dado opción, ahora estaríamos juntos y sería yo quien reiría a tu lado. Explícame... ¿Así debe ser para que seas feliz? Entonces es un precio bajo el que me toca pagar. ¡Te lo dije! mi decisión era lo mejor para ti... mírate ahora... Le acaricias el cabello como si ella fuese un hada, tan delicadamente que me destroza. Tu juraste y perjuraste que estaba quebrando tu mundo entero... ¡Dios! ¿Cómo es que la miras así y a mi ya no me ves?; pasas entre mí como si fuese un viejo fantasma. Nadie muere de amor dijeron, pero esto se siente tan cercano a la muerte... Podría caer del abismo y sentir placer por ello. Hablan, no obstante sus palabras no llegan a mis oídos, estoy en un trance del que no puedo salir. Pareciese que una triste melodía se instaló en mis párpados y estos luchan por cerrarse. Estoy cansada. Y además me siento sola, desprotegida, tonta... soy tan tonta. ¿Será que merezco todo lo que me sucedió en la vida? La enfermedad de mi padre, el distante afecto de mi madre, Marco, Jhan... Quizás sea culpa mía en realidad. No lo sé. A veces las ideas se vuelven bruma espesa en mi cabeza, nada es claro. Trato de erradicar los pensamientos negativos, no quiero volver a caer en depresión. Esta vez no seré capaz de alejarla si regresa con la misma fuerza que antes. Cuando centro la vista descubro que estoy mirando fijamente el plato frente a mí, pensativa, ida, como de costumbre. Qué hermosas son las mariposas pintadas a mano, pude haberlas hecho yo ... Cierro las manos en forma de puño sobre mis piernas; es una acción que me permite canalizar la frustración que siento. En un pestañeo la mano de marco envuelve la mía; su tacto es cálido, sereno. Inhalo, exhalo. Levanto la vista hacia su mentón; se mueve, sigue hablando, está sumergido en la conversación. Enderezo la espalda sobre el respaldo alto de la silla instantáneamente; ruego para que no haya notado lo que pasó por mi cabeza. Su mano es tan suave, muy diferente a la de Jhan: áspera por el arduo trabajo en el viñedo. Sin embargo es confortante y aunque eso hiera directo en mi orgullo, no quiero hacer nada para cambiarlo; es una muestra simple de afecto entre un esposo y su esposa ¿no?. Tiene que ser creíble: debería ser real. — Jhan me dijo que aquí tienen las mejores discotecas ¿Es verdad? — No sería justo si yo te lo dijera. Debes comprobarlo por ti misma. Salgan a divertirse esta noche. — ¡Que buena idea!— esboza Nirvana sacudiendo el brazo de Jhan con emoción. Una mosquilla se posa sobre la florecilla lila del arreglo central; la luz que ingresa por el ventanal deja al descubierto las partículas que flotan en el aire. Educo a mi vista para que se detenga en cualquier detalle, aunque fuese minúsculo, solamente para no mirarlo a él. —Ya habrá tiempo para eso ¿No creen?. Primero quiero ver a mi madre y cerrar con Marco unos contratos para el viñedo— suena tan frío y calculador como su hermano—Las responsabilidades están antes que el placer. Nirvana lanza un puchero y acurruca sus brazos al rededor de su pecho. Parece una niña haciendo su pequeño berrinche. —Prometiste que descansaríamos y eso incluye nada de trabajo. — Te compensaré por esta breve interrupción en los planes— efectivamente sonaba como Marco. Los tratos deben ser parte de una herencia familiar. —Saben, ese es el poder oculto de este hombre. Siempre consigue que lo perdone al instante. ¿Quién puede enojarse cuando es el mejor hombre del mundo? —¿Quién puede?— replico al instante. Paso del sufrimiento a la ira de manera muy volátil—Opino lo mismo de mi Marco. Inclino la cabeza sobre su hombro para respaldar la afirmación. El contacto es torpe, rústico; ninguno de los dos está acostumbrado a muestras de amor públicas tan personales. —¡Son tan tiernos!. Se me acaba de ocurrir que debemos ir los cuatro juntos a bailar. En definitiva vinimos a convivir con ustedes y ¿qué mejor forma de conocerlos que divirtiéndonos juntos? Si tuviera el derecho a negarme lo haría rotundamente. Pero eso es algo que Marco me arrebató por completo. —No es mala idea amor. Los llevaré a un excelente lugar— besa su mano justo frente a mis narices. ¿Qué pretendes Nissa? son novios, no se frenará el mundo solo por tus sentimientos. Y lo peor... este solo es el comienzo de todo lo que puede venir. Es tan simple como: soporta y sobrevive o muere en el intento. Me aferro a la idea de que todo esto que me pasa es simplemente porque el impacto es muy reciente, pero a medida que transcurran más situaciones como esta, se irá tornando más natural y tolerable. —Perfecto— concluye el Señor de la casa. Su voz irradia poder, hasta en una insignificante palabra. ¡Jódanse todos! grita la vocecita en mi interior — Espero con ansias la salida.
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